Los vastos paisajes africanos, habitados por una especie que, aunque gigante, se vuelve cada vez más escasa. Los elefantes africanos, conocidos como los animales terrestres más grandes del planeta, enfrentan un futuro incierto. Según un reciente estudio exhaustivo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, las poblaciones de estos mamíferos se han reducido en un promedio del 77% en los últimos 53 años, debido principalmente a la caza furtiva y a la pérdida de su hábitat natural.
Los elefantes africanos se dividen en dos especies: el elefante de sabana y el elefante de bosque, y ambas han sufrido una alarmante disminución. En los sitios analizados por el estudio, las poblaciones de elefantes de sabana cayeron en un 70%, mientras que las de los elefantes de bosque se desplomaron en un 90%. La pérdida general es abrumadora, y el profesor George Wittemyer, de la Universidad Estatal de Colorado y presidente del consejo científico del grupo de conservación Save the Elephants, destaca, según Reuters, la gravedad de la situación: “Muchas de las poblaciones perdidas no volverán y muchas poblaciones de baja densidad enfrentan presiones continuas. Es probable que perdamos más poblaciones en el futuro”.
La caza furtiva ha golpeado especialmente a los elefantes de bosque, cuya población se estima en solo un tercio de la de los elefantes de sabana. Esta especie fue más vulnerable debido a su hábitat en las densas selvas, donde resulta más difícil protegerlos. El estudio indica que la caza furtiva y la destrucción de hábitats en regiones como el norte y el este de África han contribuido de manera desproporcionada a la disminución de esta especie.
Uno de los factores más destructivos en esta crisis es la caza furtiva. Los cazadores matan elefantes para obtener sus colmillos, que se venden ilegalmente en el mercado negro, especialmente en Asia. El profesor Wittemyer subraya que esta actividad ha diezmado las poblaciones en muchas áreas de África, especialmente en el Sahel, en el norte del continente.
“La alta presión y la protección limitada han culminado en la extirpación de poblaciones”, señala el estudio, destacando que el impacto de la caza furtiva ha afectado de manera desigual a distintas regiones. Además de la caza furtiva, la pérdida de hábitat es otro factor importante en la disminución de los elefantes africanos. La expansión de terrenos agrícolas ha invadido sus territorios naturales, limitando el espacio disponible para estas especies.
Regiones más afectadas
La reducción de las poblaciones de elefantes no ha sido uniforme en toda África. En algunas regiones, como el Sahel en el norte, la situación es crítica debido a factores como conflictos y falta de protección efectiva. El profesor George Wittemyer explicó que en países como Malí, Chad y Nigeria, “la alta presión y la protección limitada han culminado en la extirpación de poblaciones” de elefantes. Sin embargo, en el sur de África, los esfuerzos de conservación han permitido un crecimiento poblacional en lugares como Botsuana, Zimbabue y Namibia, donde las poblaciones de elefantes han aumentado en un 42% de los sitios estudiados.
Calcular la cantidad de elefantes en todo el continente es complicado debido a la falta de estudios regulares y la variedad de metodologías utilizadas. Los elefantes de sabana se cuentan desde aviones, mientras que los de bosque, debido a su hábitat denso, se deben contar a pie. Además, el tamaño de África y las diferentes políticas de cada país complican los estudios. George Wittemyer señaló que “los estudios existentes se llevaron a cabo mediante una cuidadosa planificación logística e inversión de recursos” para obtener datos confiables.
Los elefantes desempeñan un papel crucial en los ecosistemas africanos. Actúan como dispersores de semillas y ayudan a mantener el equilibrio entre bosques y pastizales. Según Dave Balfour, investigador del Centro de Ecología de Conservación Africana de la Universidad Nelson Mandela: “La pérdida de grandes mamíferos es un problema ecológico importante para África y el planeta”.
Para revertir esta tendencia de declive, el estudio destaca la necesidad de intensificar los esfuerzos de conservación. George Wittemyer subraya la importancia de aprender de los casos de éxito: “El contexto y las soluciones en los distintos lugares pueden ser muy diferentes, pero hay ejemplos de personas que gestionan y protegen eficazmente a estas poblaciones”. Además, los autores recomiendan que los esfuerzos de conservación se enfoquen en las áreas con mayor éxito, como las regiones del sur de África, y que se inviertan más recursos en políticas y protección para frenar la disminución de elefantes en todo el continente.