Un reciente fenómeno ha captado la atención de la comunidad científica y los medios de comunicación. Científicos anunciaron que algunos tiburones brasileños que viven frente a la costa de Río de Janeiro contienen rastros de cocaína debido al vertido de esta droga en las aguas residuales. Aunque pueda parecer un motivo de humor, la situación revela una problemática seria de contaminación que afecta a diversas especies animales en todo el mundo, exponiéndolas no solo a drogas ilícitas, sino también a medicamentos humanos como anticonceptivos y antibióticos.
Sara Wyckoff, veterinaria especialista en vida silvestre del Departamento de Parques y Vida Silvestre de Texas, resaltó que no solo los tiburones están afectados. “Los animales están siendo contaminados con no solo opioides o drogas ilícitas, sino todo lo que usamos”, desde anticonceptivos hasta antibióticos, apuntó Wyckoff a National Geographic.
Al igual que los humanos, algunos animales también buscan los efectos del alcohol de manera natural. Según Wyckoff, “el alcohol es un neurodepresor, por lo que disminuye el sistema nervioso y esos reflejos rápidos. Todo lo que imaginarías que le pasa a una persona borracha, le pasa a los animales también”.
Un estudio de 2020 liderado por Piotr Tryjanowski, zoólogo de la Universidad de Ciencias de la Vida de Poznań en Polonia, documentó 55 especies de aves que consumen alcohol, como loros y cuervos. “¿Por qué lo hacen? Probablemente por la misma razón por la que nosotros vamos a los bares,” afirmó Tryjanowski a National Geographic.
Qué animales consumen sustancias para emborracharse y drogarse
Zorzales de Cedro
Los zorzales de cedro, conocidos por su plumaje distintivo y su capacidad de alimentarse únicamente de frutas durante meses, son un ejemplo notable. Estos pájaros a menudo consumen frutas que han comenzado a fermentar, lo que convierte los azúcares en etanol.
Aunque estas frutas no estén visiblemente podridas, su contenido de alcohol puede afectar a las aves, haciéndolas más lentas y disminuyendo sus reflejos. Esto aumenta su vulnerabilidad a depredadores, accidentes de tráfico y colisiones con ventanas. Como explica Sara Wyckoff, “todo lo que imaginarías que le pasa a una persona borracha, le pasa a los animales también”.
Elefantes Africanos
Otro ejemplo intrigante es el de los elefantes africanos, que supuestamente se embriagan al consumir frutas fermentadas del árbol de marula. Aunque se ha debatido la veracidad de estos informes debido a la gran cantidad de alcohol que requerirían para embriagarse, investigaciones sugieren que los elefantes tienen una mutación genética que les dificulta metabolizar el alcohol.
Según Mareike Janiak, investigadora de la Universidad de Calgary, esta mutación significa que los elefantes pueden embriagarse más fácilmente con la fruta fermentada, aunque probablemente no lo hagan por placer sino por hambre, ya que el etanol permite consumir más fruta que de otro modo estaría demasiado madura.
Musarañas Arborícolas
En los bosques de Tailandia, Malasia y Borneo, las musarañas arborícolas se alimentan del néctar fermentado de las palmas de bertam, un jarabe dulce con un contenido alcohólico de más del 3%.
A diferencia de los zorzales de cedro, estas musarañas parecen no sufrir efectos adversos por su dieta alcohólica. Un estudio de 2008 descubrió que las musarañas y otros polinizadores de bertam están adaptados para consumir grandes cantidades de alcohol sin mostrar signos de embriaguez, lo que podría indicar una evolución conjunta con las plantas que polinizan.
Renos en Siberia
En Siberia, los renos ingieren el hongo Amanita muscaria, también conocido como el hongo de Navidad, que contiene compuestos alucinógenos. Los renos tienen estómagos complejos que pueden neutralizar las toxinas del hongo, permitiéndoles consumirlo sin los efectos severos que experimentan los humanos, como náuseas y desorientación. No obstante, los efectos específicos en los renos no están completamente claros, y los científicos continúan estudiando cómo este consumo afecta su comportamiento y fisiología.
Jabalíes
En algunas regiones de Europa, los jabalíes son conocidos por desenterrar y consumir trufas, que contienen compuestos similares a los endocannabinoides, sustancias que pueden inducir efectos psicotrópicos. Aunque el impacto específico en el comportamiento de los jabalíes no está completamente documentado, se sabe que estos animales buscan activamente las trufas, lo que sugiere que podrían experimentar algún tipo de efecto placentero.
Canguros
En Australia, los canguros a veces consumen plantas que contienen compuestos narcóticos. Un ejemplo son las especies de acacias que contienen DMT (dimetiltriptamina), una potente sustancia alucinógena. Aunque es raro que los canguros ingieran grandes cantidades de estas plantas, existen informes anecdóticos de animales que muestran comportamientos inusuales después de consumirlas.
El estudio de Tryjanowski sugiere que, aunque las musarañas arborícolas puedan consumir plantas embriagantes, lo hacen por su valor nutricional más que por el alcohol. “Consumir estos alimentos puede darte azúcar y vitaminas, así como alcohol, señaló Tryjanowski.