Psilocibina: revelan que el compuesto de los hongos psicoactivos afecta al cerebro durante semanas

Investigadores de los Estados Unidos estudiaron esa sustancia que está en más de 180 especies de hongos. Cuáles fueron los resultados, cómo podría aplicarse a diversas terapias y las advertencias sobre el consumo

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Científicos encontraron que el uso de la psilocibina desestabiliza una red crítica de áreas cerebrales implicadas en el pensamiento introspectivo (Sara Moser/Washington University)
Científicos encontraron que el uso de la psilocibina desestabiliza una red crítica de áreas cerebrales implicadas en el pensamiento introspectivo (Sara Moser/Washington University)

En el planeta hay más de 180 especies de hongos que contienen sustancias que actúan sobre el sistema nervioso, como la psilocibina. Se los suele llamar erróneamente “hongos alucinógenos” u “hongos mágicos”, aunque lo correcto es que se trata de hongos psicoactivos, ya que no generan alucinaciones, pero modifican en parte la percepción.

Las personas que toman psilocibina pueden sentir emociones intensas que van desde la felicidad hasta el terror y pueden tener efectos secundarios, como aumento de la frecuencia cardíaca o náuseas.

Sin embargo, diferentes grupos científicos investigan el uso de la psilocibina como un posible tratamiento clínico para los trastornos por uso de sustancias y otros trastornos mentales.

Gráfico de Marcelo Regalado
Gráfico de Marcelo Regalado

Un equipo de investigadores de los Estados Unidos descubrieron por qué el consumo de psilocibina puede provocar una distorsión de la sensación de espacio, tiempo y de la persona durante uno de los llamados “viajes”.

También aportaron luz sobre el mecanismo por el que se puede ayudar en el desarrollo del tratamiento de la depresión grave. Los resultados fueron publicados en la revista Nature.

Aunque los investigadores advirtieron que las personas hoy no deben interpretar su estudio como una razón para automedicarse con psilocibina. El fármaco no está aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos como tratamiento de la depresión ni de ninguna otra afección, y su consumo sin la supervisión de expertos en salud mental puede implicar riesgos.

La psilocibina se investiga como un potencial tratamiento para la depresión. Los investigadores aclararon que no se debería consumir hoy la sustancia ya que aún no está autorizada por la autoridad regulatoria y aún faltan más estudios que aseguren eficacia y seguridad (Imagen Ilustrativa Infobae)
La psilocibina se investiga como un potencial tratamiento para la depresión. Los investigadores aclararon que no se debería consumir hoy la sustancia ya que aún no está autorizada por la autoridad regulatoria y aún faltan más estudios que aseguren eficacia y seguridad (Imagen Ilustrativa Infobae)

Se sabía que la psilocibina distorsiona la percepción del espacio, el tiempo y el sentido del “yo”. También puede producir un alivio rápido y sostenido de los síntomas de la depresión, la adicción y la ansiedad en humanos. Sin embargo, los correlatos neuronales de los efectos subjetivos y duraderos de los psicodélicos siguen sin estar claros.

Cómo se hizo el estudio

Los investigadores Joshua Siegel y sus colegas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St Louis, llevaron a cabo un ensayo controlado aleatorizado.

Realizaron un seguimiento de los cambios cerebrales de 7 adultos sanos (de entre 18 y 45 años) mediante resonancias magnéticas antes, durante y 3 semanas después de tomar una dosis alta (25 miligramos) de psilocibina.

Esos adultos también recibieron una dosis adicional de psilocibina entre 6 y 12 meses después. Al estudiarlos, los investigadores descubrieron que la psilocibina alteraba la conectividad funcional en el córtex y el subcórtex del cerebro.

Estos cambios se debían a la desincronización de diferentes regiones del cerebro. Los cambios provocados por la psilocibina fueron más fuertes en la red neuronal por defecto, que está conectada a una región llamada “hipocampo anterior” y que está implicada en la creación de nuestro sentido del espacio, el tiempo y el yo.

