El deshielo en la Antártida podría acelerar erupciones volcánicas

Un estudio reciente vincula la reducción de hielo polar con un aumento de actividades subglaciares, revelando un ciclo que intensificaría el cambio climático global

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Una reciente investigación sugiere que
Una reciente investigación sugiere que el deshielo en la Antártida podría intensificar las erupciones subglaciares, impactando volcanes como el Monte Erebus (Josh Landis / U.S. Arctic Program)

Un estudio reciente publicado en la revista Geochemistry, Geophysics, Geosystems reveló un vínculo alarmante entre el deshielo en la Antártida y un incremento en la actividad volcánica subglacial. La investigación, liderada por equipos de las universidades de Brown, RWTH Aachen y Wisconsin-Madison, sugiere que la reducción del peso del hielo sobre los volcanes subglaciares en el Sistema de Rift de la Antártida Occidental podría desencadenar erupciones más frecuentes e intensas. Este fenómeno alimentaría el deshielo y formaría parte de un ciclo de retroalimentación climática que podría tener repercusiones globales.

Los modelos de simulación utilizados por los investigadores revelan que, a medida que el hielo se derrite, disminuye la presión ejercida sobre el subsuelo. Este alivio permite que el magma, contenido en cámaras subterráneas, se expanda. Este cambio en el equilibrio geológico aumenta significativamente las probabilidades de erupciones volcánicas, que a su vez generan calor suficiente para derretir grandes volúmenes de hielo. Según los científicos: “El ritmo del deshielo influye directamente en la cantidad total de magma expulsado durante las erupciones volcánicas”.

Además, el estudio destaca que este proceso facilita la formación de burbujas de gas en el magma, un fenómeno similar al de abrir una bebida carbonatada. Estas burbujas aumentan la presión en las cámaras magmáticas, incrementando el riesgo de erupciones. El efecto en cadena, aunque lento, podría tener un impacto significativo a lo largo de siglos, intensificando los efectos del cambio climático antropogénico.

Un estudio liderado por universidades
Un estudio liderado por universidades de Brown, RWTH Aachen y Wisconsin-Madison evidencia un vínculo entre el deshielo antártico y un aumento en erupciones volcánicas subglaciares (Imagen Ilustrativa Infobae)

La dinámica del Sistema de Rift de la Antártida Occidental

La Antártida, conocida por su vasta extensión helada, esconde un paisaje geológico dinámico con más de 100 volcanes ocultos, muchos de ellos en el Sistema de Rift de la Antártida Occidental. Aunque algunos volcanes como el Monte Erebus son conocidos por su actividad superficial, la mayoría permanecen inactivos o enterrados bajo kilómetros de hielo.

El deshielo causado por el cambio climático está alterando este frágil equilibrio. La eliminación de la presión ejercida por el hielo sobre estas estructuras geológicas permite la expansión del magma en las cámaras subglaciares. Investigaciones recientes han demostrado que este alivio de presión podría desencadenar erupciones con consecuencias locales y globales.

Para comprender mejor estas interacciones, los científicos realizaron más de 4.000 simulaciones computacionales. Estas simulaciones, que abarcaron distintas profundidades y composiciones magmáticas, mostraron que el deshielo aumenta tanto la frecuencia como la intensidad de las erupciones volcánicas. Un hallazgo clave del estudio fue que incluso un flujo moderado de magma puede liberar suficiente calor como para acelerar el derretimiento del hielo circundante.

Además, el trabajo enfatizó cómo las tensiones generadas por el retroceso del hielo pueden facilitar la formación de grietas en la corteza terrestre. Estas grietas permiten el ascenso de magma hacia la superficie, reforzando el ciclo de retroalimentación que acelera la pérdida de hielo.

Simulaciones científicas revelan cómo incluso
Simulaciones científicas revelan cómo incluso flujos moderados de magma aceleran el derretimiento del hielo en la Antártida (Imagen Ilustrativa Infobae)

Implicaciones para el cambio climático global

Las consecuencias de este fenómeno van más allá de la Antártida. Las erupciones subglaciares contribuyen al aumento global del nivel del mar. El agua de deshielo, producto de estas erupciones, incrementa el flujo de hielo hacia el océano, exacerbando las tasas de pérdida de hielo en una de las regiones más vulnerables del planeta.

Los autores del estudio advierten que, aunque la cantidad de hielo derretido por calor volcánico es menor en comparación con otros factores como el calentamiento del océano, cualquier contribución adicional al deshielo puede tener repercusiones significativas. “Incluso una pequeña cantidad de calor adicional en la base del hielo podría facilitar su deslizamiento y permitir su desplazamiento hacia el océano más rápidamente”, expresaron los investigadores.

Además, este fenómeno puede alterar los patrones de circulación oceánica. El agua de deshielo de la Antártida desempeña un papel crucial en la regulación de las corrientes oceánicas globales, que a su vez afectan los sistemas climáticos y las temperaturas a nivel planetario. Un aumento del calor volcánico y del deshielo podría desestabilizar este delicado equilibrio, con efectos en cadena que impactarían a ecosistemas y comunidades humanas alrededor del mundo.

Aunque las dinámicas de deshielo y actividad volcánica en la Antártida son procesos que se desarrollan a lo largo de siglos, sus implicaciones no deben subestimarse. Integrar estos hallazgos en los modelos de proyección climática será crucial para anticipar los posibles impactos a largo plazo y desarrollar estrategias de mitigación.

En una región donde el hielo y el fuego coexisten, comprender estas interacciones será esencial para prever los cambios futuros y minimizar sus efectos en los ecosistemas y en las comunidades humanas.

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