Cómo es el animal más antiguo de la Tierra que puede fusionarse con otro

Investigadores descubrieron cómo organismos del filo Ctenophora pueden unirse completamente, integrando sus sistemas nerviosos y digestivos

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El descubrimiento muestra cómo las
El descubrimiento muestra cómo las medusas peine pueden fusionar sus sistemas nerviosos, moviéndose como un único organismo

En una noche de verano de 2023, Kei Jokura, investigador en biología marina, entró corriendo al laboratorio del Instituto Oceanográfico Woods Hole en Massachusetts. Llevaba consigo un hallazgo inusual: en un vaso de precipitados, una masa gelatinosa parecía ser el resultado de la unión de dos medusas peine. Lo que comenzó como una curiosidad pronto se convertiría en un descubrimiento científico que desafía las nociones más fundamentales de la biología.

Estos ejemplares, conocidos científicamente como Mnemiopsis leidyi, se encontraban en los tanques del primer piso del laboratorio. A primera vista, la fusión de dos organismos no parecía posible. Sin embargo, al observar que los dos ejemplares nadaban y reaccionaban como una unidad, los investigadores comenzaron a preguntarse: ¿cómo es posible que sus sistemas se integren de tal forma? La historia que surgió a partir de este momento abre una ventana al pasado más profundo de la vida en la Tierra y plantea preguntas filosóficas sobre la naturaleza de la identidad biológica.

Lo que hace de las medusas peine un foco de interés es que podrían ser los animales más antiguos del planeta. Su capacidad de fusionarse y sobrevivir como un organismo único no solo intriga a los científicos, sino que también cuestiona límites biológicos que se creían inquebrantables.

¿Qué tipo de animales son y por qué son especiales?

La investigación en Woods Hole
La investigación en Woods Hole encontró que dos medusas peine pueden unirse completamente tras incisiones controladas en sus cuerpos

Las medusas peine no son medusas comunes. Pertenecen al filo Ctenophora, cuyo nombre significa “portadores de peines” en griego. Este grupo se distingue por los cilios dispuestos en filas que utilizan para desplazarse en el agua, una característica única en el reino animal. A diferencia de las medusas comunes, las medusas peine no pican y no están relacionadas filogenéticamente con ellas.

Lo que las hace aún más fascinantes es su antigüedad: según los biólogos, los ctenóforos se encuentran entre los primeros animales que evolucionaron en la historia de la vida en la Tierra. “Representan una oportunidad única para estudiar aspectos fundamentales del funcionamiento del sistema nervioso”, explicó Mariana Rodriguez-Santiago, coautora del estudio y postdoctora en la Universidad Estatal de Colorado.

Más allá de sus atributos biológicos, estas criaturas también se destacan por su adaptabilidad. Otro estudio reciente publicado en la revista PNAS mostró que M. leidyi puede revertir a un estado temprano de desarrollo tras experimentar estrés. Este nivel de flexibilidad evolutiva podría ser clave para su supervivencia en ambientes cambiantes.

Un fenómeno sin precedentes: la fusión completa

Durante el experimento, las contracciones
Durante el experimento, las contracciones musculares de las medusas fusionadas se sincronizaron en menos de dos horas (Grosby Group)

El experimento que Jokura y Rodriguez-Santiago llevaron a cabo consistió en unir pares de medusas peine después de realizar pequeñas incisiones en sus cuerpos. El resultado fue sorprendente: nueve de cada diez pares se fusionaron completamente. No solo sus cuerpos se unieron, sino también sus sistemas nerviosos y digestivos, creando un organismo funcional que compartía movimiento y alimentación.

El proceso de fusión fue monitoreado mediante imágenes en intervalos de tiempo. Durante los primeros minutos, las contracciones musculares de los organismos eran independientes. Sin embargo, después de una hora comenzaron a sincronizarse, y en menos de dos horas ya funcionaban como una sola entidad. “El movimiento rítmico se unificó tan rápido que nos tomó por sorpresa”, señaló Jokura, autor principal del estudio publicado en Current Biology.

Además, para probar la integración de sus sistemas digestivos, los investigadores alimentaron con camarones fluorescentes a uno de los organismos fusionados. El alimento se desplazó por los canales digestivos del primer ejemplar y cruzó hacia el segundo, donde fue expulsado como desecho. Este hallazgo reveló una coordinación interna completa.

La ciencia detrás de la fusión, entre lo biológico y lo filosófico

Al alimentarse una de las
Al alimentarse una de las medusas fusionadas, los camarones fluorescentes compartieron el sistema digestivo integrado con el otro ejemplar (Moment RF)

Una de las preguntas más interesantes que surgieron a raíz de este descubrimiento fue cómo las medusas peine carecen del mecanismo de alorreconocimiento, que permite a los organismos diferenciar entre sus propias células y las de otro. Este mecanismo, común en los humanos y otros animales, es responsable de rechazar tejidos extraños, como ocurre en el rechazo de órganos trasplantados.

En las medusas peine, esta ausencia podría ser una ventaja evolutiva. La fusión les permite formar un organismo más grande y funcional, mejorando sus posibilidades de supervivencia en un entorno hostil. “Es fascinante cómo estos animales superan las barreras que normalmente protegen a los organismos de amenazas externas, adaptándose de una manera completamente diferente”, añadió Rodriguez-Santiago.

Más allá de lo biológico, los investigadores creen que este fenómeno plantea preguntas sobre la naturaleza de la identidad y la conciencia en los seres vivos. Jokura expresó su interés en explorar cómo se integran las redes neuronales tras la fusión: “Podríamos estar hablando de algo parecido a una fusión de pensamientos”.

Las medusas peine no solo revelan secretos de la biología antigua, sino que también ofrecen una plataforma para explorar conceptos actuales sobre adaptación, sistemas nerviosos simples y los límites de la individualidad. Su capacidad de fusión podría inspirar investigaciones en áreas como la bioingeniería, la regeneración de tejidos y la comprensión de sistemas nerviosos primitivos.

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