La recuperación de oro de los residuos electrónicos es una propuesta cada vez más atractiva entre los científicos ante la creciente demanda de este metal precioso. Sin embargo, los métodos actuales para recuperar oro de dispositivos electrónicos antiguos suelen ser costosos y perjudiciales para el medio ambiente. Hasta ahora.
En un avance significativo, el profesor Raffaele Mezzenga, del Departamento de Ciencias de la Salud y Tecnología de la universidad ETH Zúrich, en Suiza, ha desarrollado una nueva técnica que podría revolucionar esta problemática. El resultado del estudio fue publicado en la revista Advanced Materials.
El método, presentado por Mezzenga y su equipo, se basa en el uso de proteínas de suero, un subproducto de la industria alimentaria, para crear esponjas que pueden adsorber oro de residuos electrónicos.
Este enfoque es innovador porque utiliza materiales de desecho, por lo que también es considerablemente más rentable y sostenible en comparación con los métodos tradicionales.
Cómo funciona el método
Para fabricar la esponja utilizada en el proceso, Mohammad Peydayesh, junto al resto del grupo de científicos, desnaturalizaron las proteínas del suero bajo condiciones ácidas y altas temperaturas.
Gracias a este proceso se transformaron en nanofibrillas de proteína que formaron un gel. Luego, este gel obtenido fue secado para crear la esponja que sería utilizada para recuperar el oro.
En el laboratorio, el equipo de Mezzenga sometió 20 placas base de computadoras antiguas a un baño ácido para disolver las partes metálicas y ionizar los metales presentes.
Cuando sumergieron la esponja de fibra proteica en esta solución, los iones de oro se adhirieron eficientemente a las fibras, lo que demostró una notable capacidad de adsorción selectiva.
Proceso de extracción
Una vez que la esponja estaba saturada con iones de oro, el siguiente paso fue calentar la esponja. Este tratamiento térmico redujo los iones de oro a copos, que los científicos luego fundieron para formar una pepita de oro.
De las 20 placas base reutilizadas, el equipo logró obtener una pepita de 450 miligramos, compuesta en un 91% por oro, equivalente a 22 quilates.
“Lo que más me gusta es que estamos utilizando un subproducto de la industria alimentaria para obtener oro a partir de desechos electrónicos”, dijo el profesor Mezzenga al sitio oficial de ETH Zúrich.
Oportunidad económica y ambiental
Según los científicos, los costos de adquisición de materias primas y el costo energético del proceso son cincuenta veces menores que el valor del oro recuperado.
Este hecho podría revolucionar la industria del reciclaje de residuos electrónicos, lo que hace que el proceso sea más accesible y rentable para las empresas.
El equipo de investigadores está decidido a llevar esta tecnología al mercado lo antes posible. Aunque los residuos electrónicos son la fuente más prometedora de la que quieren extraer oro, existen otras posibles aplicaciones, como residuos industriales de la fabricación de microchips o de los procesos de recubrimiento con oro.
El método de Mezzenga podría tener un impacto significativo en la reducción de la carga de residuos electrónicos en los vertederos del mundo. El reciclaje tradicional de estos desechos requiere maquinaria que consume grandes cantidades de energía.
En cambio, la nueva técnica podría ofertar una solución más eficiente y menos contaminante. Además, este método podría reducir la necesidad de nuevas operaciones mineras, las cuales suelen tener un impacto negativo en el medio ambiente.
“En un sentido muy real, estamos transformando dos productos de desecho en oro. ¡No se puede conseguir nada más sostenible que eso!”, cerró Mezzenga en ETH Zúrich.
El equipo de la ETH Zúrich continúa investigando otras posibles aplicaciones de esta tecnología. Estudian si es posible fabricar las esponjas de fibrillas de proteínas a partir de otros subproductos ricos en proteínas o de desechos de la industria alimentaria.