Los ensayos clínicos permiten evaluar la eficacia y seguridad de medicamentos, procedimientos o intervenciones. Si los resultados son positivos, pueden ayudar a mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades.
La revista Nature Medicine le pidió a expertos que contaran los detalles de ensayos que tienen un impacto potencial para modelar la medicina del próximo año 2025.
Así quedó armada una lista de 11 estudios que se iniciaron para dar mejores respuestas a diferentes problemas que enfrenta aún la humanidad, desde el impacto de las olas de calor por el cambio climático hasta los cánceres cervicales, de mama y próstata.
También se incluyeron intervenciones para los trastornos poco frecuentes, como la enfermedad priónica, que afecta principalmente al sistema nervioso central, y la anemia falciforme, un trastorno genético de la sangre. Las iniciativas, con resultados esperados entre 2025 y 2026 podrían llegar a redefinir prácticas clínicas y políticas de salud global.
En diálogo con Infobae, Karin Kopitowski, presidenta de la Federación Argentina de Medicina Familiar y General y médica del Servicio de Medicina Familiar y Comunitaria del Hospital Italiano de Buenos Aires, comentó tras leer la lista de los ensayos: “La selección de los ensayos clínicos es un reflejo de la complejidad de los desafíos actuales en salud y de las oportunidades de innovar con equidad”.
La lista aborda desde terapias avanzadas como la edición genética para enfermedades hereditarias hasta intervenciones más pragmáticas, como los techos fríos para mitigar el impacto del calor en comunidades vulnerables.
“Esto evidencia que la investigación no solo debe enfocarse en las tecnologías de punta, sino también en soluciones accesibles y contextualizadas, especialmente en un mundo con profundas desigualdades”, resaltó Kopitowski. Aquí van los detalles de los 11 ensayos:
1- Nutrición de precisión para contar con mejores guías
Ya existen guías alimentarias que se tienen en cuenta a la hora de indicar recomendaciones, pero según Leanne Redman, fisióloga en la Universidad Estatal de Luisiana, Estados Unidos, no reflejan la diversidad de respuestas entre personas.
Por eso, con financiamiento de los Institutos Nacionales de Salud de su país, Redman lleva adelante el proyecto “Nutrición para la Salud de Precisión”, que explora cómo factores como la genética, el microbioma y la historia clínica afectan las respuestas individuales a diferentes alimentos.
El ensayo incluye a más de 8.000 adultos, y analiza cómo tres patrones alimenticios diferentes afectan la salud de los participantes durante dos semanas.
Usan modelos estadísticos y aprendizaje automático (más conocido como “machine learning” en inglés) para identificar las características individuales que permitan predecir los efectos de ciertos alimentos en la salud humana.
Se espera que los primeros resultados se publiquen en 2025 y aporten una perspectiva más inclusiva sobre la nutrición.
2- Una terapia genética para la enfermedad priónica
Sonia Vallabh era abogada y decidió darle un giro a su vida tras descubrir que tiene predisposición genética para desarrollar la enfermedad priónica.
Es un trastorno neurodegenerativo, actualmente intratable, que suele aparecer a mediana edad. Vallabh hizo un doctorado en biología en la Universidad de Harvard junto con su marido. Pasó luego a ser investigadora líder en el Instituto Broad, que depende de esa casa de estudio y del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), en EE.UU.
Intenta desarrollar un terapia genética para detener la producción de proteínas priónicas, a través del uso de oligonucleótidos antisentido, que fueron diseñados por la empresa Ionis Pharmaceuticals.
Esa intervención está en fase 1/2 y tiene como objetivo evaluar la seguridad y tolerabilidad. Se administra en el área que rodea la médula espinal y el cerebro. “El tratamiento temprano puede preservar la función cerebral”, comentó Vallabh. El ensayo cuenta con 16 sedes globales, y los primeros resultados del ensayo se esperan para finales de 2025.
3- Prueban el cannabidiol para la psicosis
Se considera que la psicosis ocurre cuando una persona experimenta una desconexión con la realidad. En la Universidad de Oxford, Reino Unido, están evaluando el uso de cannabidiol (CBD), que es una sustancia química que se encuentra en la planta Cannabis sativa, en tres grupos de pacientes en diferentes etapas del trastorno.
Philip McGuire, profesor de psiquiatría y uno de los que lleva adelante el estudio, detalló que se investiga la eficacia, la seguridad y la tolerabilidad.
Los participantes son de 30 sedes distribuidas en 11 países, y el ensayo abarca alrededor de 1.000 personas. Los primeros resultados, previstos para 2025, podrían aportar pruebas sobre la capacidad del CBD para detener el avance de la psicosis.
4 - Una edición base para la anemia falciforme
David Liu lidera el “ensayo BEACON” que emplea edición genética con la idea de contar con un tratamiento para la anemia falciforme. Consiste en modificaciones en células madre hematopoyéticas.
“La edición base ha mostrado resultados positivos en ensayos previos”, aseguró. Aunque el ensayo enfrentó desafíos (como la muerte de un paciente atribuida a efectos secundarios de la quimioterapia previa al trasplante y no a la intervención que se evalúa), los investigadores siguen confiando en los resultados potenciales.
