En 1990, Arcadio Rodaniche, un buceador y artista apasionado, hizo un descubrimiento notable: una colonia de pulpos grandes del Pacífico rayados (Larger Pacific Striped Octopus, LPSO) comportándose de manera extremadamente social, algo inusual para esta especie. Sin embargo, al presentar sus hallazgos en el Simposio Internacional Gilbert L. Voss en Woods Hole, Massachusetts, la comunidad científica de cefalópodos no creyó en sus observaciones.
Los pulpos, ubicados a unos 9 metros de profundidad frente a la costa del Pacífico de Panamá, exhibían una serie de comportamientos sorprendentes. Los machos limpiaban usando sus jets, mientras que las hembras cuidaban continuamente los huevos, los cuales colgaban en forma de candelabros translúcidos de las paredes de sus guaridas. Es más, las hembras se apareaban de manera peculiar, tocando picos con los machos en lo que parecía un “beso”.
Denice Rodaniche, esposa de Arcadio, recordó que su esposo realizaba estas observaciones en los laboratorios de Naos, parte del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (Smithsonian Tropical Research Institute, STRI). “Sabía lo suficiente sobre calamares para decir que esto no era normal”, comentó Denice. Rodaniche, conocido por sus amigos como “Salao” por estar siempre en el agua, utilizó un equipo de buceo temprano para explorar el fondo marino de Panamá durante su adolescencia.
Tenía una formación en ingeniería eléctrica de la Universidad de California en Berkeley, fue mentorado por el conocido investigador de cefalópodos, el Dr. Martin Moynihan. Juntos publicaron un libro en 1982 sobre los patrones de comunicación del calamar de arrecife del Caribe. Sin embargo, el insólito comportamiento del LPSO continuaba desconcertándolo. A pesar de sus intentos por comprender más sobre estos cefalópodos, los recursos limitados en Panamá complicaban su investigación.
La esposa del científico explicó las dificultades enfrentadas: “El internet era casi inexistente en Panamá en los años 80 y 90. Las bibliotecas eran gratuitas, pero tenías que pagar por copiar páginas, así que la gente a menudo arrancaba las páginas que necesitaba”. Estas barreras limitaron la capacidad de Arcadio para verificar sus hallazgos con la comunidad científica internacional.
Después de varios intentos fallidos por publicar su investigación, incluyendo un rechazo del Bulletin of Marine Science en 1990 con comentarios críticos y personales, el hombre decidió abandonar la publicación de su trabajo. No obstante, su determinación no se desvaneció y continuó dedicándose a su arte, documentando la vida marina que observó alrededor de Panamá y otros lugares
Cómo fue la validación del descubrimiento
Rodaniche no vivió para ver la aceptación de su descubrimiento. En 2012, el Dr. Roy Caldwell, un biólogo que había visitado su laboratorio en los 80, aseguró varios especímenes de LPSO y pidió al experto coautorizar un estudio. En 2015, el paper se publicó en PLOS One, confirmando todas sus observaciones sobre el comportamiento social y las técnicas de apareamiento de estos pulpos.
“Su intuición fue correcta; encontró algo muy interesante y poco común”, comentó la Dr. Christine Huffard, coautora del estudio. Rich Ross, biólogo del California Academy of Sciences, agregó: “Lo llamo el ‘Bigfoot’ de los pulpos porque, según lo que creíamos saber sobre ellos, no debería existir”. La publicación de este estudio confirmó la relevancia de los descubrimientos de Rodaniche, aunque él falleció de cáncer cinco meses después de su publicación, dejando un legado importante pero poco conocido.
Dr. Gül Dölen, profesor de psicología en la Universidad de California en Berkeley, expresó la intención de honrar a Arcadio determinando si el LPSO es una especie distinta y, de ser así, nombrarla en su honor. “Es apropiado, dado lo mucho que esperó para ser validado”, comentó Dölen.
El Dr. Alex Schnell, biólogo marino, afirmó: “La ausencia de un PhD de Arcadio Rodaniche no resta valor a la importancia de sus contribuciones al estudio de los pulpos y otros cefalópodos”. La comunidad científica también refleja sobre la importancia de estos trabajos, a menudo subestimados, como esenciales para el avance del conocimiento.