Change.org revela las siete movilizaciones digitales más virales durante el paro nacional en Colombia

En entrevista con Infobae Colombia, la plataforma digital habla del papel de la movilización virtual en el hundimiento de las reformas tributaria y a la salud.

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Presentación de firmas para hundir
Presentación de firmas para hundir la reforma a la Salud en el Congreso de la República

Este 19 de mayo la plataforma Change.org, a través de la cual ciudadanos de todo el mundo pueden realizar activismo social, planteando propuestas y haciendo peticiones a problemáticas específicas, lanzó #CambiemosColombia, aplicativo dispuesto a quienes deseen promover un cambio en el país en el marco del paro nacional que se desarrolla desde el 28 de abril.

En simultáneo con el lanzamiento, Change.org dio a conocer las siete peticiones más virales durante el paro y explicó cómo la movilización digital va de la mano con la que se realiza en las calles y juntas pueden representar cambios concretos. Para muestra, un botón: que la reforma a la salud fuera hundida en el Congreso y la reforma tributaria fuera retirada por el Gobierno nacional se debe, en cierta medida, a la manera en que se complementaron ambos tipos de manifestaciones.

Marcela Almeida, coordinadora de campañas de Change.org en el país conversó con Infobae Colombia acerca de este movimiento y la preponderancia en la coyuntura nacional.

Este 19 de mayo se hundió en el Congreso la reforma a la salud, luego de que Carolina Corcho y Luis Carlos Leal, exigieran su no aprobación mediante la plataforma Change.org, en la cual recogieron y radicaron ante el Congreso las firmas de más de 240.000 colombianos en su apoyo.

¿Cuál es su opinión?

Sería irresponsable atribuirnos todo el crédito, pero no hay que negar que la presión digital de la petición también, para decirlo de forma coloquial, fue una pata que ayudó a que la reforma se hundiera.

Pasó algo similar con la reforma tributaria...

Con la petición de hundir la reforma tributaria logramos, en dos días, más de 900.000 firmas que reventaron Twitter. Estos logros ciudadanos se dan por muchos factores, no solo por la movilización en Change.org, tampoco solo por la movilización en calles: son distintos factores, piezas de rompecabezas que, cuando se unen, logran este tipo de resultados.

¿Cómo opera Change.org?

En Change.org cualquier ciudadano puede poner en el foco o en la agenda nacional un tema que los medios hegemónicos de ninguna manea propondrían. Somos una plataforma de peticiones ciudadanas en las que las personas, con respecto a un problema en su barrio, ciudad o todo el país propone un cambio concreto.

En Francia, el presidente Emmanuel Macron tiene un perfil en Change.org y él mismo le responde a quienes hacen la petición. En Colombia queremos que Iván Duque pueda hacer lo mismo.

Si tú estas en el Amazonas, personas de Barranquilla y La Guajira pueden apoyar tu petición. No debes ser el más conectado políticamente para que otros ciudadanos y hasta un congresista te escuche.

Y una vez hecha la petición, ¿qué ocurre?

Se ejerce presión a la autoridad en dos flancos:

1) Se puede incluir el correo de la persona a la que va dirigida la petición —autoridades públicas o privadas, por ejemplo— y una vez esté incluido, la plataforma empieza a enviar mensajes a ese mail para informarle de la petición creada. En la reforma a la salud incluimos los de los integrantes de las comisiones séptimas de Senado y la Cámara, a quienes llegaron correos de nuestra plataforma

2) Al firmar, los ciudadanos comparten la petición en sus redes etiquetando a quienes están dirigidas. Si se dirige una petición al presidente Duque y lo etiquetan las 100.000 personas que, por ejemplo, lo etiquetaron, se está llamando la atención de él, del gobierno.

¿En Colombia, el Gobierno nacional está prestando atención?

El pasado viernes le enviamos un correo al alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, para que aceptara un encuentro con el propósito de presentarles las siete campañas virales en el marco del paro y que se le pudieran responder a cerca de un millón de ciudadanos. Queremos proponerle al Gobierno que se reúna con ellas. Hasta el momento no hemos tenido respuesta.

En Francia, el presidente Emmanuel Macron tiene un perfil en Change.org y él mismo le responde a quienes hacen la petición. En Colombia queremos que Iván Duque pueda hacer lo mismo.

Aquí, algunas autoridades como el Invima o la Superintendencia Financiera han respondido a las peticiones, incluso algunos congresistas. Hay casos en los que a quienes se les dirige la petición, se contactan directamente con quienes la solicitan para dar respuesta. Nuestro modelo de cambio es intentar cerrar esas brechas entre la ciudadanía y los que están en el poder.

¿Cuáles son las peticiones más virales en Colombia?

La fallida reforma a la salud, la violencia desmedida del Esmad, el abuso policial, la realización de la Copa América en Colombia, el regreso del glifosato, la solicitud de renuncia ministro de Defensa y la reducción del salario de los congresistas, son los temas más polémicos que a la fecha han obtenido el apoyo de más de 840 mil firmas y que se han vuelto virales en la plataforma.

¿En qué consiste el movimiento #CambiemosColombia?

En medio de la crisis social que afronta hoy Colombia, uno de los vehículos más importantes que tiene el Gobierno Nacional para conectarse con la ciudadanía son las comunicaciones digitales. Por eso, el movimiento #CambiemosColombia que ya acumula más de 3.6 millones de firmas y 50 peticiones, puede sentar un precedente histórico que impulse cada vez más a que las ciudadanías digitales también sean escuchadas por quienes están en el poder.

El caso emblemático de una solución a una petición en el país, ¿cuál es?

El caso insignia el de la petición realizada por Daniel Pineda y Ana Cecilia Niño, quienes crearon una petición para prohibir el asbesto, que tras el apoyo de la ciudadanía, pasó a ser una ley. Ana falleció de cáncer, producto del asbesto que inhaló desde que era niña, pues vivía cerca de una fábrica de tejas.

A los ciudadanos, ¿qué les dice?

Que no solo se quejen, sino que propongan. Que aprovechemos espacios para la movilización virtual y ejerzamos el derecho de proponer para cambiar nuestra comunidad, ciudad o país.

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