“Ya sabemos que cuando una puerta se cierra, hay otras que se abren”: Daniel Castro sobre su salida del Museo Nacional

Infobae Colombia habló con el saliente director del museo después de que el ministro Felipe Buitrago aceptara su renuncia, a solo un año y medio de su jubilación.

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Hasta ahora no se conoce el nombre de la nueva persona que estará a cargo de la dirección del Museo Nacional. Foto: Colprensa - Diego Pineda.
Hasta ahora no se conoce el nombre de la nueva persona que estará a cargo de la dirección del Museo Nacional. Foto: Colprensa - Diego Pineda.

El pasado 2 de febrero se dio a conocer una noticia sorpresiva para el gremio cultural del país: Daniel Castro ya no continuaría en la dirección del Museo Nacional de Colombia.

De inmediato, amigos, compañeros, cercanos y otros personajes manifestaron su inconformidad con la decisión que tomó el ministro de Cultura, Felipe Buitrago, al aceptar la renuncia protocolaria que días antes Castro había presentado.

Infobae Colombia habló con Daniel Castro, quien además de compartir el contexto del anuncio, expresó algunos de sus planes a futuro, en medio de la incertidumbre aún existente.

Explíquenos un poco sobre la presentación de su renuncia, ¿era algo que ya había hecho antes? ¿Cómo funciona este recurso?

El tema de la presentación de las renuncias protocolarias es algo que siempre sucede cuando llega un nuevo jefe de cartera, porque se deja a discreción de ellos las posibilidades de continuidad o de cambios. Esto había sucedo en algunas oportunidades y en este caso ya la decisión del ministro con respecto a la dirección del Museo Nacional era que, pues quería un cambio y por eso me aceptaba la renuncia.

¿Cómo le hizo saber el Ministerio de Cultura que aprobaba su renuncia? ¿Cuál fue el contexto en el que se enteró?

El contexto en el que me enteré fue en una reunión, en la que se esperaba que revisara un proyecto diferente que yo había propuesto presentar al comité directivo. Se me solicitó estar antes de esa reunión para que el ministro revisara los avances y alcances de lo que habíamos hecho, pero en ese momento él me dice que luego hablaríamos de eso, y que lo que quería era transmitirme la decisión de que ya no iba más en el cargo de la dirección del museo. Ese fue de una manera muy breve el espacio donde me fue comunicada la decisión.

Nadie está preparado para este tipo de salida, más después de un trabajo arduo y destacado, así que ¿Cómo fue su reacción al saber que su renuncia había sido aprobada?

Pues naturalmente y más sabiendo que mi ciclo laboral está relativamente próximo a concluir, después de estar 20 años largos vinculado al Ministerio de Cultura, me quedaba un año y medio. La sorpresa fue grande, aunque la alta dirección conocía esta situación porque yo claramente lo expresé y pues de esa manera lo que entramos ahora es en una fase reflexiva, en una fase en la cual es importante mirar cuáles pueden ser otros derroteros frente a el trabajo y la experiencia que hemos acumulado.

Adicionalmente, comparto que le dije al ministro que, pues habría esperado haber concluido mi vida laboral bajo su tutela, en el sentido en que estuve trabajando con él durante los últimos cuatro meses y realmente sentí una profunda identificación con su manera de organizar, de ver las cosas, de tener un norte claro, una misión y un trabajo de liderazgo. Pero bueno, ya sabemos que ya no va a ser así y eso fue lo que le compartí a él de forma muy directa.

Quedan miles de memorias, exposiciones, proyectos y deberes hechos, ¿Cuáles recuerda con especial cariño? ¿Qué memorias quedan de su labor y su aporte a la cultura durante 20 años?

Considero que más allá de las grandes exposiciones, del proyecto de renovación muy adelantado con siete nuevas salas y una octava muy pronta a ser inaugurada (que fue la gran herencia que recibí de la anterior administración y que realmente fuimos concibiendo de una manera muy importante), creo que lo que es realmente importante es dejar un equipo profesional, entusiasta, creativo, absolutamente pleno de capacidad que es lo que digamos a lo largo de toda mi tarea en el sector cultural siempre me generó mucha satisfacción: construir. Yo creo que los proyectos nunca se hacen solos, se hacen con la gente y todavía más cuando hay afecto, entusiasmo, ideas, diálogo y eso yo creo que es lo que para mí es el gran legado de el trabajo en el Museo Nacional.

Por eso, cómo desearía que esto fuera algo que se respete, que se honre, se mantenga y ojalá que también más allá de los cambios y las transformaciones, también los procesos de continuidad se mantengan.

Es apresurado pensar en qué se va a hacer cuando uno sale de un cargo tan importante, pero frente a la cultura y el aporte cultural del país, ¿Quisiera poder hacer algo más antes de retirarse del ámbito laboral completamente?

Esto tenemos que verlo como unas lecciones de vida, hay que hacer una pequeña reflexión, un alto en el camino y ver cuál puede ser la ruta en la cual quisiera moverme. He sido educador y pedagogo, así inicié mi carrera en el mundo de los museos y podría de pronto esperar que haya escenarios de transmisión y entrega de conocimiento, ese puede ser también un campo y el otro puede ser el de poder escribir, tener mucho más tiempo para ello, es algo que me entusiasma y que pude hacer aquí en el museo, en algunas de las exposiciones donde se generaron reflexiones sobre los temas que presentamos.

Más allá de eso, hay muchos libros todavía por abrir y leer, hay algo que es un nivel de inspiración que es clave y espero que lleguen momentos para eso. Yo creo que eso podría ser parte de ese escenario en el que podría verme independientemente de las otras puertas que se abran, porque ya sabemos que cuando una se cierra, seguramente hay otras puertas y ventanas que se abren.

Daniel Castro ya no será el director Museo Nacional

Castro se hizo director de Museo Nacional luego de participar en un concurso meritocrático, donde compitió con la experta en patrimonio María Fernanda Urdaneta y con la antropóloga Clara Isabel Botero, y por su experiencia y acciones de veinte años en el sector logró hacerse cargo del museo más antiguo de Colombia y uno de los más añejos de América Latina, fundado por Bolívar y Santander en 1823 y que abrió sus puertas el 4 de julio de 1824.

Su trabajo en la dirección resaltó por el cambio que hizo en las salas del museo, su apuesta a la reconstrucción de la memoria a través de otros formatos y otros tipos de relato que antes no se habían visto, como relatos de mujeres, la comunidad LGTBI, la tragedia del Palacio de Justicia, entre otros temas.

En la pandemia incluso, logró incorporar proyectos como ‘La historia del Museo y el Museo en la historia’, que se transmitió por YouTube Live, ¿Qué hizo de 1819 un año significativo?’, una serie de documentos que dan cuenta del trabajo que hicieron distintos sectores como los artesanos, los indígenas y las mujeres, entre otros, y las voces de treinta personajes que hacen su relato sobre esa fecha importante de nuestra historia, que se mostraron por medio de la plataforma; y ‘El jaguar y la mariposa, Chibiriquete patrimonio natural y cultural de la humanidad’, exposición inaugurada de manera virtual y que mediante 360 imágenes, sonidos y videos mostraba el único parque nacional natural declarado patrimonio mixto: material y cultural a la vez.

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