¿Por qué los pulpos golpean a los peces? La ciencia tiene una teoría convincente

La reciente investigación sugiere motivos inesperados detrás del comportamiento agresivo de los pulpos hacia los peces

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Pulpo golpeando peces en el océano

En el Mar Rojo, un grupo de peces sigue de cerca a un pulpo que se mueve ágilmente entre los corales. A primera vista, parece una cacería coordinada, donde cada depredador cumple su papel. Sin embargo, los científicos se han preguntado por qué, de vez en cuando, el pulpo golpea a alguno de los peces que lo acompañan. Este comportamiento fue observado por primera vez en 2018, cuando los investigadores notaron que los pulpos asestaban golpes a sus compañeros de caza. La duda central era: ¿es esto realmente una colaboración o simplemente los peces se benefician del trabajo del pulpo?

Colaboración durante la caza

El pulpo, conocido por su astucia y habilidades de camuflaje, ha sido visto cazando en conjunto con peces depredadores. En las aguas del Mar Rojo, los pulpos diurnos forman equipos de caza con diversas especies de peces, como los meros y los peces cabra, para aumentar la eficiencia en la búsqueda de presas. Aunque el grupo está compuesto por diferentes especies, todos comparten un objetivo común: capturar alimento. Los pulpos, gracias a su flexibilidad y capacidad para acceder a espacios estrechos, pueden liberar presas ocultas, lo que beneficia a todo el grupo. Por su parte, los peces contribuyen localizando las presas con su rapidez y agilidad.

Este equipo de cazadores suele incluir un pulpo y entre dos y diez peces, que trabajan juntos para explorar un área más amplia y asegurar una mayor cantidad de alimento. La cooperación permite acceder a presas que, de otro modo, serían difíciles de capturar si cada depredador actuara por su cuenta.

Comportamiento de golpear peces

El pulpo reacciona de manera inesperada cuando alguno de los peces se sale de su rol o parece no colaborar eficazmente
El pulpo reacciona de manera inesperada cuando alguno de los peces se sale de su rol o parece no colaborar eficazmente

A pesar de lo que parece ser un esfuerzo coordinado, no todo siempre fluye de manera armoniosa en este peculiar equipo de caza. Los científicos han observado que, en ocasiones, el pulpo reacciona de manera inesperada cuando alguno de los peces se sale de su rol o parece no colaborar eficazmente. En un movimiento repentino y preciso, el pulpo extiende uno de sus brazos y golpea al pez “problemático”. Este comportamiento se ha registrado en varias oportunidades, sobre todo cuando un pez parece interrumpir la dinámica de caza o no sigue los movimientos del grupo.

Una de las especies más afectadas por estos golpes son los meros de puntas negras, depredadores emboscadores que suelen permanecer inmóviles esperando que la presa se acerque. Esta falta de movimiento ralentiza la caza, lo que provoca la reacción del pulpo. Según el investigador Eduardo Sampaio, quien ha liderado estudios sobre este comportamiento, estos golpes son una forma de “corregir” o “disciplinar” a los peces que no están cumpliendo con su parte en la caza. Aproximadamente la mitad de las veces que un mero de puntas negras participa en la caza, recibe un golpe del pulpo, lo que indica una posible frustración por su falta de colaboración activa.

Este comportamiento sugiere que el pulpo es consciente del rendimiento de sus compañeros y busca mantener la eficiencia del grupo, lo que destaca su capacidad para interactuar de forma socialmente compleja.

Razón detrás del golpe

El pulpo utiliza estos golpes como una forma de imponer disciplina en el grupo (Freepik)
El pulpo utiliza estos golpes como una forma de imponer disciplina en el grupo (Freepik)

El análisis del comportamiento de los pulpos durante la caza ha llevado a los científicos a preguntarse: ¿por qué estos animales golpean a ciertos peces? Una de las teorías más aceptadas es que el pulpo utiliza estos golpes como una forma de imponer disciplina en el grupo, asegurándose de que todos los depredadores colaboren de manera efectiva. En este sentido, el golpe no es simplemente una reacción impulsiva, sino una acción deliberada para mantener el orden en la cacería.

De acuerdo con Eduardo Sampaio, los pulpos entienden cuándo un pez no está colaborando adecuadamente. Al golpear a aquellos que ralentizan la caza, como los meros de puntas negras, el pulpo parece transmitir un mensaje claro: “¡Muévete, o estás estorbando!”. Esta conducta sugiere que el pulpo valora la rapidez y la coordinación durante la caza, y que los peces que no cumplen con su rol son penalizados por ello. El resultado es que el golpe sirve como una corrección para optimizar la eficacia del grupo en la búsqueda de alimento.

Esta hipótesis abre una nueva perspectiva sobre la inteligencia social de los pulpos, quienes no solo cazan de manera eficiente, sino que también parecen “controlar” el comportamiento de sus compañeros, reforzando la idea de que estos cefalópodos son capaces de tomar decisiones estratégicas para maximizar el éxito de la cacería.

