Cómo es Cancri E, el nuevo planeta descubierto por la NASA

Estudios con telescopios espaciales revelan condiciones atmosféricas y térmicas inusuales, aportando datos cruciales sobre la evolución y habitabilidad de planetas rocosos como este

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La búsqueda de planetas habitables crece con el apoyo de la tecnología espacial y la curiosidad científica (NASA/JPL-Caltech vía AP)
La búsqueda de planetas habitables crece con el apoyo de la tecnología espacial y la curiosidad científica (NASA/JPL-Caltech vía AP)

La búsqueda de planetas habitables más allá de nuestro sistema solar se ha intensificado en los últimos años, impulsada por los avances en la tecnología espacial y la curiosidad científica. En este contexto, 55 Cancri e, también conocido como Janssen, ha captado la atención de la comunidad astronómica.

Este exoplaneta, ubicado en la constelación de Cáncer y clasificado como una supertierra, presenta características extremas que desafían nuestro entendimiento de la vida fuera de la Tierra. A pesar de sus condiciones inhóspitas, los esfuerzos por estudiar su atmósfera y composición podrían ofrecer pistas valiosas sobre la habitabilidad de planetas rocosos en el futuro.

Utilizando el Telescopio Espacial James Webb, los científicos han comenzado a desentrañar los misterios de 55 Cancri e, detectando posibles gases atmosféricos que podrían distribuir energía térmica de manera similar a algunos procesos en la Tierra.

Estas observaciones son solo una parte de un esfuerzo mayor por comprender cómo los planetas con condiciones extremas, como temperaturas abrasadoras y atmósferas perversamente densas, pueden proporcionar información crucial sobre la evolución planetaria y la habitabilidad.

La exploración de mundos tan distintos al nuestro no solo amplía nuestro conocimiento del universo, sino que también podría eventualmente guiarnos en la búsqueda de nuevos hogares para la humanidad.

“El Telescopio Espacial James Webb no puede capturar una imagen directa de 55 Cancri e, pero mide cambios sutiles en la luz del sistema a medida que el planeta orbita su estrella”, explicaron científicos a NatGeo. Este método, conocido como espectroscopía de eclipse secundario, ya ha sido usado para explorar atmósferas en otros exoplanetas de tipo rocoso.

El Telescopio James Webb ofrece nuevos fragmentos sobre la atmósfera de 55 Cancri e (NASA)
El Telescopio James Webb ofrece nuevos fragmentos sobre la atmósfera de 55 Cancri e (NASA)

A pesar de estos avances, el plan inicial para investigar 55 Cancri e no era sencillo. Según la NASA, se utilizó el Telescopio Espacial Spitzer para observar el planeta durante 80 horas, creando un mapa térmico que revela diferencias extremas de temperatura en sus dos hemisferios. “En el lado diurno la temperatura es de unos 2.500 °C (4,532 °F), mientras que en el lado nocturno es de unos 1.100 °C (2,012 °F)”, afirma Brice-Olivier Demory de la Universidad de Cambridge para la NASA.

Distribución de la energía y la atmósfera secundaria

El equipo de investigadores notó que la temperatura del lado diurno de 55 Cancri e es más baja de lo esperado, alrededor de 1.540 °C (2,804 °F). Este dato sugiere que podría existir una atmósfera que distribuye la energía térmica del lado diurno al nocturno.

“Si el planeta estuviera cubierto de roca fundida oscura con un delgado velo de roca vaporizada, el lado diurno debería estar alrededor de 2.200 °C (3,992 °F)”, informó la NASA. Esto indica que una atmósfera rica en volátiles podría estar redistribuyendo el calor.

Además, los gases que cubren 55 Cancri e parecen emanar desde su interior, formando una atmósfera secundaria rica en gases debido a su océano de magma burbujeante. “Se piensa que la atmósfera primaria se perdió después debido a las altas temperaturas y radiación intensa”, detallaron.

Las observaciones indican que una atmósfera redistribuye el calor entre los hemisferios de 55 Cancri e (Nasa)
Las observaciones indican que una atmósfera redistribuye el calor entre los hemisferios de 55 Cancri e (Nasa)

Condiciones extremas y posibles similitudes con la Tierra primitiva

Las condiciones en 55 Cancri e son altamente extremas, con un lado permanentemente iluminado y otro en perpetuo oscuridad, debido a su órbita sincronizada con la rotación (acoplamiento de marea). Un año pasa en un suspiro: solo tarda 18 horas en rodear su estrella. Este intenso flujo de lava en el hemisferio diurno podría estar redistribuyendo el calor, mientras que en el hemisferio nocturno, la lava está solidificada.

Aunque este planeta está demasiado caliente para ser habitable por ahora, los investigadores ven potencial en estudiar sus condiciones para obtener pistas sobre la Tierra primitiva y otros planetas rocosos como Venus y Marte. “Podría ofrecer una ventana única para estudiar las interacciones entre atmósferas, superficies e interiores de planetas rocosos,” enfatiza la NASA. Según Demory, “comprender las propiedades superficiales y climáticas de estos otros mundos podría ayudarnos a poner en contexto el clima y la habitabilidad de la Tierra”.

Observaciones futuras y objetivos científicos

El análisis adicional de los eclipses secundarios por parte del Telescopio Espacial James Webb está en curso. Los científicos esperan que estos estudios ayuden a entender qué condiciones permiten que un planeta rocoso mantenga una atmósfera rica en gases. Este es un ingrediente clave para la habitabilidad futura de dichos exoplanetas.

Mientras continúa este esfuerzo, la ciencia astronómica sigue avanzando con la próxima generación de telescopios espaciales, que podrán arrojar más luz sobre los misterios de planetas hostiles como 55 Cancri e.

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