Un grupo de arqueólogos descubrió nuevas técnicas de caza de mamuts en la Edad de Hielo

Esta nueva perspectiva sobre las antiguas prácticas de caza resalta el ingenio y adaptabilidad de los seres humanos prehistóricos

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Un estudio de la Universidad de California en Berkeley revela nuevas técnicas de caza prehistórica (Universidad de California en Berkeley/Scott Byram)
Un estudio de la Universidad de California en Berkeley revela nuevas técnicas de caza prehistórica (Universidad de California en Berkeley/Scott Byram)

Un estudio reciente realizado por arqueólogos de la Universidad de California en Berkeley revolucionó el concepto de cómo los humanos de la Edad de hielo cazaban megafauna, incluyendo mamuts, mastodontes y bisontes. Según los hallazgos, estos antiguos cazadores habrían utilizado picas plantadas en el suelo en lugar de lanzas, como se había pensado previamente.

De acuerdo con el estudio, los cazadores de hace 13.000 años no lanzaban sus armas, sino que las “plantaban en el suelo y esperaban que los animales se embistieran contra las picas, casi como lo haría una bala de punta hueca moderna”, lo cual infligía un daño mucho más devastador en comparación con una lanza arrojada. Esta innovadora técnica muestra una clara adaptación a las circunstancias del entorno y a la peligrosa fauna que habitaba en esos tiempos.

Detalles de las puntas Clovis

Las puntas Clovis, descubiertas por primera vez en la ciudad de Clovis, Nuevo México, son artefactos arqueológicos de piedra que han desconcertado a los científicos durante años. Según EFE, “estos artefactos afilados de piedra de cuarzo, sílex o jaspe se llaman así por la ciudad del estado norteamericano de Nuevo México, donde se hallaron por primera vez hace casi un siglo”. El tamaño de estas puntas es similar al de un teléfono móvil promedio y presentan un borde afilado y varias hendiduras estriadas en la base.

Las puntas Clovis, descubiertas en Nuevo México, desconcertaron a científicos durante años (EP)
Las puntas Clovis, descubiertas en Nuevo México, desconcertaron a científicos durante años (EP)

Para demostrar la eficacia de estas picas, el equipo de Berkeley construyó una plataforma de pruebas que midió la fuerza que pueden soportar antes de romperse. También usaron datos de experimentos anteriores en los cuales lanzaron armas con puntas de piedra contra gel balístico. Según los resultados, una lanza arrojada contra un animal de gran tamaño sería como “un simple pinchazo”, pero una pica plantada en el suelo y utilizada correctamente podría haber causado un daño mucho más severo.

En palabras de Jun Sunseri, coautor del estudio, “la energía que puede generar un brazo humano no es nada comparada con la de un animal en carrera. Estas lanzas estaban diseñadas para hacer lo que hacen, proteger al usuario”.

Además del impacto inicial de las técnicas de caza, este descubrimiento lleva a replantear qué avanzados eran estos seres humanos prehistóricos en términos de supervivencia y uso de recursos. Scott Byram, el autor principal del estudio, destaca en un comunicado citado por EFE: “Esta técnica habría representado un gran avance en las técnicas de caza y supervivencia usadas hace milenios, y las picas habrían estado diseñadas también para proteger a quien las usaba”.

Los hallazgos llevan a cuestionar la habilidad de adaptación de los cazadores prehistóricos (INAH)
Los hallazgos llevan a cuestionar la habilidad de adaptación de los cazadores prehistóricos (INAH)

Reproducción de la técnica

Para evaluar de manera más realista la hipótesis, el equipo de Berkeley tiene planes para construir una réplica de un mamut y simular un ataque con una pica equipada con una punta Clovis. El experimento permitiría observar directamente cómo funcionaría este sistema en un escenario de caza realista y podría, finalmente, confirmar la hipótesis de que estos antiguos cazadores usaban un método más inteligente y eficaz para derribar a estas enormes bestias.

Byram agrega que, “a veces en arqueología, las piezas empiezan a encajar como parecen hacerlo ahora con la tecnología Clovis, y esto pone la caza con picas en el centro del escenario con la megafauna extinta”. Esta nueva perspectiva sobre las antiguas prácticas de caza no solo ayuda a entender mejor la vida en la Edad de hielo, sino que también resalta el ingenio y adaptabilidad de los seres humanos prehistóricos.

Aunque estos nuevos hallazgos son fascinantes, aún quedan preguntas por responder, y los arqueólogos continúan trabajando para desentrañar todos los aspectos de esta antigua tecnología de caza. Sus próximos experimentos, diseñados para replicar las condiciones y los materiales utilizados en esa época, serán cruciales para confirmar estas teorías y redefinir la comprensión de la interacción entre los seres humanos y la megafauna hace 13.000 años.

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