Médicos Sin Fronteras advierte que la salud mental en Providencia también deber ser tratada

La organización explicó que el estrés agudo por el que pasan los isleños debido a la situación que viven, puede llevarlos a sufrir de trastornos como ansiedad y depresión.

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Un hombre observa las casas destruidas y los escombros que dejó el paso del huracán Iota, en la isla de Providencia, Archipiélago de San Andrés (Colombia). EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda/Archivo
Un hombre observa las casas destruidas y los escombros que dejó el paso del huracán Iota, en la isla de Providencia, Archipiélago de San Andrés (Colombia). EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda/Archivo

Miembros de Médicos Sin Fronteras estuvieron en Providencia, con el fin de atender y ayudar a las familias que lo perdieron todo luego del paso del Huracán Iota por el Archipiélago, el cual acabó con el 98% de la infraestructura. La organización médica y humanitaria internacional, luego de estar allí durante un mes, advirtió que debido al desastre natural ocurrido, la salud mental de los isleños es una de las preocupaciones más grandes que tienen.

Y es que pasar más de 10 horas resguardados de la furia del huracán Iota, y ver cómo todo lo que tenían estas familias, sus viviendas, negocios, las escuelas, etc, expone a cada una de estar personas a sufrir de depresión y ansiedad.

Así lo advirtió Alejandrina Camargo, líder del equipo de Médicos Sin Fronteras que estuvo en Providencia, y quien en conjunto con otros tres médicos, tres psicólogos, y una enferma, se encargaron de brindar atención médica en las zonas más vulnerables de la isla.

En entrevista con el diario El Espectador, Camargo explicó que durante la estadía de su equipo y ella, lograron realizar más de 200 atenciones médicas, y 70 psicológicas. De acuerdo con ella, su foco de atención se concentró en aquellas familias que no tienen la capacidad para llegar hasta el hospital de campaña que dispuso el Gobierno Nacional para brindarles servicios de salud a los isleños.

Para muchas familias es difícil llegar al hospital de campaña, uno porque hay muchas vías por donde es imposible movilizarse, y además hay poco combustible, y pocos vehículos. Y dos, así mismo hay personas con discapacidades físicas. Y en medio de todo, había miedo por contraer coronavirus, porque cabe recordar que las semanas previas a la emergencias los casos en la isla iban en aumento.”, explicó la líder del equipo de Médicos Sin Fronteras al medio.

En el caso puntual de la salud mental, Camargo le dijo al Espectador que cada persona tiene una respuesta emocional diferente frente a cualquier situación que no se pueda controlar, sin embargo, aclaró que cualquier tipo de pérdida genera traumas y explicó que todo ese estrés agudo por el que pasan los isleños puede fácilmente llegar a convertirse en trastornos superiores como la depresión.

Lo que hemos trabajado a nivel de salud mental es muy caso a caso. Es ayudar a las personas a que se encuentren con sus emociones y ayudarlos para que de una u otra manera vayan superando esto. Es empezar un proceso de aceptación de la pérdida para poder continuar.”, explicó la médica al mismo medio.

Sin embargo, en la isla habitan más de 5.600 personas, por lo que la labor es mucho más compleja y debe ser constante, por eso, Camargo le dijo a El Tiempo que en la isla debería crearse una ruta de atención psicológica mucho más completa y eficaz que pudiera abarcar a toda la población. Por ejemplo, señaló al medio, que luego de la emergencia los isleños que estaban presentando problemas en su salud mental, debieron ser trasladados a San Andrés.

Sí hubiese un relevo de un perfil, de un psicólogo, de un psiquiatra que estuviese viniendo cada ocho, cada 15 días a la isla, podría mantener el control de todos los pacientes con sus tratamientos, podría disminuir mucho los síntomas y el acompañamiento del sufrimiento de las personas en este momento”, le señaló Camargo al mismo medio.

Para la doctora de Médicos Sin Fronteras, esta situación hace parte de un tema de salud pública, y aunque le indicó al medio que las personas afectadas por el paso del huracán ya no están en la fase aguda, sí sigue siendo importante prestarles una atención psicológica y hacerles un seguimiento, parra así evitar trastornos crónicos en su salud mental a futuro.

En su diálogo con El Espectador, Camargo agregó que los tratamientos psicológicos son importantes porque toman más tiempo y no son igual de fáciles de tratar, por ejemplo, explica que se puede prestar una atención (física) y se quita el dolor, pero es algo muy secundario a tratar algo relacionado con la pérdida de necesidades básicas como tener un techo, comida o agua.

Lo más complejo considero yo, para cualquier persona que llegue a Providencia, así no la haya conocido antes, es ver el panorama de todo completamente destruido. Todos los días levantar las cosas mojadas porque llueve todo el tiempo. Todos los días levantarse por haber dormido mal, es duro.”, le explicó la médica al mismo medio.

Referente a la atención médica prestada por el hospital de campaña, en los últimos días la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) entregó un balance en el cual dieron a conocer que hasta el momento, en la isla se han atendido más de 246 urgencias, 40 personas han sido trasladadas a San Andrés, y se han llevado a cabo más de 400 consultas médicas a lo largo de la isla en apoyo con Médicos Sin Fronteras, la Cruz Roja y la Fundación Barco Hospital San Rafael.

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