La corteza de los árboles demuestra un superpoder climático inesperado

Un estudio reciente revela cómo juegan un papel crucial en la regulación del clima global, actuando como una barrera protectora

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(Imagen Ilustrativa Infobae)
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La corteza de los árboles, esa capa externa que a menudo pasaba por alto, está revelando un sorprendente poder en la lucha contra el cambio climático. Investigaciones recientes han demostrado que esta cubierta protectora no solo protege a los árboles de daños físicos y biológicos, sino que también juega un papel crucial en la captura y almacenamiento de carbono. La corteza funciona como una barrera que almacena compuestos orgánicos y minerales, contribuyendo así a la reducción de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Este hallazgo subraya la importancia de los árboles no solo como elementos vitales para la biodiversidad, sino también como aliados esenciales en la mitigación del calentamiento global.

La investigación, publicado en la revista Nature , se centra en la habilidad de los árboles para absorber metano (CH4) a través de su corteza, ha revelado que los bosques podrían ser un importante sumidero de metano, comparable al papel que juega el suelo en el ciclo del carbono de la Tierra.

El metano, a pesar de no ser tan abundante en la atmósfera como el dióxido de carbono (CO2), es un potente gas de efecto invernadero responsable de un porcentaje considerable del calentamiento global. La NASA estima que el metano contribuye entre un 20 y 30 por ciento al aumento de la temperatura global desde la Revolución Industrial. Este compuesto es aproximadamente 28 a 36 veces más eficaz que el CO2 para atrapar el calor en la atmósfera a lo largo de un siglo.

Tradicionalmente, se sabía que el metano atmosférico desaparece por dos vías principales: primero, mediante reacciones con otros compuestos en la atmósfera y segundo, gracias a los metanótrofos en el suelo que metabolizan el gas. Sin embargo, la nueva investigación sugiere una tercera vía altamente efectiva: la absorción de metano a través de la corteza de los árboles.

El estudio, liderado por Vincent Gauci de la Universidad de Birmingham, estima que los árboles pueden absorber entre 24,6 y 49,9 teragramos de metano anual, similar al sumidero del suelo. Nicholas Ward, del Laboratorio Nacional del Pacífico Noroeste, destaca que si estas estimaciones son precisas, los árboles podrían representar hasta un tercio del sumidero global de metano ‘faltante’.

Los científicos investigaron árboles en la Amazonia, Panamá, el Reino Unido y Suecia (Imagen Ilustrativa Infobae)
Los científicos investigaron árboles en la Amazonia, Panamá, el Reino Unido y Suecia (Imagen Ilustrativa Infobae)

Aunque la presencia de metanótrofos en la corteza de los árboles ya había sido identificada previamente en ciertas especies, este estudio se distingue por su análisis a gran escala, evaluando múltiples especies en biomas tropicales, templados y boreales. Según Gauci, “este es en realidad un proceso a gran escala que opera en todo el mundo”, como declaró a Popular Science.

Es importante notar que otros estudios han señalado que ciertos árboles, particularmente los de humedales, pueden liberar metano a la atmósfera. Patrick Megonigal, del Centro de Investigación Ambiental Smithsonian, explica que esto no contradice los nuevos hallazgos, sino que añade complejidad al rol de los bosques en el ciclo del metano.

Para medir la absorción de metano, los científicos colocaron trampas de gas en diferentes alturas alrededor de los troncos de los árboles en cuatro regiones distintas: la Amazonia brasileña, un bosque tropical en Panamá, un bosque caducifolio templado en el Reino Unido y un bosque boreal. en Suecia. Se descubrió que, en general, la corteza de los árboles comienza a absorber metano a partir de cierta altura sobre el suelo, incrementando esta absorción en los tramos superiores del tronco.

Estos datos muestran que mientras algunas especies, como los robles, tienen baja absorción de metano, otras como los fresnos y los sicomoros, así como muchas especies tropicales, son mucho más eficientes en este proceso. Específicamente, los árboles tropicales demostraron ser los mayores sumideros de metano, resaltando su importancia en la lucha contra el cambio climático.

A pesar de las importantes evidencias presentadas, aún hay limitaciones que deben ser abordadas en futuras investigaciones. Megonigal señala, por ejemplo, que el tamaño de la muestra del estudio es pequeño y que no se incluyó información sobre las copas de los árboles ni sobre especies que habitan en ecosistemas áridos.

Gauci ya ha planeado un proyecto de investigación en Ghana para evaluar más a fondo las contribuciones de la vegetación y las hojas en el flujo de metano, así como los impactos de las condiciones de humedad y sequía. Esto podría ayudar a mejorar nuestras estimaciones sobre la capacidad de la Tierra para manejar los gases de efecto invernadero.

La revelación del papel crucial de la corteza de los árboles en la lucha contra el cambio climático resalta la necesidad de proteger y preservar nuestros bosques con mayor énfasis. Estos hallazgos no solo amplían nuestra comprensión de los mecanismos naturales de captura de carbono, sino que también abren nuevas vías para estrategias de conservación y gestión forestal. Con este conocimiento, se refuerza el argumento de que invertir en la salud de nuestros ecosistemas forestales es una medida clave y urgente para mitigar los efectos del calentamiento global.

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