Esta colombiana forma parte del equipo de científicos que logró que tres parapléjicos volvieran a caminar

La doctora Andrea Galvez explicó que el proceso se hizo con electrodos. Las tres personas, comentó, tienen lesiones físicas que datan de un largo rato, y presentan afectaciones en los músculos desde hace años

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Swiss Federal Institute of Technology
Swiss Federal Institute of Technology Lausanne (EPFL)

Esta semana se conoció el caso de tres personas que lograron volver a caminar luego de haber perdido la movilidad en sus piernas. Una colombiana hace parte del equipo de especialistas que lograron adelantar con éxito médico de estos casos. Andrea Gálvez es el nombre de la experta. Ella conforma el grupo de neuro-ingenieros del ensayo clínico de la Escuela Politécnica Federal de Lausana en Suiza. Según detalló, esto se logró gracias a la implantación de electrodos en los módulos de la médula espinal. Estos hechos fueron resaltados en una publicación hecha por parte de la revista Nature Medicine.

El equipo usó “un marco computacional personalizado, que permitió posicionar con precisión la paleta de electrodos para cada uno de los pacientes y personalizar los programas de estimulación de la actividad”. De acuerdo con lo que explicó Andrea, en una entrevista con Caracol Radio, los electrodos implantados en diferentes puntos de la médula fueron manipulados a través de un sistema de inteligencia artificial que imita las señales eléctricas que conectan el cerebro con las piernas, esto fue lo que permitió la recuperación del movimiento de las piernas de los tres pacientes.

Gálvez comentó que tras la intervención médica, los pacientes ahora entran a un proceso de seis meses de duración en el que se hará una neurorehabilitación con ayuda de robots de asistencia y caminadores. Las tres personas, comentó, tienen lesiones físicas que datan de un largo rato, y presentan afectaciones en los músculos desde hace años.

Según la publicación hecha por la revista Nature Medicine, Grégoire Courtine y Jocelyne Bloch, responsables del experimento, constataron que la estimulación eléctrica de la médula espinal es, actualmente, una opción terapéutica prometedora para restaurar la función motora en personas con lesiones medulares.

Desde la Escuela Federal Politécnica de Lausana (EPFL), el neurocientífico Grégoire Courtine comentó que los nuevos implantes blandos que colocaron bajo las vértebras en contacto con la médula espinal “son capaces de modular las neuronas que regulan la actividad de grupos musculares precisos (...) De esta manera podemos activar la médula como lo haría naturalmente el cerebro para estar de pie, caminar, hacer bicicleta o nadar”, añadió.

Courtine y Bloch diseñaron, junto con sus equipos, según detallaron, una nueva paleta de electrodos que llega a todos los nervios asociados con los movimientos de las piernas y el tronco. Esto fue probado en los tres voluntarios hombres de entre 29 y 41 años años de edad. La clave en estos tres casos fue la forma en la que se insertó “un implante más largo y ancho, con electrodos colocados de manera a hacerlos corresponder de forma precisa con las raíces nerviosas de la médula espinal que nos permiten acceder a las neuronas que controlan los músculos”, explicó Bloch.

Uno de los primeros en recibir este implante fue el paciente Michel Roccati, un italiano que hace cuatro años tuvo un accidente de moto y quedó completamente parapléjico. Ahora puede levantarse y caminar con ayuda de un andador en el que tiene insertados dos pequeños controles remotos. Así mismo, cuenta con una tableta electrónica que envía las órdenes de estimulación a un marcapaso situado en el abdomen de Michel. Desde ese artefacto se transmiten los estímulos al implante medular para que el hombre se levante.

“Lo uso a diario durante un par de horas para caminar fuera y también en mi casa, así que ahora es parte de mi vida de cada día”, relató el ahora beneficiado de este avance médico.

“De manera general un paciente más joven está en mejores condiciones y también está más motivado, pero hemos visto pacientes de hasta cincuenta años que han respondido bien, así que la edad es un factor que influye, pero no excluye”, dijo Bloch.

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