En la tarde del pasado jueves, el general (r) Rito Alejo del Río sufrió un infarto en medio de una audiencia ante la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, en la que daba una versión voluntaria sobre su conocimiento y participación en los casos que indaga la justicia por la violencia en Urabá y la victimización de la Unión Patriótica. Luego de un poco más de ocho horas de audiencia, el hombre empezó a sentirse mal y tuvieron que llamar una ambulancia que lo trasladará a un centro médico.
Del Río, excomandante de la Brigada 17 del Ejército, empezó a demostrar que se sentía mal en medio de la audiencia y fue el mismo magistrado Gustavo Salazar el que se percató de que el hombre no estaba bien. “Paremos un momentico. ¿Se encuentra mal, señor Rito Alejo?”, detuvo la audiencia el magistrado de la JEP y al notar que Rito Alejo no reaccionaba favorablemente tomó la decisión de suspender la diligencia, pues consideró que el hombre no estaba en condiciones de continuar, y pidió que al exmilitar lo viera un médico.
“Voy a pedir que llamen a enfermería y activen los mecanismos, y se suspende la diligencia siendo las 4:04 de la tarde”, concluyó el magistrado que vio a Rito Alejo poner ambas manos en su cabeza y moverse desesperado en su silla. La diligencia se reanudará el próximo 31 de agosto.
El equipo médico chequeó al exmilitar en el lugar y rápidamente decidieron trasladarlo en una ambulancia hasta el Hospital Militar, donde los médicos confirmaron que Del Río acababa de sufrir un infarto, razón por la que lo internaron en la Unidad de Cudiados Intensivos. En las últimas horas, Germán Navarrete, defensa del exmilitar reveló a Blu Radio que el interrogado está estable y continúa bajo observación en la UCI de este centro médico.
El general retirado se encontraba dando su sexta entrega de versión voluntaria sobre los casos 04, violencia en el Urabá, y el 06, victimización de miembros de la UP. Cabe recordar que Rito Alejo del Río es uno de los miembros del Ejército de más alto rango que fue condenado por la justicia por sus relaciones con el paramilitarismo. Las autoridades han señalado que Del Río tenía nexos con las AUC mientras fue comandante de la Brigada XVII en la región de Urabá.
Durante la rendición de cuentas, los magistrados de la JEP interrogaron a Del Río sobre la razón por la que se presentó el índice más alto de hechos victimizantes, cuando dirigió esa unidad militar en Urabá, contra integrantes de la Unión Patriótica de toda la historia colombiana.
De acuerdo con el militar (r), en ese entonces, el Ejército y la Policía Nacional buscaban garantizar la protección de los líderes de ese partido, sin embargo, algunos de ellos no permitían el acompañamiento de los oficiales.
“Se trató de tomar contacto con ellos, pero siempre fueron esquivos, el mismo caso de la alcaldesa que yo siempre le ofrecí protección, pero ella declinó toda protección. Con la Unión Patriótica no había la confianza con la fuerza pública para decir, le recibo la protección”, señaló del Río.
La matanza ejecutada por paramilitares entre el 15 y el 20 de julio de 1997 y por la cual la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado colombiano, debido a la colaboración de los miembros del Ejército con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) para perpetrarla, dejó cerca de 50 víctimas mortales y centenares de desplazados.
Al ser preguntado sobre la masacre, Del Río aseguró que en el momento de la incursión criminal se encontraba fuera de la brigada y quien estaba a cargo era el jefe de Estado Mayor, coronel Mario Correa, y dijo que cuando regresó a la guarnición militar fue cuando “lo sorprendió el escándalo”. Afirmó además, que hay una conspiración para “echarle la culpa al más bobo”.
“Nunca estuve en eso, ha habido gente que ha querido para tratar de eludir su responsabilidad echarle la culpa al más bobo, pero eso tarde o temprano se va a resolver todo y yo he hecho mucha referencia a diferentes elementos al margen de la ley que han tratado de vincularme”, indicó ante la JEP.
Según del Río, no sabe nada de cómo ocurrió esa masacre y sentenció que, “cualquier cosa que diga” sobre la misma estaría faltando a la verdad.
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