La reforma tributaria que el gobierno de Iván Duque propone para Colombia desató una ola de rechazo por sindicalistas, comerciantes, consumidores y congresistas. La indignación de los colombianos se acrecentó, aún más, luego de que el viceministro de Hacienda, Juan Alberto Londoño, aseguró en BluRadio que se gravarán productos como el café, el azúcar y el chocolate que, según el alto funcionario, “no son de la canasta básica familiar”.
Londoño aseguró que la reforma que la cartera de la que hace parte no gravará con IVA a los alimentos básicos de la canasta familiar. “No gravaremos la carne, el pollo, los huevos, la leche. Estamos mirando cuáles son esos productos que no son de la canasta básica que pueden pagar IVA. El jamón serrano se puede pagar IVA, las nueces lo mismo, el café, el azúcar, el chocolate”, dijo el viceministro este lunes, lo que ocasionó que los individuos antes mencionados cuestionaron duramente al Gobierno.
Por su parte, los diferentes sectores agrícolas colombianos evidenciaron su contundente rechazo a la propuesta del Ministerio de Hacienda, sobre el incremento del IVA al café, el azúcar, el chocolate y otros productos. El gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Roberto Vélez, escribió en su cuenta de Twitter que le parece “triste” que se promueva el consumo del café, y así mismo se eleven los costos.
“Decir que el café no es un alimento básico es desconocer la importancia de su consumo en todos los estratos de la población”, expresó Vélez.
Entre tanto, Eduard Baquero, presidente de la Federación Nacional de Cacaoteros rechazó la propuesta del MinHacienda y dijo que el chocolate “es un alimento que nos ayuda y nos da energía, pero que le da fuerza a 52 mil familias que cultivan cacao en Colombia en varios departamentos”.
Además, cientos de colombianos se manifestaron en redes sociales y cuestionaron al Gobierno por la propuesta. Incluso, varios congresistas enviaron fuertes mensajes al presidente Duque y al ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, relacionados al IVA de dichos productos y al proyecto en general, que el jefe de Estado denominó: reforma fiscal.
Entre tanto, uno de los más críticos de la reforma tributaria es el representante a la Cámara, César Pachón, quien publicó varios trinos con ‘pullas’, mofas y cuestionamientos a la propuesta. “Advierto que mi Twitter y mi Whatsapp NO fueron hackeados. Así que si les digo que este gobierno es una catástrofe para Colombia y que la Reforma Tributaria es para que la clase media pague la mermelada del 2022... Frescos, fui yo”, trinó el parlamentario.
José Daniel López, representante de Cambio Radical, aseguró que cuando llegue la propuesta al Congreso, votará en contra de la reforma tributaria.
El senador del nuevo partido Dignidad, Jorge Robledo, aseguró que “la Constitución de Colombia dice que los impuestos deben ser progresivos, es decir, que no graven igual al que tiene mucho que al que no tiene nada o muy poco, como el IVA”. Calificó la propuesta de Duque como un “descaro”.
El congresista Benedetti, recién entrado al petrismo, también lanzó duras críticas al gobierno de Duque y aprovechó para resaltar a Gustavo Petro y su modelo político de ejercicio.
Incluso, del mismo partido de Gobierno, el Centro Democrático, la senadora Paloma Valencia y el representante Gabriel Santos, emitieron sus opiniones al respecto. Valencia aseguró que antes de decretar dicha reforma, se deberán realizar cambios en otros gastos en los que incurre el Estado colombiano.
Santos, quien hace unas semanas aseguró que el Gobierno maneja el tema de la reforma tributaria “con las patas”, reiteró su rechazo a la reforma del MinHacienda. Sin embargo, fue cuestionado por César Pachón, quien le recordó el partido del que hace parte.
Cabe recordar que, la reforma tributaria propuesta por el Gobierno deberá pasar por el Congreso de la República, para que sea debatida entre los parlamentarios y se defina si se aprueba tal cual como está o si se modifica.
El presidente Iván Duque se niega aceptar que se trata de una reforma tributaria y el viernes 2 de abril dijo que, su propuesta no se trata de una reforma tributaria sino de una “financiación”, que se hará para cubrir las inversiones que se han hecho por la pandemia del covid-19 y las consecuencias que sigue dejando, en un claro eufemismo.
SEGUIR LEYENDO: