Científicos logran dirigir a las abejas hacia un cultivo que no les ofrece néctar: cuáles son los beneficios

La innovación de expertos argentinos funciona como estrategia de polinización. Permite controlar el destino de estos insectos con perfumes sintéticos. Promete incrementar el rendimiento de un fruto

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Científicos de la Argentina desarrollado una estrategia de polinización dirigida que permite controlar hacia dónde van las abejas. Lo consiguieron con flores que no tienen néctar, como las de kiwi (IFIBYNE - Conicet /UBA)
Científicos de la Argentina desarrollado una estrategia de polinización dirigida que permite controlar hacia dónde van las abejas. Lo consiguieron con flores que no tienen néctar, como las de kiwi (IFIBYNE - Conicet /UBA)

Las abejas son insectos voladores que existen en el planeta Tierra desde hace más de 100 millones de años. En el caso de las melíferas, tienen un sentido del olfato muy agudo.

Cuando vuelan, las abejas visitan flores y obtienen su néctar, que es fuente de azúcares, y su polen, que les aporta proteínas. Así consiguen alimento, pero al mismo tiempo ayudan a las plantas porque transportan polen de una flor a otra y de esta manera favorecen que se realice la polinización cruzada que muchas especies vegetales necesitan para la reproducción sexual y da lugar a la formación de semillas y frutos.

Científicos de la Argentina han desarrollado una “estrategia de polinización dirigida” que permite controlar hacia dónde van las abejas. Su aplicación podría potenciar la producción de cereales y frutas a nivel mundial.

El último avance es que, por primera vez, consiguieron dirigirlas hacia flores que no tienen néctar, como las de la planta de kiwi, que es originaria de China. Sus flores poseen un aroma agradable y pétalos de color blanco al abrirse.

El equipo de investigadores fue liderado por Walter Farina. Publicaron los resultados en Scientific Reports (IFIBYNE)
El equipo de investigadores fue liderado por Walter Farina. Publicaron los resultados en Scientific Reports (IFIBYNE)

Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista Scientific Reports. Contó con financiamiento de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad de Buenos Aires y del Conicet.

“Hace más de 20 años empezamos a partir de una línea de investigación básica y estudiamos el comportamiento social de las abejas de la miel o melíferas. Lo que observamos es que dentro de cada colmena o colonia, cada abeja puede aprender olores florales por contacto boca a boca con otros individuos”, dijo a Infobae el doctor Walter Farina, investigador superior del Conicet y del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias, que se encuentra en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Por ejemplo, si una abeja visita un campo de girasol, otro individuo puede recibir el alimento a través de la boca y forma una memoria del olor del cultivo. Son memorias con información que se generan por contactos sociales que duran muchos días. Esto se propaga rápidamente dentro de la colonia. Implica que, en pocas horas, se forma una memoria olfativa del olor del girasol en una sociedad de insectos, aunque muchos individuos no hayan estado cerca de la planta.

Las abejas de la miel tienen 170 receptores odoríferos y un sentido del olfato muy potente (Getty Images)
Las abejas de la miel tienen 170 receptores odoríferos y un sentido del olfato muy potente (Getty Images)

Al detectar esa particularidad, el grupo de investigación de Farina se preguntó cómo podían interferir en la propagación de la información dentro de las colonias, sin depender de las condiciones ambientales o de la situación del cultivo. “Así nos pusimos a desarrollar perfumes o formulaciones sintéticas que imitan los olores de las flores. Porque sabemos que las memorias hacen que los insectos tengan preferencias por ciertas fuentes de alimento”, detalló.

Se trata de una innovación que ya tiene varias patentes otorgadas. El uso de la tecnología en diversos cultivos específicos está protegido en distintos países como Argentina, Chile, Perú, China, Estados Unidos, Unión Europea y Australia. La empresa startup Beeflow tiene la licencia sobre el uso de las patentes.

“Lo novedoso de nuestro nuevo trabajo es que desarrollamos una formulación de volátiles que actúa como un perfume sintético de la flor de kiwi”, contó el científico. Otros coautores fueron María Cecilia Estravis-Barcala, Facundo Verellen y Florencia Palottini, que pertenecen al laboratorio de Farina en Buenos Aires. Colaboró Andrés González, de la Facultad de Química de la Universidad de La República, en Uruguay.

El estudio tuvo diferentes etapas. Primero, hicieron una evaluación de los perfiles volátiles florales. Esto significa que estudiaron químicamente las fragancias de las flores de kiwi.

