En los últimos meses, el sur de Vietnam se vio afectado por un brote de gripe aviar que resultó en la muerte de 47 tigres en zoológicos de las provincias de Long An y Dong Nai. Además de estos felinos, también murieron tres leones y una pantera, lo que desató una investigación para determinar las causas exactas de estas muertes.
Los animales comenzaron a mostrar síntomas de enfermedad que incluían debilidad, falta de apetito y un rápido deterioro físico. En cuestión de días, fallecieron luego de enfermarse, lo que generó alarma entre los cuidadores y el personal de los zoológicos.
Las pruebas realizadas a los animales fallecidos confirmaron la presencia de la cepa H5N1 del virus de la gripe aviar, que afectó gravemente a estos mamíferos en cautiverio. Este brote fue uno de los más letales que se han registrado en animales de este tipo en la región. En uno de los zoológicos afectados, ubicado cerca de la ciudad de Ho Chi Minh, los cuidadores observaron que los tigres más jóvenes y en etapa de crecimiento fueron los más afectados, lo que sugirió que los felinos en pleno desarrollo podrían ser más vulnerables ante el virus.
Las autoridades locales y los expertos en salud animal apuntan a que la fuente del contagio podría estar relacionada con la dieta de los tigres. Se sospecha que los animales contrajeron el virus al consumir carne de aves infectadas, específicamente pollo, que provenía de granjas cercanas. Este vínculo entre el suministro de alimentos y el brote se convirtió en el foco de la investigación, que busca determinar cómo llegó la carne contaminada hasta los zoológicos. Las granjas avícolas de la región ya habían reportado problemas previos con la gripe aviar, por lo que las autoridades rastrean el origen de los lotes de pollo utilizados para alimentar a los felinos.
Tras el brote, los cuerpos de los tigres fueron incinerados en las mismas instalaciones de los zoológicos para evitar una mayor propagación del virus. Los animales que sobrevivieron fueron aislados, y se reforzaron las medidas de seguridad para prevenir nuevos contagios. Más de 20 tigres fueron puestos bajo vigilancia estricta, mientras que los equipos de veterinarios monitorean su salud en busca de posibles síntomas.
El impacto de este brote en la población de tigres en cautiverio resulta devastador, ya que la especie se encuentra amenazada a nivel global. En Vietnam, los tigres en libertad desaparecieron casi por completo debido a la pérdida de hábitat y la caza ilegal. Esto llevó a que la mayoría de los tigres del país vivan en zoológicos o centros de conservación.
El H5N1 y su impacto en la salud humana
En cuanto al virus H5N1, fue motivo de preocupación a nivel global desde su primera aparición en 1959. Durante años, afectó principalmente a las aves de corral y causó importantes brotes en granjas de todo el mundo. En los últimos tiempos, se documentaron casos en mamíferos, incluyendo perros, gatos y algunas especies marinas. Los expertos continúan estudiando la capacidad del virus para infectar a animales más cercanos a los humanos en la cadena evolutiva.
El H5N1 también plantea un riesgo para la salud humana. A lo largo de las décadas, se han reportado varios casos de infecciones en personas que tuvieron contacto directo con aves infectadas o con superficies contaminadas. Desde 2003, alrededor de 900 personas han contraído el virus, con una tasa de mortalidad que supera el 50%. Aunque no se han registrado contagios sostenidos entre humanos, la comunidad científica sigue vigilando de cerca el comportamiento del virus para detectar posibles mutaciones que faciliten su transmisión de persona a persona.
Los brotes de enfermedades zoonóticas, como el H5N1, pueden afectar gravemente tanto a la fauna como a las personas. Cuando un virus salta de una especie a otra, las consecuencias pueden ser impredecibles y, en algunos casos, graves. En los animales en cautiverio, el riesgo aumenta debido a las condiciones de confinamiento y la alimentación controlada, donde el contacto con fuentes de contagio, como aves infectadas, puede ser más frecuente.