Los animales que pueden transmitir la rabia

Esta enfermedad zoonótica, representa un peligro latente para la salud pública y afecta tanto a humanos como a diversas especies animales

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La rabia representa una amenaza para la salud pública y animal, destacando la importancia de la vacunación y concienciación para su prevención y control (Imagen Ilustrativa Infobae)
La rabia representa una amenaza para la salud pública y animal, destacando la importancia de la vacunación y concienciación para su prevención y control (Imagen Ilustrativa Infobae)

La rabia es una enfermedad viral que afecta al sistema nervioso central de los mamíferos, causando una encefalitis aguda y casi siempre fatal. Se encuentra en todos los continentes excepto en la Antártida, y es responsable de la muerte de unas 60.000 personas al año, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Aunque los perros son los principales responsables de la transmisión de la rabia a los humanos, la enfermedad también está presente en una variedad de animales salvajes y domésticos. El virus se transmite principalmente a través de la saliva de un animal infectado, ya sea por mordedura o contacto con mucosas y heridas abiertas.

Perros

 Los perros actúan como principales transmisores de rabia a humanos y otras mascotas (Imagen Ilustrativa Infobae)
Los perros actúan como principales transmisores de rabia a humanos y otras mascotas (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los perros son los principales vectores de la rabia en muchas partes del mundo, especialmente en regiones de Asia y África. En estas áreas, el acceso limitado a vacunas y la alta población de perros callejeros favorecen la propagación del virus. Según la OPS, más del 95 % de los casos de rabia en humanos provienen de mordeduras de perros. La vacunación de perros es la medida de control más efectiva para prevenir la transmisión de la enfermedad a los humanos.

Gatos

 Los gatos pueden contraer y propagar la rabia, por lo que es esencial vacunarlos (Imagen Ilustrativa Infobae)
Los gatos pueden contraer y propagar la rabia, por lo que es esencial vacunarlos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Aunque los gatos no son tan frecuentemente asociados con la transmisión de la rabia como los perros, también son portadores importantes, especialmente en áreas urbanas. En países como Estados Unidos, los gatos superan a los perros en número de casos reportados de rabia en animales domésticos. Su contacto frecuente con la fauna silvestre, especialmente murciélagos y pequeños mamíferos, aumenta su riesgo de exposición al virus.

Murciélagos

Los murciélagos sirven como reservorios naturales de la rabia en entornos rurales (Imagen Ilustrativa Infobae)
Los murciélagos sirven como reservorios naturales de la rabia en entornos rurales (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los murciélagos son una de las principales fuentes de rabia en muchos países, y son especialmente peligrosos debido a que pueden transmitir el virus sin que la víctima se dé cuenta, ya que sus mordeduras pueden pasar desapercibidas. En América del Norte, la mayoría de los casos de rabia en humanos provienen del contacto con murciélagos. Aunque menos del 1 % de los murciélagos portan rabia, cualquier contacto cercano debe tomarse con seriedad y precaución.

Zorros

 Los zorros se destacan como vectores significativos del virus en la vida silvestre (Cornare / Página oficial)
Los zorros se destacan como vectores significativos del virus en la vida silvestre (Cornare / Página oficial)

Los zorros son portadores conocidos del virus de la rabia, especialmente en regiones de Europa, Alaska y el este de Estados Unidos. En estos lugares, la rabia en zorros es un problema importante de salud pública. La transmisión del virus por parte de estos animales es un peligro tanto para humanos como para mascotas. En muchos casos, los zorros rabiosos pierden su miedo natural a los humanos, lo que aumenta el riesgo de interacción y contagio.

Coyotes

Los coyotes potencialmente transmiten la rabia, afectando el equilibrio ecológico (Depositphotos)
Los coyotes potencialmente transmiten la rabia, afectando el equilibrio ecológico (Depositphotos)

Los coyotes también son susceptibles a la rabia, aunque los casos son menos comunes que en otros carnívoros. En el pasado, el sur de Texas fue una zona afectada por coyotes rabiosos, pero gracias a programas de vacunación en vida silvestre, los casos han disminuido considerablemente. Sin embargo, sigue siendo esencial evitar el contacto con coyotes y otros animales salvajes en áreas rurales y suburbanas.

Mapaches

Los mapaches son frecuentes portadores de rabia, especialmente en América del Norte (Pixabay)
Los mapaches son frecuentes portadores de rabia, especialmente en América del Norte (Pixabay)

En el este de Estados Unidos, los mapaches son los animales más afectados por la rabia. Representan aproximadamente el 35 % de todos los casos de rabia animal en el país. Estos animales suelen acercarse a áreas urbanas en busca de comida, lo que aumenta las posibilidades de interacción con humanos y mascotas. Los mapaches infectados suelen mostrar comportamientos extraños, como desorientación y agresividad.

Zorrino

Los zorrillos son susceptibles al virus y lo transmiten en regiones boscosas (Getty)
Los zorrillos son susceptibles al virus y lo transmiten en regiones boscosas (Getty)

Los zorrinos son uno de los principales portadores de rabia en el centro y sur de Estados Unidos. En estas regiones, estos infectados son comunes y representan una amenaza para las mascotas y los humanos. Estos animales pueden ser difíciles de identificar cuando están enfermos, ya que su comportamiento puede parecer normal durante las primeras etapas de la enfermedad.

Animales de granja

Aunque menos comunes, los animales de granja como vacas, caballos y cabras también pueden infectarse con rabia, generalmente a través del contacto con fauna silvestre como murciélagos y zorros.

 Las vacas pueden contraer rabia, necesitando vigilancia constante (Imagen Ilustrativa Infobae)
Las vacas pueden contraer rabia, necesitando vigilancia constante (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los granjeros y veterinarios deben estar especialmente atentos a cualquier cambio en el comportamiento de sus animales, como agresividad o parálisis, que podrían ser señales de la enfermedad. La vacunación de estos animales en áreas de alto riesgo es crucial para prevenir la propagación del virus.

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