En la primavera de 2031, la nave espacial Europa Clipper de la NASA comenzará su misión en el sistema de Júpiter. Esta misión, que ha costado 5 mil millones de dólares, tiene como objetivo principal explorar la luna Europa y evaluar su capacidad para albergar vida. La nave, equipada con nueve instrumentos científicos, realizará casi 50 sobrevuelos cercanos a la superficie helada de Europa, buscando señales de un océano de agua salada bajo el hielo.
Robert Pappalardo, científico del proyecto Clipper en el Jet Propulsion Laboratory (JPL), explicó que la misión no está diseñada específicamente para buscar vida, sino para evaluar la habitabilidad de Europa. Sin embargo, no descartó la posibilidad de encontrar indicios de vida microbiana. “No somos una misión de búsqueda de vida. Somos una misión de habitabilidad”, afirmó Pappalardo.
La misión Clipper es la más costosa de la NASA desde la misión Cassini-Huygens a Saturno en los años 90. La agencia espacial ha tenido que retrasar o cancelar varias misiones menores debido a los crecientes costos de su misión de retorno de muestras de Marte. Por lo tanto, la NASA necesita que Clipper funcione sin problemas.
Antes del lanzamiento, los ingenieros descubrieron un problema con los transistores en la electrónica de la nave, que podrían no soportar el entorno de alta radiación alrededor de Júpiter. Tras una serie de pruebas de emergencia, la NASA concluyó que la electrónica probablemente resistirá. Sin embargo, persisten incertidumbres sobre si la nave podrá realmente analizar el océano oculto bajo el hielo de Europa.
La misión Clipper marca un cambio significativo en la búsqueda de vida extraterrestre, alejándose de Marte, un desierto rocoso con algo de agua, hacia un mundo oceánico congelado más allá de la zona habitable tradicional del Sol. Si Clipper demuestra que Europa es adecuada para la biología, se abrirán nuevas fronteras en la búsqueda de vida extraterrestre en el sistema solar y más allá.
Europa, descubierta en 1610 por el astrónomo italiano Galileo Galilei, ha sido un objetivo de interés desde que la nave Galileo de la NASA detectó en 1996 un campo magnético secundario que sugería la presencia de un océano de agua líquida bajo su superficie helada. Este océano, posiblemente salado, podría ser similar a los océanos de la Tierra y albergar condiciones favorables para la vida.
La misión Galileo también reveló que las fuerzas de marea de Júpiter mantienen a Europa caliente, a pesar de su pequeño tamaño y la falta de calor primordial. Estas fuerzas de marea estiran y comprimen la roca y el hielo de Europa, generando suficiente fricción y calor para mantener un océano líquido.
Otras lunas del sistema solar, como Ganimedes, Calisto y Titán, también muestran indicios de océanos ocultos. Sin embargo, Europa es el objetivo principal debido a su proximidad a la Tierra y la evidencia de que su océano ha existido durante 4.5 mil millones de años, más tiempo que los océanos de la Tierra.
La misión Clipper, con su magnetómetro y otros instrumentos avanzados, proporcionará datos detallados sobre la profundidad y salinidad del océano de Europa. Además, un sistema de cámaras de alta resolución mapeará casi toda la superficie de Europa, buscando signos de actividad geológica y criovolcanismo.
El equipo de la misión también buscará plumas de agua que podrían estar emanando del océano subterráneo. Si se detectan, el espectrómetro de masas de Clipper podría analizar su composición y buscar moléculas orgánicas, potencialmente revelando la presencia de vida microbiana.
En resumen, la misión Europa Clipper de la NASA representa un esfuerzo ambicioso y costoso para explorar uno de los lugares más prometedores del sistema solar en la búsqueda de vida extraterrestre. Con su lanzamiento programado para el próximo mes, la comunidad científica espera con ansias los descubrimientos que esta misión podría traer.