El 24 de diciembre del 2021, Carolina Guerra recibió su mayor regalo de navidad. Su bebé, su primer hijo, nació ese día. Con una tierna fotografía de los pies del menor, la actriz colombiana le dio la noticia a sus seguidores. “El día que nacimos los dos”, comentó al lado de la imagen en su cuenta de Instagram. Guerra, desde el primer momento, hizo partícipe de su proceso de embarazo a quienes fielmente se encuentran pendientes de ella y, hoy, miércoles 12 de enero, compartió uno de los sustos más grandes que vivió durante el último mes de gestación.
Con una recopilación de cinco fotografías, Carolina contó que su hijo estaba programado para nacer hoy, sin embargo, una irregularidad hizo que los planes dieran vuelta y su bebé naciera semanas antes. Guerra se encontraba posando frente al lente de su amiga Katherina Acevedo, fotógrafa con la que había pactado inmortalizar su imagen de embarazada. Luego de un largo rato de no verse, por la falta de coordinación en sus horarios, ‘súper Kate’, como le dice Carolina, logró llegar a la casa de Guerra en la tarde del 23 de diciembre del 2021.
Iniciaron así la sesión de fotos, acomodaron las luces, cuenta Carolina, y empezaron tomar algunos retratos. “La última vez que vi a Katherina fue en la calle Mazatlán, en el barrio La Condesa, allá en esa otra vida en que las dos vivíamos en su natal México. Eso al menos hace 11 años. Duramos meses planeando el reencuentro ahora que coincidimos en otro lugar del mundo. Después de cambiar la fecha unas 4 veces, finalmente esta mujer llegó a mi casa”, relató.
Luego de tener algunas fotografías listas, y de pasar una ‘tarde perfecta de amigas’, las cosas empezaron a tornarse angustiosas. “El plan era disparar unos retratos de mis últimas semanas de embarazo, cosa que hace magistralmente. Empezamos a probar la luz para la primera foto, tranqui, en mi casa, con un saco y en pantuflas. Estábamos listas para nuestra sesión, íntima, personal (...) Tan pronto tomamos esta foto, me fui a mi sala a cambiarme de ropa cuando de repente sentí un chorro de líquido caliente bajando por mis piernas”, detalló.
Carolina se asustó profundamente, pues, como se mencionó antes, la fecha de nacimiento del niño estaba programada para hoy, 12 de enero del 2022. La angustia fue mayor cuando se dio cuenta que aquel líquido caliente que sentía en sus piernas no era amniótico, era sangre. “El problema es que no era líquido amniótico, no rompí fuente. Faltaban aún 3 semanas para el nacimiento de mi hijo. O eso pensábamos. Lo que había en el piso era una cantidad enorme de sangre”, redactó.
Relató que estuvo sangrando durante cerca de diez minutos y que su esposo, David Reuben Jr, no se encontraba en casa, por lo que el miedo solamente se incrementaba. A esto se le sumó que su pareja, temporalmente, estaba usando su carro, pues el de él se encontraba en el taller. “Los detalles se los ahorro pero ya se imaginarán la angustia tan horrible”, destacó.
Fue Katherina, su amiga, quien la auxilió e hizo todo por llevarla a urgencias. En el camino, describe Carolina, empezó a sentir como se movía su bebé. “Pero ahí estaba Súper Kate quien, con todo el amor y la calma, le ayudó a mi mamá a empacar lo que pudieron y me llevó a emergencias al hospital. En el camino sentí a mi bebe moverse y entonces tuve certeza de lo único que me importaba que era que él estuviera bien”, añadió.
Guerra no extendió más la historia, pues dijo que el relato restante lo dejaba para otro día, sin embargo, aprovechó para agradecerle a su amiga, no solo por ayudarla, sino también por retratar con su cámara los últimos días de su embarazo.
“Hoy, era el día en que supuestamente iba a nacer mi hijo, pero en cambio hizo su entrada triunfal horas después de que Katherina me tomó esta foto que es la última imagen de una Carolina que fue y que ya no es más. Existía la mujer pero no la mamá. Gracias KT por llegar en el día y el momento exacto. Por tu amor y tu heroísmo de esa tarde que ninguna de las dos olvidará jamás”, destacó.
En la conclusión de la historia, la actriz le agradeció a su hijo por darle los 18 días más de ‘embelesamiento’. “De la bendición de estar a tu lado y tenerte en mis brazos. Un segundo menos sería una eternidad”, manifestó.
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