En medio de la última temporada histórica de dengue que tuvo la Argentina hace pocos meses, se notó la falta de repelentes para combatir al mosquito Aedes aegypti, vector de esa enfermedad, así como también del zika y chikunguña.
Es por eso que distintos proyectos universitarios en el país pusieron manos a la obra para que el acceso a repelentes no vuelva a ser una triste realidad por parte de la comunidad.
En ese sentido, tanto la Universidad de Buenos Aires (UBA), como también la Universidad Nacional de la Plata (UNLP) anunciaron la producción de miles de repelentes para ser distribuidos en forma gratuita a las personas.
La iniciativa, se suma a los esfuerzos de combatir al mosquito transmisor del dengue, junto a otras estrategias como el descacharreo de recipientes donde el mosquito pone sus huevos, la vacunación, el uso de ropa de manga larga y la fumigación, entre otras medidas.
“Venimos elaborando varias preparaciones desde el año pasado, que tuvimos la peor temporada de dengue que conoció el país. Y ahora estamos trabajando con distintos municipios para brindar una respuesta clara y efectiva a esta problemática sanitaria. Tenemos convenios de trabajo y producción de repelentes con los municipios de Berisso y Monte Hermoso en la provincia de Buenos Aires y estamos cerrando acuerdos con cuatro jurisdicciones más de cara a la próxima temporada de dengue”, explicó a Infobae el doctor Mauricio Erben, decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP, que encabeza el proyecto.
“La universidad, incluso en tiempos de crisis presupuestaria, hace un esfuerzo para atender las problemáticas de salud pública. En nuestros laboratorios, ponemos el conocimiento y el compromiso de toda nuestra comunidad universitaria al servicio de la sociedad. No podemos permitir que la prevención del dengue sea solo un privilegio para quienes pueden pagar los repelentes a elevados precios del mercado. Los convenios con los municipios para la producción de repelentes muestran que un Estado presente es esencial para cuidar la salud de la población”, sostuvo Erben, que comentó que hoy la facultad organiza una jornada de concientización en barrios periféricos de La Plata para promover medidas de cuidado frente al dengue.
Erben sostuvo que los municipios son los que financian el proyecto para que luego los repelentes sean distribuidos gratuitamente en sus jurisdicciones.
Y que la producción planificada es de 5000 unidades por ahora, esperando que haya más jurisdicciones que se sumen a la iniciativa para elaborar más. La Facultad avanza en las tratativas para oficializar acuerdos de idéntica naturaleza con los municipios de Las Flores, Almirante Brown, La Matanza y Berazategui.
El proyecto tiene como uno de sus pilares la producción de 5000 unidades de repelente, utilizando una fórmula magistral que contiene 15% de DEET, alcohol y glicerina, con una protección de entre 4 y 6 horas.
Ignacio León, Secretario de Extensión de la Facultad de Ciencias Exactas, precisó a Infobae que el proyecto está sostenido por el trabajo del farmacéutico Nicolás Trovato López, docente-extensionista con amplia experiencia en farmacia hospitalaria. Además, el proyecto cuenta con la participación activa de estudiantes, graduados y docentes de la facultad, a través del programa de extensión “Taller de Magistrales, Laboratorio Social”.
“Además de Trovato tenemos cinco expertos más trabajando y durante las campañas de producción se convoca a alumnos, docentes y no docentes que superan las 50 personas Arrancamos en agosto con el proyecto, teniendo en cuenta el aumento de costos y la especulación que siempre hay cuando llegamos a los meses de más calor y con más mosquitos”, sostuvo León, quien señaló que la campaña que llevan adelante es integral y no solamente enfocada a la producción y distribución de repelentes. En todos los talleres que hacemos, comunicamos la estratégica contra el dengue en forma integral, que incluye el descacharreo, la vacunación y otras medidas preventivas para evitar el contagio.
Producción de repelentes en la UBA
Ante el avance constante del dengue, la Facultad de Farmacia y Bioquímica (FFyB) de la UBA ha tomado la iniciativa de producir un repelente de insectos efectivo y accesible. Este proyecto, liderado por la Cátedra de Tecnología Farmacéutica I, se alinea con la misión de la UBA de contribuir a la salud pública, utilizando el conocimiento científico para enfrentar emergencias sanitarias de manera concreta y sustentable.
