Hace millones de años, la Tierra comenzó a cambiar. Las temperaturas bajaron durante un periodo llamado Plioceno, y esto dio paso a una era de hielo conocida como Pleistoceno. Durante el Pleistoceno, grandes capas de hielo cubrieron gran parte del norte del planeta. Estos cambios afectaron a las plantas y animales, y fue en esta época que aparecieron los mamuts lanudos, adaptados a vivir en el frío extremo.
Los mamuts, miembros del género Mammuthus, se adaptaron a las condiciones frías del Pleistoceno. Sin embargo, su capacidad amoldarse a los cambios climáticos no evito que llegaran a su extinción. Esto es un tema que ha fascinado a científicos durante décadas, y que sigue siendo objeto de investigación.
Las causas exactas aún se debaten, pero se cree que una combinación de factores, como el cambio climático y la posible presión de la caza humana, contribuyeron a su desaparición.
Las características de los mamuts
Los mamuts lanudos, conocidos científicamente como Mammuthus primigenius, eran mamíferos gigantescos adaptados a las gélidas temperaturas de la edad de hielo. Estos animales poseían una serie de características distintivas que les permitían sobrevivir en ambientes fríos y hostiles.
- Pelaje: Su cuerpo estaba cubierto por una densa capa de pelo lanudo que podían llegar a medir hasta un metro de largo. Debajo de este pelaje, tenían una capa más corta y densa para un mayor aislamiento.
- Grasa subcutánea: Al igual que muchos animales árticos, los mamuts tenían una gruesa capa de grasa debajo de la piel que les proporcionaba aislamiento adicional contra el frío extremo.
- Orejas pequeñas: A diferencia de los elefantes modernos, los mamuts tenían orejas pequeñas, una adaptación que ayudaba a minimizar la pérdida de calor.
- Colmillos: Poseían colmillos curvados que podían llegar a medir hasta 5 metros de largo. Se cree que los usaban para defenderse de los depredadores, mover objetos pesados y buscar alimento en la nieve.
- Tamaño: Los mamuts lanudos eran similares en tamaño a los elefantes africanos modernos. Los machos adultos podían alcanzar una altura de hasta 3,5 metros en la cruz y pesar hasta 6 toneladas.
Cuándo aparecieron los mamuts en el mundo
Durante miles de años, los mamuts recorrieron el gélido territorio de Europa, siendo una presencia imponente en el paisaje de la Edad de Hielo. Tanto los neandertales como los humanos modernos, quienes compartían este territorio, desarrollaron diversas estrategias para cazar a estos gigantes, estableciendo una relación compleja que ha fascinado a los investigadores durante siglos.
Estos enormes herbívoros, originarios de África, colonizaron el continente euroasiático durante casi cuatro millones de años. Sus ancestros, los elefantes, se adaptaron al frío extremo de la Edad de Hielo, al igual que lo hicieron posteriormente los humanos primitivos con los que coexistieron.
Los primeros mamuts aparecieron en África hace aproximadamente 5 millones de años, durante el Plioceno. Con el paso del tiempo, los mamuts se extendieron a otras partes del mundo, incluyendo Europa, Asia y América del Norte.
Qué se sabe sobre la extinción de los mamuts
La mayoría de los mamuts lanudos se extinguieron en el continente al final del Pleistoceno, hace unos 10.000 años. Sin embargo, poblaciones aisladas sobrevivieron en islas hasta hace relativamente poco tiempo.
Un estudio publicado en la revista Cell en 2024, analizó el ADN de un mamut lanudo de 52.000 años de antigüedad encontrado en Siberia. Los resultados de este estudio sugieren que la endogamia no fue el factor principal de la extinción de los mamuts, como se creía anteriormente.
Cómo fueron los últimos días de los mamuts
Los últimos mamuts lanudos conocidos vivieron en la isla de Wrangel, en el océano Ártico, hasta hace aproximadamente 4.000 años. Se cree que esta población se extinguió debido a una combinación de factores, incluyendo el aislamiento genético, la falta de recursos y posiblemente la actividad humana.
Aunque la causa exacta de la extinción de los mamuts en la isla de Wrangel sigue siendo un misterio, los científicos continúan investigando y buscando respuestas en el registro fósil y en el ADN antiguo.