La Asociación Nacional de Cafeteros de Colombia reportó, este jueves 25 de marzo, cuál es su panorama para el primer semestre de 2021, periodo para el que se prevé una cosecha de seis millones de sacos del grano.
Por medio de un comunicado oficial, la agremiación aseguró que, para lograr esa tarea será necesario contar con el apoyo de unos 137.500 recolectores, entre mano de obra local y trashumante, “privilegiando siempre los protocolos y medidas de bioseguridad para recolectar”.
El grueso de la cosecha, aseguró, se dará en los departamentos y regiones de Boyacá, Cundinamarca, norte del Huila, Cauca, Nariño, centro y sur de Tolima. No obstante, otros territorios como Antioquia, Caldas, Risaralda, sur del Huila, Valle del Cauca y una pequeña parte de Santander estarán en lo que se conoce como traviesa o mitaca. En Quindío, por su parte, la mitad de los municipios estarán en cosecha principal y la otra mitad en traviesa.
Lo anterior quiere decir que, visto desde una óptica regional, el centro del país representará el 50,9 por ciento de los esfuerzos de cosecha mientras que el sur concentrará otro 41,4 por ciento.
“Capitalizando lo aprendido en 2020, la Federación de Cafeteros afinó esfuerzos para que la cosecha de este primer semestre se pueda recoger sin mayores contratiempos, cuidando siempre la salud y la vida de la gran familia cafetera”, dijo al respecto el gerente general de la FNC, Roberto Vélez Vallejo, quien reconoció que la cifra de seis millones representa una caída del 6 % frente al mismo periodo del año pasado.
La perspectiva, explicó Vélez, tiene que ver con el difícil momento que atraviesa el país en términos climáticos. Según comentó en rueda de prensa, tanto el frío como las lluvias de las últimas semanas “no han favorecido al café y más bien han estado del lado de disminuirla”.
Sin embargo, ni eso, ni las condiciones que todavía impone el covid-19 dentro del plano laboral y social parecen aguarle la fiesta a los cafeteros, que mantienen una actitud optimista frente a 2021, dadas las cifras robustas con las que cuenta la industria actualmente.
De acuerdo con la federación, el país cuenta actualmente con 844.743 hectáreas de café, de las cuales 83 por ciento están en etapa productiva. Adicionalmente, el 84 por ciento del área sembrada se ha destinado a variedades resistentes, con una edad promedio de 6,89 años y una densidad de 5.261 árboles por hectárea. Todo en el marco de un “esfuerzo por lograr cafetales tecnificados, jóvenes y altamente productivos con ayuda de las renovaciones”.
Eso se traduce en unos cultivos con un porcentaje de roya que, debido a la mayor humedad que hay por estas fechas, se encuentra en el orden de cinco puntos porcentuales; y broca, que está en el margen de los dos puntos, se mantienen, respectivamente, en el límite y por debajo del umbral de daño económico, que es del 5 %.
Gracias a ello, la agremiación estimó que la productividad media alcanza los 19.8 sacos de café verde por hectárea, “lo que ha contribuido a que en los últimos seis años (2015-2020) el promedio de cosecha supere los 14.1 millones de sacos”. Basta ver el caso de 2020, cuando a nivel anual se produjeron en total 13,9 millones de sacos de 60 kilos, avaluados en nueve billones de pesos, la cifra más alta en 20 años.
A ello se le suma el hecho de que los caficultores colombianos están esperando un panorama favorable de cuenta de una posible baja del 30 por ciento en la producción del café arábico en Brasil de cuenta de la sequía que azota a ese país en este momento y que, de acuerdo con Vélez podría generar un incremento en el precio del grano dentro del escenario internacional.
En contra juegan la disminución del consumo del café tanto a nivel nacional —que tuvo que ver con la pandemia y el cierre de las oficinas en favor del trabajo en casa según la Federación—, como en Estados Unidos, donde la caída fue del 1,5 por ciento. Sin embargo, Vélez espera que el producto continúe siendo uno de los principales motores de la economía colombiana e 2021, un “héroe en materia económica”.
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