5- Techos reflectantes para reducir enfermedades relacionadas con el calor
En Burkina Faso, otro proyecto innovador se hace, pero sin fármacos. Aditi Bunker, coordinadora del Grupo de Trabajo de Intervención en Salud y Cambio climático de la Universidad de Heidelberg, en Alemania, desarrolla un ensayo en Burkina Faso.
Evalúa el impacto de los techos “frescos” en la salud y el bienestar de comunidades vulnerables al calor extremo. Según la investigadora, esos techos reflejan la radiación solar, disminuyen la temperatura interior y alivian el estrés térmico.
“Estamos capacitando a la comunidad local para implementar esta solución asequible”, explicó. El estudio incluyó 600 hogares de 25 aldeas: se midieron indicadores como frecuencia cardíaca y presión arterial durante dos años.
Los resultados podrían respaldar la implementación masiva de esa tecnología en regiones afectadas por el cambio climático.
6- Los potenciales radiofármacos para el cáncer de próstata
Oliver Sartor, oncólogo en la Clínica Mayo, trabaja en el ensayo PSMAaddition, que evalúa el uso temprano del radiofármaco Lu-177 PSMA-617 para casos de cáncer de próstata metastásico.
Esa intervención ya fue aprobada para casos avanzados, pero podría revolucionar la atención si demuestra su eficacia en etapas iniciales.
Con más de 1.100 pacientes en estudio, el ensayo mide la supervivencia libre de progresión radiográfica como resultado principal. Sartor resaltó en Nature Medicine el potencial de este tratamiento como “un cambio de paradigma” en el manejo del cáncer de próstata globalmente.
7- Chatbots para detección de cáncer cervical
La científica Farida Selmouni, que trabaja en la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, Francia, tiene esperanzas con el ensayo que prueba el uso de un chatbot educativo para mejorar la participación en programas de detección del virus del papiloma humano (VPH). Ese patógeno se puede transmitir a través del contacto sexual con una persona infectada.
El chatbot fue diseñado para mujeres de áreas desfavorecidas, y da respuestas rápidas y claras sobre el autocontrol del cáncer cervical. El enfoque se basa en estudios cualitativos previos y se esperan los resultados para el próximo año. Si resulta exitoso, podría incrementar significativamente las tasas de participación en detección temprana del cáncer de cuello uterino.
8- Herramientas móviles para la salud mental
En Kenia está en curso un ensayo que aborda la salud mental de adolescentes a través de herramientas digitales. Keng-Yen Huang, profesora en la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, EE.UU, detalló que incluye aplicaciones separadas para adolescentes y padres, que fomentan el autocuidado y las estrategias de crianza.
Se busca reducir la violencia y mejorar las habilidades de resolución de problemas. Los resultados medirán el impacto en la salud mental y el desarrollo de los participantes.
9- Detección personalizada del cáncer de mama
En Francia, Suzette Delaloge, especialista en oncología en el Instituto Gustave Roussy, impulsa el ensayo MyPeBS, que compara estrategias de detección del cáncer de mama basadas en riesgos individuales frente al enfoque estándar.
La investigadora consideró que el enfoque del estudio “podría revolucionar la prevención al personalizar las intervenciones”.
Con más de 53.000 participantes en seis países, el estudio mide la incidencia de cáncer avanzado en un periodo de cuatro años. Los resultados prometen reducir sobrediagnósticos y tratamientos innecesarios.
10- Jardinería doméstica para combatir malnutrición
El ensayo ALIMUS fomenta la puesta en marcha de huertos orgánicos para diversificar la dieta en Kenia y Burkina Faso. Se hace para contrarrestar la pérdida de nutrientes en cultivos básicos.
Ina Danquah, científica en la Universidad de Bonn, Alemania, explicó que este enfoque, diseñado localmente, busca mejorar la altura para la edad en niños, un indicador clave de nutrición. Los resultados, esperados para 2025, podrían informar estrategias futuras contra la malnutrición causada por el cambio climático.
11- Juegos educativos para niños con autismo
Dennis Wall, profesor en la Universidad de Stanford, EE.UU. trabaja en un ensayo que evalúa el impacto del uso de un juego móvil diseñado para mejorar la integración social de niños con autismo.
El juego se hizo para fomentar la interacción con cuidadores y recopila datos que personalizan la experiencia. El estudio, que involucra a niños de 2 a 8 años, podría contribuir al desarrollo de terapias accesibles para abordar síntomas.
“Lo que destaco de los estudios que menciona Nature Medicine es el uso de las nuevas tecnologías aplicadas al mejoramiento de los resultados de salud: inteligencia artificial, salud móvil, medicina de precisión para poder proveer una estrategia de prevención a las mujeres con mayor riesgo de tener cáncer de mama, así como reducir la cantidad de mamografías entre aquellas con bajo riesgo”, dijo a Infobae la doctora Silvina Arrossi, socióloga, investigadora en salud humana del Conicet y del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) en Buenos Aires.
En particular -señaló Arrossi-, “me parece interesante destacar el chatbot que están desarrollando en Francia para aumentar el tamizaje con test de VPH entre aquellas mujeres que usualmente no lo hacen. Porque usa la inteligencia artificial para responder a una demanda de las mujeres que los sistemas de salud no pueden responder”.
La idea es que las mujeres a las que se les ofrece la autotoma del test de VPH puedan usar el chabot para obtener información y así se promueve su participación.