Un equipo de físicos del MIT y Caltech realizó un descubrimiento sorprendente que cambia el panorama sobre la formación de los agujeros negros. En un estudio reciente publicado en la revista Nature, los investigadores observaron por primera vez un sistema de triple agujero negro en la Vía Láctea, específicamente en V404 Cygni, ubicado a unos 8.000 años luz de la Tierra.
Este sistema está compuesto por un agujero negro central que devora material de una estrella que orbita muy cerca de él cada 6,5 días, en una configuración que recuerda a los habituales sistemas binarios. Lo realmente inesperado fue el hallazgo de una segunda estrella orbitando a una gran distancia del agujero negro, completando una vuelta cada 70.000 años, informó la agencia de noticias EFE.
“Es casi seguro que no se trata de una coincidencia ni de un accidente. Estamos viendo dos estrellas que se suceden porque están unidas por una débil cuerda de gravedad. Por lo tanto, tiene que tratarse de un sistema triple”, explicó Kevin Burdge, becario Pappalardo en el Departamento de Física del MIT y autor principal del estudio, en un comunicado oficial del MIT.
Este descubrimiento planteó interrogantes sobre el origen del agujero negro central, ya que, de haberse formado a través de una supernova violenta, la explosión debería haber expulsado cualquier objeto débilmente unido a su órbita, como esta lejana segunda estrella.
Sin embargo, la persistencia de esta estrella exterior sugiere que el agujero negro se originó mediante un proceso de colapso directo, en el que la estrella colapsa sobre sí misma sin la violenta liberación de energía característica de una supernova.
Además, este descubrimiento no solo cuestiona la teoría predominante sobre el origen de los agujeros negros, sino que también podría tener implicaciones sobre la existencia de otros sistemas triples. Los físicos creen que este sistema único podría ser una evidencia de que otros agujeros negros se formaron de manera similar, sin las explosiones destructivas que habrían expulsado objetos lejanos de su órbita.
Burdge sentenció: “Este sistema es súper emocionante para la evolución de los agujeros negros, y también plantea preguntas sobre si hay más tripletes por ahí”.
El análisis del sistema
Para comprender cómo pudo haberse formado y mantenido este sistema triple de agujero negro, los físicos realizaron una serie de simulaciones. En cada una de ellas, introdujeron tres estrellas en distintas configuraciones, donde una de ellas colapsaba para formar el agujero negro, informó la agencia de noticias Europa Press.
Durante decenas de miles de simulaciones, variaron los escenarios para analizar cómo la energía liberada en la explosión de una supernova o en un proceso de colapso directo afectaba a las otras dos estrellas. Los resultados fueron reveladores: en la mayoría de los casos, solo los escenarios que involucraban un colapso directo permitían que la tercera estrella, la más lejana, permaneciera en su órbita sin ser expulsada por la explosión.
Además de aportar pistas sobre el origen del agujero negro, la estrella exterior del sistema permitió a los científicos determinar la edad del sistema. La estrella exterior, que está en proceso de convertirse en una gigante roja, una etapa avanzada en la vida de una estrella, ofreció información clave.
Basándose en esta transición estelar, los investigadores calcularon que tanto la estrella como el sistema triple tienen aproximadamente 4.000 millones de años. Este dato es crucial, ya que es la primera vez que los científicos logran determinar la antigüedad de un sistema de agujero negro utilizando este tipo de mediciones.
“Nunca antes habíamos podido hacer esto con un agujero negro antiguo. Ahora sabemos que V404 Cygni es parte de un triplete, que podría haberse formado a partir de un colapso directo y que se formó hace unos 4.000 millones de años, gracias a este descubrimiento”, cerró Burdge en el comunicado del MIT.