En los últimos días el periodista Gerardo Reyes, director del equipo de Investigación de la cadena Univisión y ganador de un premio Pulitzer compartido en 1999, publicó su libro llamado “Álex Saab. La verdad”, en el cual hace una compilación de los múltiples negocios que el empresario colombiano llevó a cabo junto con el régimen venezolano, sus vínculos cercanos con Hugo Chávez y Nicolás Maduro, la exsenadora Piedad Córdoba y otros negocios con el Gobierno de los Estados Unidos.
Respecto al lanzamiento de este libro, Reyes, en entrevista para el diario El Tiempo, habló de algunos de los puntos más importantes de su obra y cómo ella ‘encaja’ en medio de la confirmada extradición de Álex Saab de Cabo Verde, en África, hacia Estados Unidos. Recordemos que este es acusado por los Estados Unidos por ser uno de los principales lavadores de dinero del gobierno venezolano así como ser presunto testaferro del presidente Nicolás Maduro.
En primer lugar, Reyes aseguró que, al interior del régimen de Maduro, Saab era una pieza fundamental para mantener en pie la economía que cada día se cae a pedazos. “Un empresario clave para la supervivencia de un régimen que le faltaba de todo. Se convirtió en un chacal financiero, un operador, un superministro. Si falta leche, lo llama; si falta gasolina, que eso lo solucionaba Saab; que hay que vender oro, pues que se vaya en los aviones a Turquía”.
Aunque sobre el papel estos procedimientos sonarán ‘legales’, la realidad, según Reyes, es que Saab aprovechaba para sacar tejada de todos los negocios, tanto así que terminó de la quiebra al salir de Barranquilla, hasta hacerse acreedor de varias propiedades alrededor del mundo.
“[...] Hay que anotar que esto no lo hace por filantropía, no era un aporte gratuito a la revolución: sacaba tajada de esto y eso explica que el tipo, en menos de 10 años, que sale quebrado de Barranquilla, termine con una flota de 6 aviones y casas en Francia, Colombia e Italia”, señaló.
Pero estas investigaciones no solo ‘salpican’ a Venezuela, también lo hacen contra la exsenadora Piedad Córdoba, de quien se dice tuvo vínculos con Saab para que este gestionara una deuda que ella tenía con Venezuela. Reyes se mostró sorprendido con la memoria de Córdoba pues, en previas ocasiones, la política ha asegurado que no tiene ni tuvo negocios con Saab más allá de una mera “amistad”.
El periodista colombiano reveló que Córdoba sí estableció vínculos más cercanos con Saab. “La confronté [esa declaración]] con un correo electrónico –de varios– en el que ella, en un tono urgente, le pide al gobierno de Venezuela que le resuelven la situación de lo que ellos llaman los amigos árabes. Hay un correo en el que se envía dinero a la dirección de su casa, de su apartamento en Bogotá”. Con el paso de los capítulos, Reyes descubre que la relación pasó de ser una mera casualidad a un tema de negocios muy serio.
Otro elemento a destacar es que, previo a la captura de Saab en Cabo Verde, este facilitó información sobre asuntos que eran de interés para los Estados Unidos sobre las relaciones entre Irán y Venezuela, según apuntó Reyes. No obstante, los detalles aún quedan en el limbo: “No sé qué [información], pero es uno de esos indicadores de lo que él sabe. La otra novedad que quise aportar en el libro fue que antes del arresto, pues él también había ofrecido información y más que todo información, explicaciones sobre lo que él hacía”.
Lo cierto es que el revelador texto de Reyes sale a la luz en un punto clave, en cuanto a se da en el traslado de Saab hacia Miami, algo que el periodista aclaró que “fue una decisión que se la dejé a la editorial, que sabe más que yo de mercados de demandas, de ofertas”. Y si de algo está seguro es que, más que mostrar un mensaje de odio hacia el empresario en cuestión, “pocas veces habíamos mostrado la cara un poco más humana”, concluyó.
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