El consumo de psilocibina distorsiona la percepción del espacio, el tiempo y el sentido del “yo”. Se la estudia como potencial tratamiento de la depresión, la adicción y la ansiedad en humanos (EFE/ Abir Sultan)
El consumo de psilocibina distorsiona la percepción del espacio, el tiempo y el sentido del “yo”. Se la estudia como potencial tratamiento de la depresión, la adicción y la ansiedad en humanos (EFE/ Abir Sultan)

La psilocibina provocó una disminución persistente de la conectividad funcional entre el hipocampo anterior y la red por defecto, que duró semanas. Además, se observó que la realización de una sencilla tarea de emparejamiento audiovisual reducía el efecto de la psilocibina en el hipocampo anterior.

Se “observaron cambios tan masivos inducidos por la psilocibina que los patrones de las redes cerebrales de algunos participantes en el estudio parecían los de una persona totalmente distinta. Nunca había visto un efecto tan fuerte”, afirmó Shan Siddiqi, neurocientífico psiquiátrico de la Facultad de Medicina de Harvard en Boston, Massachusetts.

La mayoría de estos cambios duraron unas horas, pero un vínculo clave entre distintas partes del cerebro permaneció alterado durante semanas.

Qué es la “medicina psicodélica”

La psilocibina es una sustancia que se encuentra en hongos. Ya se la había propuesto para la depresión en las décadas de 1950 y 1960, pero las políticas restrictivas anularon su investigación (AP Foto/Craig Mitchelldyer)
La psilocibina es una sustancia que se encuentra en hongos. Ya se la había propuesto para la depresión en las décadas de 1950 y 1960, pero las políticas restrictivas anularon su investigación (AP Foto/Craig Mitchelldyer)

La psilocibina es una de varias drogas psicodélicas, como el LSD, la ketamina y el MDMA (también conocido como éxtasis), que se están investigando como terapias para afecciones como la depresión y el trastorno de estrés postraumático.

A pesar de los datos prometedores que han acelerado la aprobación de los tratamientos, los investigadores aún no comprenden del todo el mecanismo que subyace a sus efectos terapéuticos.

Muchos estudios han investigado cómo afectan los psicodélicos a células individuales, pero el doctor Siegel y su equipo adoptó un enfoque más amplio para observar cómo afecta la psilocibina a las redes de neuronas de todo el cerebro.

Siegel y sus colegas realizaron un seguimiento de la actividad cerebral de las personas sanas antes, durante y después de tomar una dosis alta de psilocibina. Los investigadores utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional para obtener imágenes de los cambios en el flujo sanguíneo en distintas partes del cerebro, un indicador utilizado para medir cómo se comunican entre sí los grupos de neuronas del cerebro.

En el estudio con la sustancia derivada de hongos, cada participante se sometió a un promedio de 18 escáneres cerebrales por resonancia magnética funcional en los días o semanas previos, durante y hasta tres semanas después de sus experiencias con psilocibina (Felix Blei/Leibniz-HKI)
En el estudio con la sustancia derivada de hongos, cada participante se sometió a un promedio de 18 escáneres cerebrales por resonancia magnética funcional en los días o semanas previos, durante y hasta tres semanas después de sus experiencias con psilocibina (Felix Blei/Leibniz-HKI)

En diálogo con Infobae, el doctor Luis Ernesto Acosta, biólogo, doctorado en neurociencias en la Universidad de Buenos Aires, docente investigador y asesor en la coordinación de salud alimentos y biotecnología del Conicet, que dio recientemente una charla sobre hongos psicodélicos en el Instituto de Inmunología, Genética y Metabolismo (INIGEM), comentó: “El nuevo estudio publicado en Nature intenta describir los mecanismos subyacentes que hacen que el uso de la psilocibina pueda generar cambios persistentes en el cerebro humano. Los resultados podrían llegar a explicar los potenciales efectos terapéuticos de la sustancia en casos de personas con depresión, ansiedad y consumo problemático de drogas”.

El experto comentó que hay diversos centros de investigación en el mundo que están trabajando sobre la eficacia y la seguridad del uso de psilocibina. “También se investiga para la medicina del dolor, el trastorno obsesivo-compulsivo, y enfermedades neurodegenerativas. Si demostrara su eficacia y seguridad, sería una opción terapéutica accesible para muchas personas”, resaltó.

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