El narval: el unicornio del Ártico que inspiró mitos medievales

Este enigmático cetáceo, habitante de las heladas aguas, enfrenta hoy amenazas crecientes debido al cambio climático y la acción humana, poniendo en riesgo su supervivencia en uno de los ecosistemas más extremos del planeta

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Su colmillo en espiral, que
Su colmillo en espiral, que puede alcanzar los 3 metros de longitud, lo ha convertido en el "unicornio del mar" en el imaginario colectivo (Wikipedia)

En los gélidos mares del Ártico, un animal marino ha capturado la imaginación humana durante siglos: el narval. Con su largo colmillo en espiral, que emerge como un cuerno desde su mandíbula superior, el narval ha inspirado mitos y leyendas, siendo a menudo considerado el “unicornio del mar”.

A lo largo de la historia, exploradores y cartógrafos representaron a este cetáceo en mapas y relatos, alimentando la fascinación por una criatura que parecía provenir de un mundo de fantasía. Hoy, el narval sigue siendo un símbolo de las regiones polares, pero también enfrenta desafíos que amenazan su supervivencia en su hábitat natural.

 Los narvales recorren hasta
Los narvales recorren hasta 160 kilómetros al día, sumergiéndose a profundidades de 1.500 metros en busca de alimento en las oscuras aguas del Ártico (Wikipedia)

Características del narval

El narval, cuyo nombre científico es Monodon monoceros, es un cetáceo perteneciente a la familia Monodontidae. Su rasgo más distintivo es el colmillo que poseen los machos, un diente que puede crecer hasta los 3 metros de longitud y pesar hasta 10 kilogramos. Este colmillo, que surge en espiral hacia la izquierda, es uno de los dos dientes frontales del narval; el otro generalmente no llega a salir de la encía. Solo los machos desarrollan este colmillo, aunque en raras ocasiones se han observado hembras con colmillos.

El cuerpo del narval es robusto y está bien adaptado a las duras condiciones del Ártico. Su piel es gris oscura con manchas negras en la espalda y más clara en el vientre, lo que les proporciona un camuflaje natural en su entorno marino. A diferencia de otros cetáceos, el narval no tiene aleta dorsal, lo que facilita su nado bajo el hielo. Este cetáceo puede alcanzar entre 4 y 5,5 metros de longitud, excluyendo el colmillo, y pesar hasta 1.600 kilogramos.

Sin aleta dorsal y con
Sin aleta dorsal y con una gruesa capa de grasa, el narval está perfectamente adaptado para sobrevivir en los mares helados del Ártico (Wikipedia)

Comportamiento y hábitos sociales

Los narvales son criaturas sociales que viven en grupos llamados vainas, que pueden variar en tamaño desde pequeños grupos de 5 individuos hasta grandes congregaciones de más de 1.000 durante las migraciones. Estos cetáceos realizan largos desplazamientos estacionales, nadando hasta 160 kilómetros por día. Su capacidad para sumergirse a profundidades de hasta 1.500 metros les permite cazar presas como peces, calamares y camarones en las oscuras aguas árticas.

A diferencia de otros cetáceos, los narvales no tienen dientes funcionales en sus bocas, por lo que se cree que succionan a sus presas antes de tragarlas enteras. Durante el invierno, se alimentan principalmente de peces bentónicos en aguas poco profundas, mientras que en verano migran hacia aguas oceánicas más abiertas.

Hábitat y distribución geográfica

El narval habita en las frías y remotas aguas del Ártico, especialmente en las regiones del norte de Canadá, Groenlandia y Rusia. Su distribución geográfica incluye áreas como la bahía de Baffin, el estrecho de Hudson y la costa este de Groenlandia. Estos cetáceos están perfectamente adaptados para sobrevivir en un entorno extremadamente frío, gracias a una gruesa capa de grasa que les ayuda a mantener el calor en temperaturas bajo cero.

Las migraciones son una parte esencial de la vida del narval. Durante el verano, se trasladan a aguas más profundas y abiertas, mientras que en invierno se encuentran en bahías y fiordos donde el hielo cubre gran parte de la superficie. Estos movimientos son cruciales para su supervivencia, ya que el hielo marino ofrece protección y acceso a los agujeros en el hielo, necesarios para respirar.

Descripciones históricas del narval y su relación con criaturas mitológicas

El impacto del narval en la imaginación europea es evidente en las descripciones y mapas de los siglos XVI y XVII. Según National Geographic, en 1593, el cartógrafo Cornelius de Jode publicó un atlas donde ilustró un extraño animal en los mares del Polo Norte: un ser con cuerpo de caballo, cola de pez y un largo cuerno en la frente. Esta imagen, que recuerda a un unicornio marino, ya había aparecido décadas antes en un mapa escandinavo realizado por Olaus Magnus, quien describía a la criatura como “un monstruo marino con un gran cuerno en la frente, con el que embiste los barcos y los hunde”. Estas descripciones, cargadas de misterio y miedo, se entrelazaron con la figura del unicornio medieval, una bestia mitológica compuesta por varias partes de diferentes animales y famosa por su supuesto cuerno mágico.

El cambio climático y la
El cambio climático y la contaminación representan los mayores desafíos para la supervivencia del narval en su hábitat natural (Wikipedia)

Estado de conservación y amenazas

Hoy en día, el narval está clasificado como una especie casi amenazada según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Aunque todavía existen poblaciones considerables, las amenazas a su supervivencia son cada vez mayores. La caza tradicional por parte de las comunidades indígenas del Ártico, aunque regulada, sigue siendo una preocupación, ya que estos animales son esenciales para la subsistencia de estas culturas.

La caza de estos animales
La caza de estos animales es muy casual en las regiones articas (Wikipedia)

Sin embargo, la mayor amenaza para el narval proviene del cambio climático. El calentamiento global está causando la disminución del hielo marino, lo que reduce el hábitat disponible para los narvales y altera sus patrones migratorios. Además, el aumento del tráfico marítimo en el Ártico debido al deshielo incrementa el riesgo de colisiones y la interrupción de sus rutas. La contaminación también es una amenaza, ya que los narvales acumulan metales pesados y otros contaminantes en sus cuerpos, lo que puede afectar su salud y capacidad reproductiva.

El narval, una criatura que ha inspirado leyendas durante siglos, enfrenta ahora un futuro incierto. Proteger su hábitat y reducir las amenazas causadas por el hombre es crucial para garantizar que este emblemático “unicornio del mar” continúe surcando las aguas del Ártico durante muchos años más.

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