El aumento de los casos de dengue en Argentina ha generado una creciente preocupación entre las autoridades y la población. En respuesta a esta situación, la FFyB ha comenzado la producción de 5000 unidades de repelente, que serán distribuidas gratuitamente en el marco de las jornadas “UBA en Acción”. La iniciativa no solo busca proteger a la población de las picaduras de mosquitos, sino que también promueve la prevención de enfermedades mediante un enfoque integral.
El repelente, desarrollado bajo los más altos estándares de calidad, contiene DEET como su ingrediente activo principal en una concentración del 7%. Esta formulación asegura una protección adecuada, con reaplicaciones recomendadas cada dos o tres horas. A diferencia de otros productos comerciales, el repelente de la UBA fue diseñado con un enfoque sustentable y seguro para el medio ambiente, lo que refuerza el compromiso de la facultad con la innovación responsable.
Distribución gratuita y educación comunitaria
El esfuerzo no se limita a la producción del repelente. La iniciativa también incluye una serie de charlas informativas que se llevan a cabo en Plaza Houssay, donde se ofrece información sobre los síntomas del dengue, las medidas preventivas y la importancia de la vacunación, como sucedió el pasado 10 de octubre, donde se buscó concienciar a la comunidad sobre la necesidad de tomar medidas preventivas para evitar una nueva epidemia, como la que afectó al país durante 2023-2024.
Este enfoque educativo es fundamental para combatir el avance de la enfermedad. Según las autoridades de la Cátedra de Tecnología Farmacéutica I, es crucial que la población esté informada no solo sobre cómo usar los repelentes, sino también sobre cómo identificar los síntomas del dengue y actuar de manera rápida y eficiente.
La producción del repelente está a cargo de un grupo de profesionales liderado por la profesora Silvia Lucangioli, titular de la Cátedra de Tecnología Farmacéutica I. El equipo incluye a Oriana Boscolo, Sabrina Flor, Cecilia Dobrecky y la estudiante de doctorado Camila Olivera, quienes trabajan incansablemente para asegurar que el repelente sea seguro y efectivo.
Uno de los mayores obstáculos que enfrenta el proyecto es el alto costo del DEET, un insumo esencial para la producción del repelente. Aunque la Anmat autorizó la importación de repelentes para asegurar el abastecimiento, el costo del DEET ha aumentado de manera drástica. En agosto de este año, el precio de un bidón de cinco litros de DEET era de $100.000, pero actualmente ha ascendido a casi $250.000, lo que ha generado serias dificultades para mantener la producción continua.
A pesar de estas limitaciones presupuestarias, el equipo de la FFyB ha logrado envasar las primeras 800 unidades en un solo día y continúa trabajando para alcanzar la meta de las 5.000 unidades.
La intención es que este repelente no solo proteja a la población, sino que también sea una alternativa accesible frente a los elevados costos de los productos comerciales que se encuentran en las góndolas de los supermercados.
La importancia de un producto accesible
En tiempos en los que la salud pública enfrenta múltiples desafíos, el proyecto de la FFyB destaca por su capacidad de ofrecer un producto de calidad, respaldado por investigaciones científicas y a un costo mucho menor que los repelentes comerciales. Esta accesibilidad es clave en un contexto donde muchas familias no pueden permitirse adquirir productos esenciales para la prevención de enfermedades.
El esfuerzo de la UBA por producir un repelente asequible se enmarca dentro de una estrategia más amplia para democratizar el acceso a la salud, asegurando que las soluciones preventivas lleguen a las comunidades más vulnerables, destacan sus desarrolladores. Esto es especialmente relevante en un país como Argentina, donde los brotes de dengue han sido cada vez más frecuentes en los últimos años.
El proyecto no solo busca proteger la salud de las personas, sino también garantizar que la producción de los repelentes siga prácticas sustentables y respetuosas con el medio ambiente, subrayando la importancia de que las soluciones a las crisis de salud pública no se hagan a costa del entorno natural.