El empresario colombiano, Alex Saab, presunto testaferro de Nicolás Maduro, se declaró “no culpable” este lunes 15 de noviembre por los cargos de lavado de dinero en los Estados Unidos. Esto durante la audiencia que se adelanta en la sala del tribunal federal de Miami (Florida).
El abogado de Saab, Neil Schuster, se dirigió a la corte como representante del que llamó “diplomático de la República Bolivariana de Venezuela”, y, seguido de esto, declaró la inocencia de su cobijado ante las autoridades norteamericanas. Recordemos que el barranquillero es acusado de blanquear cerca de 350 millones de dólares a través de negocios corruptos, en los que habría sobornado a funcionarios venezolanos y falsificado documentos para obtener multimillonarios contratos de construcción de viviendas económicas en Venezuela.
Según pudo conocer la agencia AP, Saab ingresó al recinto judicial para la lectura de los cargos, mientras vestía un enterizo color beige, y atacado de los tobillos junto a otros cinco reclusos.
A principios de noviembre, y a pedido de la Fiscalía de EE.UU, una corte de Miami retiró siete de los ocho cargos por lavado de dinero que reposaban en contra de Saab, según los acuerdos con las autoridades de Cabo Verde, desde donde este fue extraditado el pasado 16 de octubre.
Este procedimiento fue adelantado por el fiscal norteamericano, Kurt Lunkenheimer, quien solicitó solo dejar el cargo por conspiración para el lavado de dinero, con el fin de evitar que Saab, de 49 años, pueda ser condenado a una pena superior a la máxima contemplada por las leyes del mencionado país africano (20 años). De igual modo, un juez accedió para que la audiencia se postergara hasta este 15 de noviembre, la cual se desarrollaría a puerta cerrada tras la filtración de los videos de la primera vista pública.
En una moción de 12 páginas, la defensa de Saab aseguró que el empresario colombiano “no está buscando eliminar el acceso público, que es un derecho constitucional, sino que le solicita a la corte que cumpla con un papel de portero para impedir que se continúen violando las normativas”, las cuales prohíben fotos o videos en las audiencias judiciales.
El régimen chavista alega que Saab, a quien Estados Unidos considera un presunto testaferro de Maduro, era uno de sus diplomáticos en misión humanitaria camino a Irán cuando su avión fue detenido en Cabo Verde al parar para recargar combustible. “Fue perseguido, secuestrado y torturado por ayudar a Venezuela”, declaró Maduro durante una feria del libro celebrada este mes en Caracas.
Sin embargo, la novela no termina allí, puesto que, de acuerdo con documentos judiciales del caso, Saab, a pesar de haber sido presentado como una figura leal al régimen de Maduro, podría haberlo traicionado secretamente durante varios años, e incluso se habría reunido con funcionarios de Estados Unidos antes de ser acusado en julio de 2019 por el Departamento de Justicia. No obstante, la defensa del empresario barranquillero ha asegurado que es “falso” este vínculo.
El hoy acusado por la justicia estadounidense, está relacionado con varias empresas. Pero su principal vínculo con Maduro se daría a través de Group Grand Limited (GGL), señalada de vender al régimen alimentos a precios subsidiados para distribuir en barrios humildes.
Pese a que Saab se mantuvo como un empresario de bajo perfil y sin mucha relevancia en Colombia, su nombre apareció en la esfera pública cuando la ex fiscal venezolana, Luisa Ortega, lo acusó en 2017 de ser uno de los testaferros de Maduro.
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