Desde las tierras áridas de Australia hasta las densas selvas del sudeste asiático, las serpientes venenosas evolucionaron para desarrollar potentes toxinas como mecanismo de defensa y caza. Sin embargo, algunas de estas especies representan un peligro real para los humanos debido a sus potentes venenos, su comportamiento y los lugares donde viven. Según National Geographic, estas son las serpientes más venenosas del mundo.
Taipán del interior (O<i>xyuranus microlepidotus)</i>
La taipán del interior, también conocida como “serpiente feroz”, es reconocida como la serpiente con el veneno más potente de todas. Su mordedura contiene suficiente neurotoxina para matar a más de 100 personas, e incluso una dosis menor podría ser letal en cuestión de minutos. Esta especie se encuentra en las zonas semiáridas del interior de Australia, especialmente en el suroeste de Queensland y partes del noreste de Australia Meridional. Con un cuerpo esbelto de aproximadamente 1,8 metros de longitud y una coloración marrón claro u oliva que cambia de tono según la temporada, la taipán del interior se camufla en el suelo de su árido hábitat para acechar a sus presas, principalmente roedores.
El veneno de esta serpiente está específicamente diseñado para atacar el sistema nervioso de animales de sangre caliente, que provoca una parálisis rápida y un colapso respiratorio en sus víctimas. Afortunadamente, la taipán del interior es tímida y evita el contacto humano, lo que reduce las probabilidades de encuentros fatales. Según reporta el Museo Australiano, esta especie se encuentra principalmente en lugares remotos, y su carácter reservado limita considerablemente el número de ataques registrados, lo que la convierte en una de las serpientes más venenosas, pero menos peligrosas, en cuanto a ataques registrados se refiere.
Taipán costera (<i>Oxyuranus scutellatus</i>)
La taipán costera se considera una de las serpientes más peligrosas de Australia, pues posee el tercer veneno más potente del mundo. Este afecta rápidamente el sistema nervioso y la coagulación sanguínea, y su mordedura resulta letal en el 80 % de los casos no tratados. La taipán costera habita principalmente en las regiones costeras y áreas rurales de Australia, incluyendo los estados de Queensland y el Territorio del Norte, y también se puede encontrar en algunas islas de Papúa Nueva Guinea e Indonesia. Esta serpiente puede alcanzar hasta 3 metros de longitud y presenta un cuerpo delgado de tonos marrón o verde oliva, que le permite camuflarse en los campos de caña de azúcar y otros ambientes agrícolas donde caza a sus presas, principalmente roedores y pequeñas aves.
Krait rayado (<i>Bungarus fasciatus</i>)
El krait rayado, una de las serpientes más venenosas del sudeste asiático, es fácilmente reconocible por su patrón de bandas negras y amarillas. Habita en un área extensa que va desde India hasta Vietnam, y se le encuentra en ambientes húmedos como arrozales, campos de cultivo y zonas pantanosas. A diferencia de otras serpientes venenosas, el krait rayado es principalmente nocturno, lo que reduce las posibilidades de encuentro con humanos durante el día. Sin embargo, su veneno es altamente letal y una mordedura puede provocar parálisis muscular y fallos respiratorios si no se trata a tiempo.
Cobra real (<i>Ophiophagus hannah</i>)
La cobra real es la serpiente venenosa más larga del mundo y una de las más imponentes debido a su tamaño y apariencia distintiva. Esta serpiente puede superar los 5 metros de longitud, y su cuerpo musculoso es generalmente de tonos oliva, marrón o negro. Según la página ultimate kilimanjaro, la cobra real se encuentra en las selvas tropicales y bosques densos del sudeste asiático y el subcontinente indio, donde establece su territorio en áreas donde puede cazar otras serpientes, incluyendo especies venenosas, como parte principal de su dieta.
Su veneno no es el más potente, pero la cantidad que puede inyectar en una sola mordedura es suficiente para matar a un elefante, y su mordedura provoca una rápida parálisis respiratoria en humanos. Aunque no es particularmente agresiva hacia los humanos, la cobra real defiende ferozmente su territorio, especialmente durante la época de reproducción. el veneno de la cobra real ataca el sistema nervioso de la víctima, causando una parálisis muscular total que afecta rápidamente la respiración.
Víbora gariba (<i>Echis carinatus</i>)
La víbora gariba, también conocida como víbora de escamas aserradas, es responsable de más muertes humanas que cualquier otra serpiente venenosa debido a su agresividad y a la proximidad de su hábitat a zonas densamente pobladas. Según National Geographic, aunque su veneno es menos potente que el de otras serpientes en esta lista, su alta frecuencia de ataques en regiones rurales, particularmente en India y Sri Lanka, la convierten en una amenaza letal en estas áreas. Esta especie nocturna se encuentra en zonas áridas y semiáridas del sur de Asia y partes de África, en lugares como desiertos y campos de cultivo.
Además, esta serpiente es conocida por su comportamiento agresivo: emite un sonido característico al frotar sus escamas aserradas como advertencia antes de atacar. Se estima que esta serpiente es responsable de hasta 5.000 muertes anuales en India, lo que la convierte en la especie con mayor impacto en términos de fatalidades humanas.