Al usar la tecnología para la polinización dirigida a través de formulados sintéticos que imitan el aroma de las flores, se puede aumentar el rendimiento de cultivos de kiwi (Imagen Ilustrativa Infobae)
Al usar la tecnología para la polinización dirigida a través de formulados sintéticos que imitan el aroma de las flores, se puede aumentar el rendimiento de cultivos de kiwi (Imagen Ilustrativa Infobae)

“Las flores macho y hembras tienen fragancias ligeramente distintas. Lo comparamos con bibliografía. A partir de ese momento, hicimos prototipos de formulados sintéticos y los probamos con ensayos de comportamiento de abejas”, expresó.

En esa instancia de ensayo, los científicos le “preguntaron” a las abejas si podían diferenciar entre la fragancia sintética y la natural. Con ese olor mimético se pudo entrenar a las abejas al cultivo. Así se formaron memorias del olor de la fragancia sintética en los insectos que fueron similares al olor de la fragancia natural. Como consecuencia, pasaron a tener el perfume sintético que se puede usar en las colmenas.

La formulación que hicieron se disuelve en una solución azucarada. Lo que lograron es que, al verterlo en colmenas que se usan para servicios de polinización, las abejas terminan yendo a la flor de kiwi que no ofrece néctar. Solo ofrece polen.

“Las visitas son claves para la polinización de un cultivo tan importante en cuanto al valor nutricional y económico. De esta manera, las abejas ayudan a intercambiar el polen entre flor macho y flor hembra y a aumentar más del 20% del rendimiento de la producción de kiwi”, acotó Farina.

La estrategia de polinización dirigida ya se usó con éxito con cultivos de  girasol, peral, manzano, almendro y arándano (Imagen Ilustrativa Infobae)
La estrategia de polinización dirigida ya se usó con éxito con cultivos de girasol, peral, manzano, almendro y arándano (Imagen Ilustrativa Infobae)

Antes, ya la estrategia de polinización dirigida había demostrado buenos resultados al conducir a las abejas hacia flores de cultivos que ofrecen néctar junto con polen como recompensa. Ya se probó en girasol, peral, manzano, almendro y arándano.

“La innovación permite obtener un mayor rendimiento en los cultivos de kiwi. Es un manejo sofisticado y simple a la vez que utiliza la formulación sintética como una imitación de las fragancias de las flores de kiwi. Ese manejo aumenta las visitas de las abejas a las flores de kiwis y luego el rinde del cultivo”, aclaró.

En diálogo con Infobae, el doctor Agustín Sáez, investigador del grupo de Ecología de la Polinización del Instituto INIBIOMA, que depende del Conicet y la Universidad Nacional del Comahue, comentó: “El trabajo de Farina y colaboradores aporta dos aspectos novedosos al campo del conocimiento. Por un lado, sus aportes contribuyen a entender cómo mejorar la polinización de cultivos mediante el uso de abejas melíferas, particularmente, al condicionar el forrajeo de las abejas y dirigirlo hacia cultivos focales específicos”

Las visitas son claves para la polinización de un cultivo tan importante en cuanto al valor nutricional y económico (Daniel Bockwoldt/dpa)
Las visitas son claves para la polinización de un cultivo tan importante en cuanto al valor nutricional y económico (Daniel Bockwoldt/dpa)

Mientras que, por otro lado, “se demostró que es posible condicionar el comportamiento de las abejas para que incrementen su forrajeo en un cultivo dioico (con plantas masculinas y femeninas) como es el kiwi, lo cual nunca había sido demostrado antes”, afirmó Sáez, que no participó en la investigación publicada en Scientific Reports.

“Aportaron conocimiento sobre cómo hacer más eficiente la polinización del cultivo de kiwi, donde la polinización juega un rol fundamental en la producción de fruta y su calidad”, añadió.

La zona más productiva de kiwi en la Argentina se encuentra en la zona de Mar del Plata, Miramar, Sierra de los Padres, y alrededores. “Hasta el momento con mi grupo he realizado ensayos de polinización, tanto como polinización artificial, así como con el uso de la abeja de la miel, pero sin el agregado de estos compuestos desarrollados por el doctor Farina y colaboradores que condicionan el forrajeo de las abejas. Creo que sería una interesante tecnología a probar y ver si mediante su uso se puede incrementar la producción y la calidad de la fruta producida”, expresó Sáez.

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