Docentes y estudiantes hallaron un fósil único en San Luis: un toxodonte perdido en el tiempo

Un equipo de la Universidad Nacional de los Comechingones de Merlo descubrió una mandíbula superior de un ejemplar en la Formación Paso de las Carretas

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Los investigadores Manuel Gontero-Fourcade junto a Ignacio Duhalde, Agustín Alaniz y Walter Coria (Universidad Nacional de los Comechingones)
Los investigadores Manuel Gontero-Fourcade junto a Ignacio Duhalde, Agustín Alaniz y Walter Coria (Universidad Nacional de los Comechingones)

Docentes y estudiantes de la Universidad Nacional de los Comechingones (UNLC) de Merlo, San Luis, Argentina, encontraron un fósil extraordinario y único en la Formación Paso de las Carretas. La expedición fue dirigida por Manuel Gontero-Fourcade y contó con la participación de Ignacio Duhalde, Agustín Alaniz y Walter Coria.

El lugar del descubrimiento, la Formación Paso de las Carretas, está ubicada a 50 km al este de la Ciudad de San Luis. “No es propiamente un afloramiento, es un estrato que en vez de estar enterrado está a simple vista”, explicó Gontero en un comunicado de la universidad. La formación, agregó, pertenece al Neógeno (el periodo geológico que abarca entre 23 y 2,6 millones de años atrás). Sin embargo, el equipo de la UNLC halló allí un segmento de mandíbula superior de un toxodon, los animales parecidos a los actuales rinocerontes que se extinguieron aproximadamente hace 50.000 años atrás, lejos de los 20 millones de años del Neógeno.

Encontraron “un toxodon perdido en el tiempo”, explica le comunciado de la universidad.

Docentes, estudiantes e investigadores participaron en el descubrimiento del toxodon y en la elaboración del artículo (Universidad Nacional de los Comechingones)
Docentes, estudiantes e investigadores participaron en el descubrimiento del toxodon y en la elaboración del artículo (Universidad Nacional de los Comechingones)

El hallazgo disparó la curiosidad de Cerdeño, quien solicitó una nueva estratigrafía -el estudio y la descripción de los estratos, las capas de sedimentos de las formaciones geológicas- en colaboración con el doctor Jorge Chiesa, del departamento de geología de la Universidad Nacional de San Luis. “Hicimos un nuevo estudio, de mayor profundidad, con Chiesa y un estudio complementario”, cuenta Gontero.

La identificación del espécimen resultó ser un trabajo arduo, ya que solo se disponía de tres dientes y un fragmento de la mandíbula. Finalmente, los resultados confirmaron los datos iniciales, el toxodon apareció en un estrato del neógeno, ahora había que identificarlo. “Toxodon es una familia, para dar un ejemplo es como cánido, a la que pertenecen los perros y los lobos”, explica Gontero. Al estudio se sumó la doctora Gabriela Schmidt, otra experta en el tema.

Los hallazgos que hicieron los investigadores fueron publicados en una de las revistas paleontológicas más prestigiosas del mundo (Universidad Nacional de los Comechingones)
Los hallazgos que hicieron los investigadores fueron publicados en una de las revistas paleontológicas más prestigiosas del mundo (Universidad Nacional de los Comechingones)

“Ella es investigadora del Conicet, se interesó también por el fósil y junto a un técnico paleontólogo que limpia el fósil de una manera precisa para poder hacer las medidas exactas, hacen un juego de filogenia”, explicó en un comunicado la universidad. Este estudio compara los caracteres del hallazgo en una base de datos para determinar semejanzas. El resultado indica a esta especie como un “Ocnirotherium. Intermedium”. Este toxodonte tuvo las mayores similitudes con un ejemplar encontrado en Venezuela. “Esto empezó siendo un trabajo pequeño en el que íbamos a describir que encontramos este espécimen y terminó transformándose en un paper gigantesco”, agregó Gontero.

El equipo de investigación logró obtener el fósil en las márgenes de un lago. Gontero explicó: “Fue un rescate, si dejábamos pasar el tiempo el lago subía y se llevaba todo”.

El nuevo hallazgo abrió las puertas a una colaboración sin precedentes entre varias instituciones. Además, Taylor & Francis, una de las revistas paleontológicas más prestigiosas del mundo, publicó el descubrimiento.

Este trabajo, explican, que cambia la perspectiva sobre los toxodontes y las eras en las que vivieron.

La Formación Paso de las Carretas, escenario del descubrimiento (Universidad Nacional de los Comechingones)
La Formación Paso de las Carretas, escenario del descubrimiento (Universidad Nacional de los Comechingones)

El hallazgo, además, fue la base para una colaboración con el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA) y la experta en Toxodontidae, la doctora Esperanza Cerdeño, que trabaja en IANIGLA, una institución que depende del Conicet.

“Nosotros conocíamos la estratigrafía del lugar, pero identificar qué especie era con tres dientes y un pedazo de mandíbula era un trabajo muy complicado”, dice Gontero, y como director del proyecto decidió contactar a la doctora Esperanza Cerdeño, una experta en Toxodontidae, quien trabaja en el IANIGLA, dependiente del Conicet.

Manuel Gontero-Fourcade dirigió la crucial operación de rescate (Universidad Nacional de los Comechingones)
Manuel Gontero-Fourcade dirigió la crucial operación de rescate (Universidad Nacional de los Comechingones)

El descubrimiento tuvo lugar gracias a la financiación de proyectos de investigación interna de la universidad. “Siempre digo que tenemos suerte, sabemos dónde buscar, tenemos expertos, sabemos cómo medir, pero en cuatro años de expediciones encontramos cuatro cráneos y tenemos diez hallazgos”, explicó Gontero.

Los beneficios del descubrimiento son múltiples y ponen en alto el nombre de la universidad. Gontero afirmó: “Esto nos va a traer muchos beneficios porque la UNLC ya realiza investigaciones paleontológicas de alto nivel científico. Una cosa es dar clases y otra cosa es hacer paleontología, y eso es muy interesante en una universidad donde recién arrancamos con investigación”.

La publicación del artículo científico impulsó el prestigio de la UNLC (Universidad Nacional de los Comechingones)
La publicación del artículo científico impulsó el prestigio de la UNLC (Universidad Nacional de los Comechingones)

La dedicación de los estudiantes en todo el proceso, desde el rescate hasta la investigación y redacción del trabajo, también es altamente resaltada. “Estaban ahí a las tres de la madrugada en invierno, nos servíamos gaseosa y se congelaba en el vaso”. Esos esfuerzos culminaron en un logro notable para los noveles paleontólogos de la universidad. Gontero concluye: “Esto es un logro, no es común que los estudiantes tengan sus nombres publicados en artículo, les da una competitividad enorme en el campo de estudio, y la Universidad de los Comechingones tiene esta intención”.

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