Teoría de Eduardo Sampaio

El investigador portugués Eduardo Sampaio ha propuesto una teoría que refuerza la idea de que los pulpos juegan un rol clave en la coordinación del grupo
El investigador portugués Eduardo Sampaio ha propuesto una teoría que refuerza la idea de que los pulpos juegan un rol clave en la coordinación del grupo

El investigador portugués Eduardo Sampaio ha propuesto una teoría que refuerza la idea de que los pulpos no solo cazan en equipo, sino que también juegan un rol clave en la coordinación del grupo. Según Sampaio, los golpes que los pulpos propinan a los peces tienen como objetivo fomentar el trabajo en equipo entre los depredadores que participan en la caza. Esta conducta no sería una simple reacción, sino una forma activa de gestionar y corregir el comportamiento de sus compañeros de caza.

El equipo liderado por Sampaio, tras analizar más de cien horas de grabaciones en el Mar Rojo, llegó a la conclusión de que los pulpos están conscientes de la importancia de la colaboración y buscan mantener la eficiencia del grupo a través de estas acciones correctivas. Los pulpos golpean a aquellos peces que no se mueven lo suficiente o que ralentizan el proceso de caza, lo cual indica que están supervisando la dinámica grupal. En palabras de Sampaio, “si el grupo se mueve, todos están contentos”, sugiriendo que el éxito de la caza depende de la sincronización y el esfuerzo colectivo.

Esta observación, publicada en Nature Ecology & Evolution, sugiere que los pulpos tienen una notable capacidad para manejar situaciones complejas de interacción social, asignando roles y castigando a aquellos que no cumplen con su función. La teoría de Sampaio es un paso importante para comprender el comportamiento social de los pulpos y abre nuevas preguntas sobre la inteligencia y las estrategias de cooperación en el reino animal.

Otras interpretaciones científicas

A pesar de la solidez de la teoría de Eduardo Sampaio, algunos expertos en comportamiento animal no están completamente convencidos de que los pulpos actúen de forma tan intencionada al golpear a los peces. Jennifer Mather, investigadora en cognición de pulpos en la Universidad de Lethbridge (Canadá), plantea una interpretación diferente. Según Mather, los peces que acompañan a los pulpos durante la caza no estarían colaborando activamente, sino que simplemente se aprovechan de la perturbación que genera el pulpo al mover rocas y explorar el entorno. Para Mather, el comportamiento de los pulpos es similar al de una “excavadora”, que agita su entorno y expulsa presas escondidas, de las que los peces pueden beneficiarse.

Estudios previos de Mather apoyan esta idea, sugiriendo que los peces son “seguidores dependientes”, y no participantes activos en un esfuerzo de colaboración. Además, Mather argumenta que los científicos deberían observar la dirección en la que miran los peces durante la caza, en lugar de su posición dentro del grupo. Los peces que realmente cooperan mirarían en dirección opuesta al pulpo, mientras que los que se aprovechan de su actividad se mantendrían atentos a los movimientos del cefalópodo, listos para atacar las presas que el pulpo libera accidentalmente.

Esta discrepancia en las interpretaciones refleja lo difícil que es estudiar las interacciones entre especies marinas y subraya la necesidad de más investigación para determinar si, efectivamente, existe una colaboración activa entre los pulpos y los peces, o si estos últimos solo están en el lugar adecuado en el momento adecuado.

Curiosidades y preguntas abiertas

Pulpos y peces cazan juntos estableciendo complejas interacciones grupales (Freepik)
Pulpos y peces cazan juntos estableciendo complejas interacciones grupales (Freepik)

A pesar de las observaciones detalladas y las teorías emergentes sobre el comportamiento de los pulpos al cazar junto a los peces, aún quedan muchas preguntas sin respuesta. Uno de los aspectos más intrigantes es si los pulpos son capaces de reconocer a los peces de manera individual. Sabemos que algunos de estos peces, como los meros, pueden vivir durante décadas. Esto lleva a los científicos a preguntarse si un pulpo puede identificar a un pez específico y preferir colaborar con él o, por el contrario, castigarlo si no se comporta adecuadamente.

Otra incógnita se refiere a la coloración de los pulpos durante estos eventos de caza. Los investigadores han observado que cuando los pulpos golpean a un pez, a menudo muestran patrones de color blanco y negro. Eduardo Sampaio sugiere que esta podría ser una señal visual que los pulpos usan para advertir a los peces, comunicándoles que están molestos o que no están cooperando de la manera adecuada. Sin embargo, aún no está claro si los peces realmente comprenden esta señal y si ajustan su comportamiento en respuesta.

Finalmente, surge la pregunta de si estos animales están realmente colaborando o simplemente coinciden en el mismo lugar al mismo tiempo. Si bien algunos investigadores, como Jennifer Mather, sostienen que los peces se aprovechan de la actividad del pulpo sin una verdadera coordinación, otros, como Sampaio, creen que hay una forma de comunicación y cooperación más compleja en juego. Para responder a estas preguntas, será necesario continuar estudiando estas fascinantes interacciones y descifrar los misterios que rodean a la vida social de los pulpos en el entorno marino.

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