El Programa Mundial de Alimentos y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura revelaron un informe este 27 de enero donde Colombia, en cuanto a seguridad alimentaria aguda, no queda muy bien posicionada.
Según lo dicho en el informe, la situación se agravará entre febrero y mayo de 2022 en tres países de América Latina y el Caribe: Colombia, Honduras y Haití.
El informe titulado ‘Focos de Hambre’ sostiene que la falta de comida seguirá ganando terreno en el país, debido a la inestabilidad política, la pandemia, la crisis migratoria, el desplazamiento interno, y la inestabilidad regional.
De acuerdo con el estudio de necesidades humanitarias de 2022, 7,3 millones de colombianos precisarán asistencia alimentaria este año y hasta julio de 2021 había 1,1 millones de migrantes venezolanos en el país en situación de inseguridad alimentaria, aunque reporta que esto ha mejorado ligeramente.
Asimismo, el documento resalta que el número de migrantes venezolanos ha venido creciendo ya que en agosto del año pasado llegaban a 1,8 millones acogidos en Colombia y adelantó que esa cantidad podría aumentar. A ese colectivo se aúnan las personas en tránsito de América del Sur y el Caribe hacia el norte del continente.
Otro ítem que desencadenará el hambre en el país es la inestabilidad política debido a los retrasos en la implementación del Acuerdo Final de Paz de 2016 entre las Farc y el Estado colombiano, lo que ha llevado a un recrudecimiento de la violencia y nuevos desplazamientos internos, que podrían llevar a crecer el malestar social y los posibles baches económicos.
Señala que la pandemia ha amplificado la desigualdad y apunta a que el alto nivel de la inflación seguirá afectando el poder de compra de las familias pobres.
Asimismo, la FAO y el PMA indicaron que el acceso a la asistencia humanitaria en el país está muy restringido y podría ser peor debido al recrudecimiento del conflicto armado en las zonas más peligrosas del país.
Por último, el informe recomienda medidas como las transferencias de efectivo y la asistencia alimentaria tanto para los migrantes venezolanos como para las comunidades de acogida, así como la distribución de insumos agrícolas y el establecimiento de áreas para la producción rápida de alimentos, atención médica veterinaria, apoyo a la producción de forraje y ayuda para preservar los medios de vida.
Los compañeros de Colombia: Haití y Honduras
En Honduras los factores son otros. La poca precipitación acumulada en 2021 por lluvias debajo del promedio en octubre y noviembre de 2021, y la crisis derivada de la pandemia son los dos principales motivos del empeoramiento de la inseguridad alimentaria en los meses por venir en el país, sobre todo en el Corredor Seco, donde las familias más pobres necesitarán asistencia humanitaria.
Aunque la producción de maíz disminuiría sólo un 3 % en comparación con la media de los cinco años anteriores, la reducción de 60 % que se espera en la producción de sorgo afectaría los medios de vida agrícolas.
Además, según el Banco Mundial, el 32% de las personas empleadas perdió o abandonó su trabajo como resultado de las perturbaciones derivadas de la pandemia.
Por su parte, en Haití la crisis económica, la sucesión de cosechas por debajo de lo normal, la inestabilidad sociopolítica y la violencia de las pandillas exacerbaría los alarmantes niveles de hambre en el país, especialmente en los departamentos del sur.
Según cifras de la ONU, al inicio de febrero de 2022 unos 4,3 millones de personas requieren ayuda alimentaria de emergencia y de marzo a junio el horizonte se agravaría para alcanzar a 4,6 millones de haitianos en esas condiciones.
La depreciación de la divisa haitiana y el alza de los combustibles y las materias primas erosionan más el poder adquisitivo de las familias, cuya canasta básica cuesta un 40 % más que hace un año por el aumento de los precios de los productos importados como el aceite vegetal, la harina de maíz y el trigo.
Por otra parte, la inseguridad y la inestabilidad política seguirán siendo altas en los próximos meses, dificultando el acceso y las operaciones humanitarias.
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