La historia de amor virtual de dos jóvenes se convertiría en un presunto caso de abuso

Los dos enamorados se habrían conocido por medio de una red social y, en 2019, tomaron la decisión de casarse.

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Tomado de Facebook
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Jair Lara Posada, un joven del corregimiento de Angostura, en San Zenón (Magdalena), y Maryuri Blanco Franco, una joven de Cúcuta, empezaron a hablar en una red social hasta crear un vínculo amoroso tan fuerte que la pareja decidió irse a vivir juntos y, posteriormente, llevar su amor al altar. Todo parecía “correr sobre ruedas” hasta que las cosas empezaron a cambiar, al punto que la relación se convirtió en una experiencia llena de incertidumbre, miedo, desesperanza y terminó en un presunto caso de agresión.

Después de hablar unos meses por una red social, los dos enamorados decidieron irse a vivir juntos, Franco, a pesar de tener a toda su familia en contra de esa relación, sería la primera en tomar la decisión de mudarse con él, después de haberlo visitado en algunas ocasiones.

La joven se fue sola, y sin ningún apoyo, hasta el Magdalena, donde vivía su pareja; allí se casó con él, respetando las ideologías cristianas que los acompañaban. Al principio, todo andaba muy bien, en sus redes sociales se publicaban imágenes donde se notaba la pareja llena de júbilo y felicidad por la decisión tomada.

Tomado de Facebook
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Sin embargo, para Yainny , la hermana de la joven, ese hombre no era de fiar. “Aunque era inevitable que estuviéramos intranquilos, decidimos no meternos más en sus cosas y que ella misma se diera cuenta que estaba cometiendo un error, porque ese hombre no nos daba confianza”, manifestó Yainny para El Tiempo.

Los meses pasaban y la preocupación de la familia de la joven seguía creciendo, pero insistían en no meterse en la relación. Así que se conformaron con las intermitentes comunicaciones que tenían con Franco. Un día, en el transcurso del mes de octubre, la familia decidió realizar una videollamada con ella, una decisión que les revelaría el estado su salud.

Según explica El Tiempo, Franco presentaba moretones en el cuerpo, se le veía muy delgada y con muchas ojeras. Además, algunas conversaciones con el esposo les revelaría que Franco presentaba ataques de ansiedad.

De un momento a otro se ponía a llorar, se desesperaba y se tornaba agresiva, golpeándose y mordiéndose sus labios”, contó su esposo para El Tiempo.

Las malas noticias se acumularon cuando el esposo empezó a develar el estado mental de Franco. Ella tuvo que interrumpir un viaje con su pareja para remitirse a un psiquiatra por su estado de salud. “La llevamos inicialmente a una clínica y allí nos dijeron que su enfermedad era psiquiátrica, así que la remitimos a un centro médico que tratara esa patología”, explicó.

La visita médica se llevó a cabo en el mes de noviembre, en Santa Marta, allí también se encontraban los hermanos de Franco, quienes, al ver a su hermana, procedieron a llevársela de la ciudad y devolverla a Cúcuta, no sin antes emprender una acción penal en contra de Jair Lara.

“Estaba irreconocible, no teníamos duda de que algo le habían hecho; Maryuri es una mujer alegre y sana”, explicó una familiar de ella para El Tiempo.

El estado de Maryuri
El estado de Maryuri

La denuncia afectó a Jair de sobremanera. Después de que la noticia se volviera viral, las personas empezaron a amenazarlo, obligándolo a esconderse por temor a que le hagan daño. Sin embargo, el pueblo de Angostura, y su familia, apoyan al joven, ya que no se ha encontrado signos de agresión física o psicológica por parte de él hacia su esposa.

“Nuestra principal defensa es la historia clínica, que muestra que Maryuri no ha sido violentada ni abusada. Ya el caso está en manos de un abogado que demostrará la inocencia de mi hermano”, expresó la hermana de Jair, Saday.

La historia siguió siendo una incertidumbre hasta que, este martes, El Tiempo pudo tener acceso a una entrevista que Mayuri Franco realizó en un centro asistencial de Magdalena. En la entrevista, la joven de 22 años dice que sus heridas no son autoinfligidas, sino que alguien se las propino. Sin embargo, no dice quién pudo hacerlo.

La familia de Franco asegura que el esposo trató de manipular psicológicamente a su esposa para convencerla de que tenía problemas psiquiátricos. Y hace un llamado a la autoridades para que debele la verdad sobre el caso.

Por su parte la familia de Jair se expresó ante el nuevo descubrimiento diciendo que, “tenemos nuestras pruebas para defender a Jair. Todo ese material se encuentra en manos del abogado y en su momento se conocerán para demostrar que a mi cuñada le dimos todos los cuidados”.

Ellos reiteran que Franco presentó problemas psicológicos desde el 29 de octubre, “”La empezamos a notar ansiosa, una serie de comportamientos extraños. Comenzó a decir que veía cosas, que la estaban persiguiendo, que la atacaban. Lloraba mucho, aseguraba que le pegaba un olor a tabaco y en la casa somos cristianos, ninguno fuma”, menciona Jaír en su versión suministrada por El Tiempo. Además, él insiste que su relación fue ejemplar y que nunca le haría daño a su esposa.

El caso todavía no tiene un testimonio que concluya esta historia, pero, lo único claro, es que Mayuri expresa que nunca volverá otra vez con su esposo.

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