Un reciente estudio científico reveló los devastadores efectos del cambio climático en la Gran Barrera de Coral australiana. Tras cuatro siglos de datos geológicos extraídos de los esqueletos de corales, los investigadores concluyeron que los mayores episodios de blanqueamiento coincidieron con los picos de temperatura provocados por el calentamiento global durante el verano austral.
Esta alarmante investigación, publicada en la revista Nature, destaca cinco años críticos: 2024, 2022, 2020, 2017 y 2016, en los cuales grandes áreas del arrecife más grande del planeta se convirtieron en un blanco mortecino.
Helen McGregor, investigadora de la Universidad de Wollongong, enfatizó en una rueda de prensa, según la agencia EFE: “Las temperaturas del océano durante estos episodios de blanqueamiento no tienen precedentes en los últimos cuatro siglos”.
Los datos revelan que el mar en la Gran Barrera de Coral alcanzó máximos históricos de temperatura entre enero y marzo de 2024, con temperaturas que superan cualquier registro desde el siglo XVII.
El análisis se basa en una detallada reconstrucción de cuatro siglos de la temperatura de la superficie del mar, mediante la utilización de datos geoquímicos obtenidos a partir de los esqueletos de corales de roca.
EFE subrayó que los científicos de las universidades australianas de Wollongong, Melbourne y Queensland, junto con sus colegas de Tulane y Columbia en Estados Unidos, fueron los responsables de este análisis exhaustivo.
El uso de modelos climáticos fue crucial en este estudio para atribuir la tasa de calentamiento del océano al cambio climático antropogénico. El análisis de los núcleos de esqueletos de coral y los datos de temperatura de la superficie del mar permitieron a los investigadores observar tendencias de calentamiento sostenido desde 1900, especialmente intensas desde la década de 1960.
Blanqueamiento y muerte de los corales
El blanqueamiento del coral se produce cuando el estrés causado por las altas temperaturas hace que los corales expulsen las algas que les proporcionan color y nutrientes. Sin estas algas, los corales enferman y, en muchos casos, mueren si las condiciones no mejoran lo suficientemente rápido para permitir su recuperación y la recolonización de las algas.
“Cuando observé los datos de 2024, tuve que comprobar tres veces mis cálculos: se salían de la gráfica, casi no podía creerlo”, declaró Benjamin Henley, investigador de la Universidad de Melbourne, según EFE en la misma conferencia.
Los científicos no dudaron en señalar el cambio climático como el principal factor detrás de estas devastaciones. McGregor insistió: “Sin una intervención urgente, la emblemática Gran Barrera de Coral corre el riesgo de sufrir un blanqueamiento anual por las altas temperaturas oceánicas que pondrá en riesgo su integridad ecológica y valores”.
Los expertos coinciden en que los impactos sobre el arrecife serán cada vez más inevitables en los próximos años, a menos que se implementen medidas más contundentes a nivel global.
McGregor sostuvo: “Ya tenemos las soluciones clave para detener el cambio climático; lo que necesitamos es acelerar radicalmente la aplicación de esas soluciones en todos los países. Cada fracción de grado de aumento de temperatura que logremos evitar cuenta”.
Además, deja claro que este no es solo un problema local, sino que, dadas las características globales del cambio climático, se requiere la cooperación internacional para abordarlo efectivamente.
Decisión controvertida de la UNESCO
El estudio llegó en un momento particularmente controvertido, después de que la UNESCO decidiera en una reciente reunión en India dejar de declarar a la Gran Barrera de Coral como un ecosistema “en peligro”, según la agencia EFE. Desde 2022 que está en la lista de Patrimonio Mundial en Peligro y desde 1981 es Patrimonio Mundial.
Esta decisión se basó en los esfuerzos del gobierno australiano para frenar su deterioro. Sin embargo, McGregor criticó abiertamente esta medida, argumentando que la Gran Barrera sigue estando en grave peligro.
“La Gran Barrera de Coral está absolutamente en peligro”, sostuvo Henley según EFE, quien también destacó la necesidad de acelerar las soluciones al cambio climático en todos los países.
Los datos del estudio confirman los indicios existentes de que, a cada récord de temperatura, corresponde un devastador récord de blanqueamiento de corales.
El arrecife de coral no solo es un ecosistema vital para la biodiversidad marina, sino que también es crucial para la economía local, protegiendo costas y sustentando el turismo y la pesca.