Guillermo Enrique Grosso Sandoval, tras más de dos años interno en la cárcel La Picota, de Bogotá, estaba a punto de cruzar el umbral de salida del penal para recobrar su libertad, cuando fue capturado nuevamente por funcionarios de policía judicial de la Fiscalía.
Grosso había sido capturado por los delitos de concierto para delinquir y cohecho por dar u ofrecer, presuntamente cometidos cuando era director de Cafesalud y liquidador de la EPS Saludcoop. El funcionario habría cometido irregularidades en los contratos y conformado una red con la exsuperintendente de salud Eva Katherine Carrascal para afectar los dineros de compensación y de la entidad.
Ahora, la Fiscalía halló nuevas irregularidades en otros contratos que Grosso firmó cuando aún se desempeñaba como gerente de Cafesalud. “El último día en el que Grosso Sandoval se desempeñó como representante de la entidad de salud, el 29 de febrero de 2016, habría firmado varios otrosíes a los contratos suscritos con dos IPS para la atención ambulatoria y hospitalaria, consulta prioritaria, cuidados paliativos y tratamientos especializados para pacientes con cáncer en Cundinamarca, Boyacá, Santander y Bogotá”, señaló el ente investigador.
Esos contratos habrían recibido adiciones que, según la Fiscalía, aumentaron el tiempo y los montos de los contratos hasta llegar a 195.000 millones de pesos. Presuntamente, para lograr ese cometido, se habrían pactado dádivas por el 10% del valor neto de los contratos.
“Hay indicios de que el entonces presidente de la EPS Cafesalud, supuestamente, alcanzó a recibir 2.496 millones de pesos de una de las empresas beneficiadas”, señaló el ente acusador.
Tras la detención a su salida de la cárcel, Grosso fue imputado por la Dirección Especializada contra la Corrupción, con el delito de “cohecho propio”. Aunque no aceptó el cargo, un juez de control de garantías decidió que deberá cumplir medida de aseguramiento en centro carcelario.
“Con relación a este caso serán llamados a imputación dos particulares que, en su condición de directivos de las IPS involucradas, habrían acordado el pago y la entrega de los dineros al entonces presidente de Cafesalud”, agregó la Fiscalía.
La interventoría de Grosso como agente en la liquidación de Saludcoop fue cuestionada por la Contraloría General de la Nación a mediados de 2018, en el que se le acusó del detrimento patrimonial de la quebrada entidad por 80.631 millones de pesos.
Esa investigación fue archivada el pasado 28 de enero, según informó El Espectador. Para la Contraloría causó interés, en ese momento, que Grosso autorizó gastos millonarios en servicios que, a ojos del ente de control, no eran prioritarios para la entidad que se encontraba en medio de una crisis económica y no estaban destinados a la atención de los pacientes.
De acuerdo con ese diario y la investigación de la Contraloría, Grosso, en el año 2013, ordenó el gasto de 500 millones de pesos para una fiesta de navidad para los empleados, un torneo de bolos y el pago de un taller dictado por el coach Alex Hadad, que costó otros $200 millones. Para el ente de control, esos recursos superaron el 10% habilitado para gasto y no estaban destinados al servicio de los afiliados.
Así mismo, generó sospecha que contratara camionetas Toyota blindadas para él, el presidente de Saludcoop, y sus respectivas familiar. Sin embargo, el ente de control no pudo determinar que esos recursos excedieran el 10% y archivó la investigación.
Respecto a su dirección de Cafesalud, la Contraloría también había llevado una investigación por el gasto de 2.029 millones de pesos, que como los contratos de Saludcoop, se habrían gastado en enseres, televisores, aire acondicionado, neveras y sillas ejecutivas, según el ente de control.
John Alexander Colmenares Russi y Javier Peña Ramírez, quienes fueron capturados en 2019 junto a Grosso, ya se encuentran condenados, pero el proceso contra el exdirectivo de Cafesalud no había llegado a sentencia, hasta el momento.