Especies asombrosas: la vida sin ojos en el reino animal

Desde criaturas marinas hasta habitantes de cavernas, estos animales demuestran la impresionante capacidad de la naturaleza para enfrentar los desafíos ambientales

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Estos animales tienen esta paradoja de no tener ojos, pero igualmente logran sobrevivir en el reino animal
Estos animales tienen esta paradoja de no tener ojos, pero igualmente logran sobrevivir en el reino animal

En el vasto y variado reino animal, existen criaturas que han desarrollado adaptaciones sorprendentes para sobrevivir en su entorno. Entre estas adaptaciones, destaca de manera particular la ausencia de ojos. A pesar de carecer de este órgano sensorial, estos animales han evolucionado para vivir sin visión y desarrollaron mecanismos alternativos para interactuar con el mundo que los rodea.

Topo dorado de De Winton

El topo dorado de De Winton (Cryptochloris wintoni), una especie rara encontrada en Sudáfrica, es notable por su adaptación subterránea. Con un pelaje sedoso y ojos casi inexistentes, este animal se mueve con facilidad bajo tierra, utilizando su agudo sentido del tacto para navegar y buscar alimento en la oscuridad del subsuelo (JP Le Roux)
El topo dorado de De Winton (Cryptochloris wintoni), una especie rara encontrada en Sudáfrica, es notable por su adaptación subterránea. Con un pelaje sedoso y ojos casi inexistentes, este animal se mueve con facilidad bajo tierra, utilizando su agudo sentido del tacto para navegar y buscar alimento en la oscuridad del subsuelo (JP Le Roux)

Un proyecto iniciado en 2017 culminó con el sorprendente redescubrimiento del topo dorado de De Winton (Cryptochloris wintoni), una especie que se creía extinta desde 1936. Este mamífero sin ojos fue encontrado el 24 de noviembre en la playa de Port Nolloth, en la costa occidental de Sudáfrica, tras haber sido una figura esquiva para la ciencia durante más de ocho décadas.

El exitoso hallazgo fue liderado por investigadores de la ONG Endangered Wildlife Trust (EWT) y la Universidad de Pretoria.Este esfuerzo forma parte del programa Search for Lost Species de Global Wildlife Conservation (GWC), que busca animales que se consideraban extintos.

Lo que hace único al Cryptochloris wintoni es su falta de ojos. Este topo se ha adaptado a la vida subterránea donde la visión no es necesaria. En cambio, se orienta por medio de su oído extremadamente sensible, lo que le permite detectar vibraciones en el suelo y evadir a sus depredadores.

El hábitat natural de este animal se encuentra en las dunas de arena de la costa sudafricana, donde puede moverse con gran facilidad, que evitaba el contacto con humanos durante décadas. Según National Geographic, El topo dorado es nocturno y se alimenta de termitas, hormigas y otros pequeños insectos. Su tamaño es similar al de un hámster doméstico, midiendo entre 70 y 85 mm de largo. Su pelaje, corto y denso, tiene un color gris con un tenue tinte amarillento y una iridiscencia que cambia según el ángulo de observación.

Los resultados de este redescubrimiento fueron publicados por el equipo de EWT y la Universidad de Pretoria en la revista científica Biodiversity and Conservation a finales de noviembre de 2023. El artículo, titulado “ADN ambiental del suelo revela la presencia de una especie afrotheriana ‘perdida’”, detalla la metodología y las técnicas empleadas para rastrear y confirmar la presencia del topo dorado, destacando el uso del análisis de ADN ambiental del suelo como herramienta principal.

Ofiura de la especie Ophiocoma wendtii

La ofiura aprende sin cerebro por asociación (Europa Press)
La ofiura aprende sin cerebro por asociación (Europa Press)

La Ofiura o estrella de mar quebradiza de la especie Ophiocoma wendtii es un intrigante habitante de los mares tropicales que presenta una característica sorprendente: no tiene ojos. Este equinodermo, que se encuentra principalmente en el Caribe y la región del Atlántico occidental, posee un método único para detectar su entorno: su piel sensible a la luz.

Según un estudio publicado en la revista Current Biology por John Kirwan y sus colegas, Ophiocoma wendtii utiliza células fotoreceptoras distribuidas por toda su piel para percibir la luz y las sombras. Estas células permiten al animal navegar por el entorno y evadir a sus depredadores y actuar como un sistema de visión difuso.

Según La Vanguardia, durante el día, Ophiocoma wendtii tiende a esconderse bajo rocas y corales para evitar la luz brillante y salir solo durante la noche para alimentarse. Su habilidad para “ver” sin ojos ha captado la atención de científicos interesados en la evolución y en la adaptación de los sentidos en animales invertebrados.

Además de su capacidad sensorial, esta ofiura llama la atención por su apariencia. Ophiocoma wendtii muestra colores vivos y patrones que pueden variar, algo que también podría estar relacionado con su sensibilidad a la luz. Estos patrones y colores pueden confundir a sus depredadores o ayudarle a mimetizarse con su entorno.

En investigaciones publicadas en Nature Communications por Lauren Sumner-Rooney y sus colegas, se explora la evolución de la visión en invertebrados y cómo múltiples orígenes de sistemas de detección de luz pueden haber desarrollado características únicas como las de Ophiocoma wendtii. Esto no solo amplía nuestro conocimiento sobre la biodiversidad marina, sino que también podría inspirar nuevas tecnologías basadas en la biología, como sensores optoelectrónicos que imiten las propiedades de la piel fotoreceptora de estos animales.

Araña de la especie Octacilia Khezu

Octacilia khezu habita exclusivamente en ambientes cavernícolas, alejados de la luz solar (Shanmi Zheng)
Octacilia khezu habita exclusivamente en ambientes cavernícolas, alejados de la luz solar (Shanmi Zheng)

Una reciente investigación liderada por el Doctor Wei Zhang y publicada en la revista Scientific Reports, ha revelado detalles fascinantes sobre la araña Octacilia Khezu, una especie que carece de ojos y que ha atraído la atención de la comunidad científica. Este arácnido, descubierto en las oscuras y húmedas cavernas de Asia, presenta una serie de adaptaciones que le permiten sobrevivir en un entorno donde la visión no es necesaria.

La característica más sorprendente de la Octacilia Khezu es su completa falta de órganos oculares. A pesar de no tener ojos, esta araña ha desarrollado otros mecanismos sensoriales avanzados para explorar su entorno. Según un estudio publicado por el equipo de investigación de la revista Scientific Reports, esta araña ha desarrollado un método único para detectar a sus presas y moverse eficientemente por su entorno. Utilizando diminutos pelos en sus patas y cuerpo, esta especie puede percibir las vibraciones y cambios en el flujo de aire, logrando así una localización precisa de sus objetivos.

La Octacilia Khezu se encuentra exclusivamente en complejos de cuevas, donde la luz solar nunca penetra. En este entorno, las presas como insectos y otros pequeños invertebrados también han adaptado sus hábitos de vida a la oscuridad total. La araña utiliza su agudo sentido del tacto y la detección de vibraciones para cazar eficientemente en la oscuridad.

“El hecho de que haya evolucionado para vivir sin ojos destaca la increíble plasticidad y adaptabilidad de los organismos vivos,” señala Zhang en su estudio publicado en Scientific Reports.

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