En las cálidas aguas de Palau, Micronesia, un equipo de científicos colocó contenedores sobre colonias de coral durante un desove masivo, en busca de respuestas a una pregunta crucial: ¿qué tan cerca deben estar los corales para reproducirse con éxito? Lo que descubrieron es alarmante y subraya la fragilidad de estos ecosistemas en un mundo que se calienta rápidamente.
Según un nuevo estudio liderado por el profesor Peter Mumby de la Universidad de Queensland y publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), la fertilización coralina disminuye considerablemente con la distancia entre colonias. “Nos sorprendió ver que los corales debían estar a menos de 10 metros uno del otro, y preferiblemente más cerca, para que se produjera la fertilización”, declaró Mumby en un comunicado.
En las condiciones más óptimas, cuando los corales están a menos de 10 metros, las tasas de fertilización alcanzan apenas el 30%. Sin embargo, este éxito cae a menos del 10% a los 10 metros y se aproxima a cero más allá de los 20 metros.
El cambio climático agrava esta delicada relación entre distancia y fertilización. Los eventos de blanqueamiento, causados por las olas de calor marinas, reducen su densidad, separando físicamente a las colonias. “Los efectos del cambio climático, como el blanqueamiento, están matando y reduciendo la densidad de los corales, por lo que nos preocupa que los individuos puedan terminar demasiado alejados entre sí para reproducirse con éxito”, advirtió Mumby en Europa Press.
Además, el clima afecta las condiciones ambientales necesarias para los desoves masivos. Durante una noche de estudio con vientos fuertes, el éxito de fertilización disminuyó drásticamente, según el informe.
Los efectos Allee, un fenómeno en el que las poblaciones fragmentadas enfrentan dificultades reproductivas, se han observado claramente en los corales. La investigación destacó que la distancia al vecino más cercano es más determinante para la fertilización que la densidad de la colonia. Asimismo, la sincronización en la liberación de gametos es esencial y se ve fortalecida cuando las colonias están próximas, algo que también disminuye en poblaciones dispersas.
Una carrera contra el tiempo
Los arrecifes de coral son uno de los ecosistemas más vitales para la biodiversidad marina. Sin embargo, su supervivencia está cada vez más comprometida. Científicos, como los del equipo dirigido por el profesor Peter Mumby, trabajan intensamente para encontrar soluciones que aseguren su futuro y el de las miles de especies que dependen de ellos.
El estudio subraya la necesidad de monitorear y restaurar la densidad de los corales en áreas clave para garantizar su reproducción. El doctor Christopher Doropoulos, coautor de la investigación y miembro de la agencia científica australiana CSIRO, explicó: “Comprender la importancia de los vecindarios locales proporciona objetivos tangibles para intervenciones como la restauración de corales”. Estas intervenciones incluirían reconectar poblaciones fragmentadas para reducir la distancia entre colonias y permitir el éxito reproductivo.
Para medir el éxito reproductivo, los investigadores colocaron contenedores sobre colonias de coral en Palau, capturando los huevos liberados durante un desove masivo. “Aunque los óvulos no podían escapar, los espermatozoides podían entrar en el recipiente y fertilizar los óvulos”, explicó Mumby en Europa Press. Después de una hora, evaluaron la proporción de óvulos fertilizados y correlacionaron estos datos con las distancias entre colonias. Los resultados muestran que la fertilización depende críticamente de la proximidad.
Este método permitió identificar claramente cómo los efectos del cambio climático y la fragmentación espacial comprometen la reproducción de los corales.
Los arrecifes de coral son esenciales para el equilibrio de los océanos, proporcionando hábitat a más del 25 % de todas las especies marinas. Su destrucción representa una amenaza para todo el ecosistema marino y, por extensión, para las comunidades humanas que dependen de ellos. Según el estudio, si no se toman medidas urgentes para abordar la fragmentación de las colonias y los efectos del cambio climático, la capacidad de los corales para mantener esta biodiversidad está en grave peligro.