Durante mucho tiempo, se mantuvo la creencia de que aprender nuevas habilidades, como los idiomas, es más fácil cuanto antes se empiece. Esta idea influyó en la percepción de que durante la infancia es el momento ideal para introducir un nuevo idioma, además del natal. Sin embargo, este tema fue objeto de intenso debate entre la comunidad científica.
El cerebro humano, un órgano en constante evolución, tiene el potencial para el aprendizaje más allá de la pubertad. Por ende, la edad no debería ser un limitante a la hora de aprender un nuevo idioma.
“Las investigaciones indican que los adultos aprendemos mejor en todo porque tenemos mucha autorregulación y somos muy intencionales cuando queremos aprender algo”, afirmó Lourdes Ortega en National Geographic, profesora de lingüística en la Universidad de Georgetown, quien habla cuatro idiomas.
Los beneficios cognitivos de aprender un segundo idioma son numerosos, tal como lo mencionó Ortega. La inmersión es un factor crucial para el éxito del aprendizaje de idiomas.
“Sin la oportunidad de estar expuesto al idioma, no se puede aprender nada, ni temprano ni tarde”, indicó Ortega en diálogo con National Geographic.
Cuánto se puede tardar en aprender
Para muchos adultos, alcanzar la fluidez en un idioma extranjero puede llevar años. Según el Foreign Service Institute (FSI), instituto para capacitación de idiomas a profesionales de Estados Unidos, el dominio de un idioma depende de varios factores. En ellos se encuentran la habilidad natural del individuo, su experiencia lingüística previa y la consistencia de sus lecciones.
El FSI señala que los idiomas similares al inglés, como el español o el francés, pueden aprenderse en 24 a 30 semanas. En cambio, el griego o el ruso requieren alrededor de 44 semanas, y el tiempo puede duplicarse para idiomas más difíciles como el árabe o el mandarín.
Ortega explicó que estas estimaciones requieren un modelo de estudio estricto, difícil de mantener por cuenta propia. La proliferación de aplicaciones de aprendizaje de idiomas, como Babbel y Duolingo, ha permitido a las personas aprender a su propio ritmo y con mayor accesibilidad.
“Nadie puede aprender, como adulto, un nuevo idioma a menos que le guste y lo convierta en parte de su vida”, indicó Ortega en National Geographic.
Joshua Hartshorne, profesor asociado de investigación en el Instituto de Profesiones de la Salud del MGH, resalta que los científicos descubrieron que la habilidad para aprender un idioma no se limita a unos pocos años.
“La gente ha estado dando por sentado que uno se vuelve más o menos tan bueno como puede llegar a ser en un nuevo idioma en cuatro o cinco años. Lo que vimos fue que, en realidad, a medida que la gente continúa aprendiendo durante unos 30 años, seguirá mejorando”, declaró Hartshorne en National Geographic.
En qué ayuda aprender nuevas lenguas
El aprendizaje de una segunda lengua ofrece muchos beneficios cognitivos para los adultos mayores, incluyendo una mejor retención de memoria y un vocabulario más amplio.
Boaz Keysar, profesor de psicología en la Universidad de Chicago, mencionó que ser bilingüe aporta ventajas significativas, como la prevención de la demencia.
“Las personas multilingües son mejores en la toma de perspectiva, lo que significa que están más en sintonía con la intención del hablante”, explicó Keysar en su entrevista con National Geographic.
Ortega también destaca la importancia de la motivación y el tiempo invertido en el aprendizaje de un idioma. “Sería maravilloso que la gente estuviera más abierta a la idea de que puede aportar mucha riqueza a tu vida. Si no hay nada más que hacer, no pruebes solo un idioma, prueba al menos dos, porque cada uno de ellos te hace sentir muy diferente”, aconsejó Ortega en National Geographic.