Si bien el Valle del Cauca todavía se encuentra en alerta roja a raíz de la crisis de salud que afronta por la COVID-19, este 21 de julio se confirmó una buena noticia para la red hospitalaria de la región. Después de 15 semanas consecutivas, ya no hay pacientes esperando que se les asigne una cama de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
Así lo confirmó la secretaria de Salud, María Cristina Lesmes, quien manifestó que todos los personas en estado grave, bien sea por el COVID-19 u otras patologías, pudieron conseguir una unidad de tratamiento intensivo, que hace algunos días, según las cifras, parecía imposible de conseguir:
“Teníamos un número importante de personas que no lográbamos acomodar en una UCI, hoy logramos trasladarlas a esta atención y se ha empezado a bajar los contagios de la enfermedad y esperamos que en las últimas manifestaciones del paro se hayan cumplido con los protocolos de bioseguridad para evitar un aumento de casos”, expresó la funcionaria.
Si bien esto representa un respiro para los centros de salud, la disponibilidad sigue siendo limitada, y por ello, explica Lesmes, “por el momento no vamos a abrir fronteras porque no podríamos atender en UCI a pacientes de otros departamentos, pero los nuestros somos capaces de ubicarlos rápidamente”.
Hace una semana el departamento tenía una lista de espera por UCI de 150 pacientes. “Sigue siendo importante que los mayores de 70 años y que todas las personas se vacunen para lograr una inmunidad en la región”, concluyó la secretaria de Salud.
ESTADO DE LA RED HOSPITALARIA:
Según el último reporte de la Secretaría de Salud, con corte del 20 de julio, el Valle del Cauca tiene una ocupación UCI del 91,8%, cifra que continúa siendo elevada, ya que permanece la alerta roja, pero que es alentadora si se tiene en cuenta que en junio pasado hubo picos de más del 96%. De las 1,191 camas instaladas, 788 (66,2%) están siendo utilizadas por pacientes COVID, y otras 305 con aquellas que tienen otras patologías (25,5%). En total hay 98 camas disponibles.
En comparación con el día anterior, el número de nuevos casos de contagio aumentó (1.545), siendo Cali (1.029), Palmira (80) y Tuluá (66) las poblaciones más afectadas. Hablando de fallecidos, en total se informaron 54.
POCAS VACUNAS, UNA PREOCUPACIÓN:
Hasta la fecha, en el Valle han sido vacunadas más de dos millones 100 mil personas, sin embargo en las autoridades sanitarias existe una preocupación por la escasez de vacunas en los días recientes. Este panorama ha dificultado, por ejemplo, la aceleración en la aplicación de los biológicos diarios, que bajó más de un 30%:
“Hemos bajado de 33 mil a 20 mil vacunas diarias, no han llegado suficientes para seguir con las segundas dosis. Aunque en el momento tenemos AstraZeneca, Pfizer, Sinovac y algo de Janssen, no logramos pasar al verde oscuro, estamos en el límite de mínimo crecimiento y quisiéramos que el ejercicio fuera superior”, explicó Lesmes.
Asimismo, la funcionaria de la salud indicó que existen demoras en la consolidación de las cifras sobre vacunados, razón por la cual pidió a los alcaldes que “nos acompañen con la dedicación del trabajo de parte de sus funcionarios en apoyar las Empresas Sociales del Estado, sobre todo en el registro de los vacunados. Tenemos un retraso muy importante en los registros y tenemos dificultades con la calidad del dato”.
De acuerdo con las cifras de la Secretaría de Salud, entre el 85% y el 90% de las personas que han fallecido por COVID en el Valle no estaban vacunadas habiendo estado priorizadas para hacerlo.
SEGUIR LEYENDO: