El pasado sábado 12 de octubre, miles de personas de 201 países pusieron sus ojos en el cielo y lograron un hito histórico: documentaron 7.800 especies de aves en un solo día, el equivalente a más del 70% de todas las especies conocidas en el planeta. Este evento de observación de aves, conocido como el “Gran Día”, no solo batió un récord mundial, sino que marcó un momento importante para la ciencia ciudadana en la ornitología. Este tipo de iniciativa masiva ofrece a la ciencia una mirada global y sin precedentes de la diversidad aviar en todos los continentes.
Documentación de especies: una meta ambiciosa lograda
El logro de documentar 7.800 especies en un día revela la ambición y la efectividad de los observadores de aves en todo el mundo. Con la participación de 748.000 personas, el evento no solo se limitó a un recuento numérico: los participantes también registraron sus avistamientos mediante 66.000 fotografías, que ahora forman parte de una biblioteca científica de gran valor para el estudio de la biodiversidad global. Este volumen de registros y fotografías hace que el Gran Día sea un recurso inigualable para la investigación, ya que permite comparar y analizar la presencia y distribución de especies de una forma que hasta hace poco era inimaginable.
Colaboración global y participación masiva
El éxito del “Gran Día” fue posible gracias a la colaboración de 201 países y la participación de 748.000 observadores de aves. Este nivel de involucramiento colectivo marcó el evento como el mayor proyecto de ciencia ciudadana en la historia de la ornitología, un esfuerzo que, además de aportar datos valiosos, demostró la creciente popularidad y compromiso de las personas con la conservación de la naturaleza. Desde aficionados hasta expertos, estos observadores se movilizaron para capturar la diversidad aviar y registrar sus hallazgos a través de aplicaciones y plataformas digitales.
Este proyecto de escala global se organizó a través de múltiples canales de comunicación, motivando a comunidades de observadores de aves a participar en un evento que no solo impulsó el conocimiento sobre especies locales, sino que también conectó a personas en una causa común: la protección y documentación de las aves. Así, el Gran Día consolidó la idea de que la ciencia ciudadana puede ofrecer un aporte esencial y de gran alcance para la investigación científica.
Organizadores y alcance del evento
La organización del “Gran Día” fue posible gracias al trabajo conjunto de diversas instituciones y plataformas de observación de aves, lideradas por eBird y el Laboratorio de Ornitología de Cornell, en colaboración con la aplicación Merlin y numerosas agrupaciones nacionales y continentales dedicadas a la observación de aves. Estas entidades facilitaron tanto la planificación como el seguimiento de este evento global, proporcionando las herramientas tecnológicas y la infraestructura necesarias para reunir y procesar cientos de miles de avistamientos en tiempo real.
eBird y Merlin se destacan como plataformas clave para la observación de aves, ya que permiten a los usuarios registrar y compartir sus avistamientos de manera accesible y sencilla. Además, los datos recopilados por estas plataformas se utilizan en investigaciones científicas y en proyectos de conservación, lo que convierte al Gran Día en un recurso invaluable para el estudio de las aves. Como explicó el equipo de prensa de eBird en su comunicado, “juntos, hemos aportado datos que ayudarán a informar sobre la conservación de las aves para las generaciones futuras”.
Resultados sobresalientes en diferentes países
Si bien este evento se realizó el 12 de octubre, los resultados se dieron a conocer en las últimas semanas. El “Gran Día” dejó registros destacados en varios países, que se convirtieron en puntos focales de observación y documentación de especies. Colombia, país con la mayor diversidad de aves endémicas en el mundo, lideró en número de avistamientos, confirmando su lugar como uno de los centros globales de biodiversidad. La participación en Colombia reflejó la riqueza de sus ecosistemas, y el país se consolidó una vez más como un destino prioritario para la ornitología.
En Italia, eBird Italia reportó un crecimiento notable en el número de usuarios, duplicando su base y registrando un aumento del 229 % en las listas de verificación enviadas en comparación con años anteriores. Este avance no solo evidencia el entusiasmo local por la observación de aves, sino también el creciente interés en la ciencia ciudadana y la conservación en Europa. Tanzania, por su parte, se destacó por registrar la mayor cantidad de especies en el continente africano, con un total de 772 especies, mientras que India lideró en Asia con 750 especies documentadas.
Estos resultados no solo celebran la diversidad biológica de cada país, sino que también subrayan la importancia de los esfuerzos de conservación en regiones clave. Los datos recogidos en estos y otros países permitirán a los investigadores rastrear tendencias a lo largo del tiempo y responder mejor a las necesidades de conservación de cada región.
Contribución a la conservación
Uno de los aspectos más valiosos del “Gran Día” es su impacto en los esfuerzos de conservación de las aves. Al documentar 7.800 especies en un solo día, esta iniciativa ofrece a los investigadores y conservacionistas una base de datos extensa y detallada que ayuda a monitorear la biodiversidad a nivel global. Este tipo de información es especialmente útil en un contexto en el que los estudios tradicionales de fauna, que requieren grandes cantidades de tiempo y recursos económicos, no siempre son factibles para abarcar un espectro tan amplio de especies y localizaciones.
Los datos generados en el Gran Día permiten a los científicos identificar y analizar patrones de distribución, migración y presencia de especies en distintos hábitats. Esto no solo apoya el monitoreo continuo de las poblaciones de aves, sino que también ayuda a detectar cambios significativos en sus números y distribución que podrían estar vinculados a factores ambientales o amenazas humanas. Como señala eBird, la información recogida por observadores de aves contribuye a una visión integral del estado de conservación de las aves, ofreciendo un panorama de su diversidad y abundancia que resulta fundamental para tomar decisiones efectivas en la protección de estas especies.
Este enfoque de ciencia ciudadana convierte a los observadores en aliados clave en la lucha por preservar la biodiversidad, al tiempo que democratiza el acceso a la ciencia y hace posible que personas de todo el mundo contribuyan al conocimiento y la conservación de la vida silvestre.
El próximo Gran Día
Con el éxito de esta edición de octubre, el “Gran Día” ya tiene programada su siguiente fecha: el sábado 10 de mayo de 2025, un evento que promete convocar a observadores de aves de todos los rincones del mundo para continuar documentando y preservando la biodiversidad aviar. La expectativa sobre este próximo encuentro es alta, ya que cada nueva edición contribuye con información adicional que complementa la recopilada anteriormente, permitiendo a los investigadores comparar datos y evaluar posibles cambios en las poblaciones y comportamientos de las aves.
Al reunir a miles de voluntarios en torno a la conservación, el Gran Día se ha consolidado no solo como una actividad recreativa, sino como un recurso invaluable para la ornitología y la ciencia ciudadana. Cada jornada de observación amplía el conocimiento sobre las especies locales e internacionales y fortalece la red global de ciudadanos comprometidos con el medio ambiente. La próxima edición también representa una oportunidad para profundizar en el estudio de migraciones estacionales, especies en peligro de extinción y otras áreas críticas para la protección de la fauna.