El número de mariposas en el Reino Unido ha alcanzado un mínimo histórico, según informó Butterfly Conservation después de organizar el Gran Conteo de Mariposas de este año. Esta alarmante caída en las cifras se debe, en gran parte, a las inusualmente húmedas condiciones meteorológicas que afectarán tanto la primavera como el verano boreal de 2024. La Oficina Meteorológica afirmó que las últimas décadas han sido más cálidas, más húmedas y más soleadas que las del siglo XX.
Las precipitaciones durante la primavera de este año fueron las más intensas desde 1986, con un promedio total de 301,7 mm, lo que representa un 32% más de lluvia de lo que es habitual en esta temporada. “Las mariposas necesitan condiciones cálidas y secas para volar y aparearse”, dijo el Dr. Dan Hoare, director de conservación de Butterfly Conservation, a The Guardian. El colapso climático ha sido identificado como uno de los factores principales que afectan a los patrones naturales de las estaciones, y ya no se puede confiar en ellos para la supervivencia de insectos como las mariposas.
Además de la lluvia, la pérdida de hábitat, el deterioro climático y el uso de pesticidas han contribuido significativamente al declive de las mariposas. Desde la década de 1970, el 80% de las especies de mariposas en el Reino Unido han disminuido. Hoare manifestó: “La falta de mariposas este año es una señal de alerta para todos nosotros. La naturaleza está dando la voz de alarma y debemos escuchar”.
No obstante, no todas las noticias son desalentadoras. Los informes publicados por el Plan de Monitoreo Anual de Mariposas del Reino Unido (UKBMS) mostraron señales positivas sobre la recuperación de algunas especies gracias a los esfuerzos de conservación. La mariposa azul grande y la mariposa patrón a cuadros reportaron aumentos significativos en sus poblaciones. Según The Guardian: “El minucioso trabajo de los conservacionistas ha permitido que algunas especies de mariposas se hayan recuperado en los últimos años”.
Sin embargo, estas mariposas enfrentan nuevos desafíos. Las especies de mariposas aún están luchando por recuperarse de la sequía de 2022. “No se aparean en condiciones húmedas, pero también necesitan que las plantas que comen sus orugas estén adecuadamente regadas”, explicó Hoare, haciendo hincapié en que las condiciones climáticas extremas imponen una serie de problemas consecutivos a las mariposas en su intento de recuperación.
El conteo de mariposas es una herramienta vital no solo para monitorear la salud de estos insectos, sino también del medio ambiente en general. El Big Butterfly Count de este año, que se lleva a cabo del 14 de julio al 6 de agosto, es una encuesta científica ciudadana que involucró a miles de participantes. El Gran Conteo de Mariposas pide a las personas que salgan durante 15 minutos y registren la cantidad y el tipo de mariposas que ven.
Amy Walkden, una de las voluntarias, mencionó: “Tener un registro anual de lo que se observa o no aquí es importante. Son datos científicos valiosos para destacar cambios como el calentamiento global o la destrucción del hábitat”. La iniciativa del conteo es esencial para obtener una evaluación precisa de la situación de estas especies y para planificar cómo protegerlas de la extinción.
Butterfly Conservation está promoviendo acciones simples que las personas pueden realizar para ayudar a las mariposas a prosperar. “Dejar que crezca el césped de sus jardines” es una de las sugerencias que podrían aumentar la cantidad de mariposas, especialmente en áreas urbanas.
En las últimas décadas, se ha notado una disminución preocupante tanto en la población como en el hábitat de las mariposas. Entre 1976 y 2019, las mariposas perdieron el 42% de su área de distribución natural y sus números decayeron en un 6% en los sitios estudiados. Richard Fox, de Butterfly Conservation, mencionó: “Es bastante preocupante. La principal causa del declive es lo que los humanos hicieron en el medio en los últimos 50, 60, 70 años en el Reino Unido”.
El gobierno del Reino Unido tiene planes para contrarrestar esta pérdida de biodiversidad, con el objetivo de plantar entre 90 y 120 millones de árboles al año hasta 2025. Aunque valora este proyecto, Fox subrayó que es insuficiente si no se acompaña de una agricultura menos intensiva.
La importancia de las mariposas como indicadores de la salud del ecosistema es indiscutible. Su desaparición podría ser una advertencia temprana de la pérdida de otras especies de fauna silvestre. Participar en eventos como el Big Butterfly Count es crucial para mantener un registro actualizado y preciso que pueda guiar futuras acciones de conservación.
Sir David Attenborough y otras celebridades como Chris Packham y Joanna Lumley han apoyado públicamente esta causa, destacando la importancia de involucrarse en la conservación del medio ambiente y la biodiversidad.