El estudio más reciente publicado en Science Advances revela un hallazgo alarmante: el derretimiento de las plataformas de hielo antárticas, especialmente la Plataforma de Hielo Ross, está acelerando debido al aumento de la temperatura del océano. Este fenómeno, que podría contribuir de manera significativa al aumento del nivel del mar, se debe al calentamiento de las aguas superficiales, que están siendo impulsadas hacia debajo del hielo por los vientos. A lo largo de las últimas cuatro décadas, el Mar de Ross ha experimentado un incremento en la temperatura, lo que ha intensificado el derretimiento de los hielos en esta región estratégica de la Antártida.
La investigación fue liderada por Peter M. F. Sheehan y Karen J. Heywood de la Universidad de East Anglia (UEA), quienes utilizaron un vehículo submarino autónomo, el Seaglider SG613 (apodado “Marlin”), para explorar las condiciones oceánicas en el área. En diciembre de 2022, el robot, que inicialmente debía desplazarse en aguas abiertas, quedó atrapado por una corriente que lo arrastró hacia una cavidad bajo la plataforma de hielo. Este inesperado giro permitió obtener datos valiosos sobre la infiltración de aguas cálidas que, hasta ese momento, no habían sido observadas directamente.
El fenómeno de la subducción del calor marino
El estudio pone de manifiesto un proceso conocido como subducción de aguas cálidas, que ocurre cuando las aguas superficiales, calentadas por el sol, son empujadas hacia abajo, hacia las cavidades de las plataformas de hielo, en este caso, la Plataforma de Hielo Ross.
El proceso es impulsado por el viento, que genera una corriente que transporta el calor hacia el fondo de la plataforma, donde el hielo comienza a derretirse. Esta infiltración de agua cálida tiene un grosor de unos 50 metros y presenta temperaturas ligeramente por encima de los -1.8 °C, lo suficientemente altas como para derretir el hielo que cubre la cavidad.
Aunque el aumento en la temperatura de las aguas de apenas cuatro milésimas de grado Celsius por año pueda parecer mínimo, el análisis realizado por los investigadores muestra que, durante los últimos 45 años, esto ha provocado una pérdida de hielo de entre 20 y 80 centímetros por año, un impacto considerable sobre la masa de hielo en la región.
El papel clave de la Plataforma de Hielo Ross
La Plataforma de Hielo Ross es una de las más grandes de la Antártida, cubriendo aproximadamente un tercio de las plataformas de hielo del continente. Estas plataformas actúan como barreras naturales que ralentizan el flujo de hielo terrestre hacia el mar. Sin embargo, el derretimiento basal acelerado que se está observando podría llevar a la desestabilización de la plataforma y a una mayor liberación de hielo terrestre al océano, lo que aceleraría el aumento del nivel del mar a escala global.
El Mar de Ross, al estar expuesto a estos procesos de subducción, se ha convertido en un área clave para los estudios sobre el cambio climático. Los vientos que provocan el transporte de calor desde la superficie hacia las cavidades bajo las plataformas de hielo están directamente relacionados con el patrón de circulación atmosférica, el que, según los modelos climáticos, se ve afectado por el cambio climático.
La importancia de los datos recolectados por el Seaglider
El Marlin, el robot submarino, completó un total de 79 inmersiones, tomando mediciones a profundidades de hasta 200 metros, y registró cómo el calor marino ha sido transportado al interior de la plataforma de hielo. Los resultados fueron más allá de las expectativas iniciales de los científicos, ya que les permitió medir de manera directa el flujo de calor hacia la cavidad, algo que antes solo se había inferido indirectamente a partir de observaciones de barcos y otros medios.
Este descubrimiento tiene repercusiones importantes en la comprensión de cómo los procesos oceánicos pueden acelerar el derretimiento de las plataformas de hielo, lo que a su vez podría contribuir al aumento global del nivel del mar. En particular, los patrones de viento que transportan calor hacia la cavidad de la plataforma de hielo y la manera en que estas corrientes de Ekman afectan el derretimiento, deben ser incorporados en los modelos climáticos para mejorar las proyecciones sobre el futuro del hielo antártico. La investigación futura se centrará en entender mejor cómo las variaciones en estos patrones de viento podrían cambiar a medida que el calentamiento global continúe.
Este estudio, al ser el primero en utilizar un conjunto de datos de largo plazo y múltiples décadas, marca un avance crucial para los modelos de predicción del cambio climático y la desintegración del hielo antártico, aspectos que tendrán un impacto significativo en las próximas generaciones.