Un nuevo estudio revela que el núcleo de la tierra se está moviendo hacia atrás: qué consecuencias tiene

La investigación sugiere que el núcleo interno de la Tierra se ha ralentizado su rotación y podría estar en sentido opuesto

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Un nuevo estudio sugiere que el núcleo terrestre podría estar girando en dirección contraria (Getty)
Un nuevo estudio sugiere que el núcleo terrestre podría estar girando en dirección contraria (Getty)

El núcleo terrestre intrigó a científicos desde su descubrimiento en 1936 por la sismóloga danesa Inge Lehmann. Un estudio reciente, publicado en la revista Nature, ofrece evidencia convincente sobre la rotación del núcleo interno de la Tierra, un tema de debate durante décadas. Este estudio revela que el núcleo interno, una bola metálica sólida, no solo ha ralentizado su rotación, sino que ahora gira más lentamente que la Tierra misma y puede incluso moverse en dirección opuesta.

El interés científico por el núcleo interno radica en su composición y comportamiento complejo. El núcleo interno está compuesto principalmente de hierro y níquel, y se encuentra a unos 5180 kilómetros bajo la superficie terrestre, en un entorno con temperaturas que alcanzan 5400 grados Celsius. El campo magnético de la Tierra y las fuerzas gravitacionales juegan un papel fundamental en hacer girar este núcleo metálico, aunque directamente no podamos observarlo ni muestrearlo.

Los sismólogos obtienen información sobre el núcleo interno analizando el comportamiento de las ondas sísmicas generadas por grandes terremotos. Ondas conocidas como ondas P y ondas S, que se propagan a través de la Tierra, proporcionan datos críticos. Las primeras se desplazan a través de cualquier tipo de material, mientras que las segundas solo a través de sólidos o líquidos extremadamente viscosos.

Sismólogos analizan ondas sísmicas generadas por terremotos para estudiar el núcleo interno (EuropaPress)
Sismólogos analizan ondas sísmicas generadas por terremotos para estudiar el núcleo interno (EuropaPress)

En la década de 1880, se observó que las ondas S no atravesaban por completo la Tierra, sugiriendo que el núcleo era en parte líquido. Años más tarde, Lehmann adelantó que algunas anomalías en las ondas P podrían deberse a la interacción con un núcleo interno sólido dentro de un núcleo externo líquido.

El modelo propuesto por el Dr. John Vidale, coautor del reciente estudio y profesor en la Universidad del Sur de California, indica que, en décadas pasadas, la rotación del núcleo interno era más rápida que la de la Tierra. Sin embargo, este fenómeno cambió aproximadamente en 2008, cuando el núcleo empezó a ralentizarse, hasta incluso girar levemente en sentido contrario al resto del planeta.

Vidale explicó que han utilizado datos de ondas sísmicas generadas por terremotos en las Islas Sandwich del Sur, observados entre 1991 y 2023, así como por pruebas nucleares soviéticas entre 1971 y 1974. Comparando la llegada de estas ondas en diferentes tiempos, los científicos han notado cambios en la velocidad y dirección de rotación del núcleo interno. “Hemos argumentado sobre esto durante 20 años, y creo que esto lo confirma”, señaló Vidale, quien considera que los nuevos datos ponen fin al debate sobre el movimiento del núcleo interno.

Una parte crucial de esta investigación destaca que la rotación del núcleo sigue un ciclo de aproximadamente 70 años. En la década de 1970, el núcleo interno giraba un poco más rápido que la Tierra, pero alrededor de 2008 comenzó a desacelerarse y en 2023 mostró signos de moverse ligeramente hacia atrás. Los cálculos sugieren que este ciclo de ralentización y aceleración podría continuar, y el núcleo empezaría a acelerarse nuevamente en los próximos cinco a diez años.

El núcleo interno de la Tierra está compuesto principalmente de hierro y níquel (Getty)
El núcleo interno de la Tierra está compuesto principalmente de hierro y níquel (Getty)

Para otros expertos, como Dr. Lauren Waszek, profesora en la Universidad James Cook, aún quedan dudas y es necesaria más investigación para comprender completamente estos fenómenos. Waszek señala que las observaciones detalladas del núcleo interno son un desafío debido a su inaccesibilidad y los limitados datos disponibles. “Necesitamos más datos y herramientas interdisciplinarias mejoradas para investigar esto más a fondo”, afirmó Waszek.

Qué consecuencias puede sufrir la tierra con estos cambios

Existe interés en cómo las variaciones en la rotación del núcleo podrían influir en el campo magnético de la Tierra. Aunque no se comprende completamente su influencia directa, un núcleo que gira más lentamente podría afectar la generación del campo magnético, que es crucial para proteger al planeta de la radiación solar perjudicial.

Los cambios en la rotación del núcleo, aunque medibles, son prácticamente imperceptibles para las personas en la superficie terrestre. Vidale afirmó que estos cambios pueden causar una ligera modificación en la duración del día, pero sería de apenas milésimas de segundo, “En términos del efecto en la vida de una persona? No puedo imaginar que signifique mucho”, añadió.

La rotación del núcleo interno terrestre puede causar ligeras modificaciones en la duración del día (Gentileza Edward Sotelo/USC)
La rotación del núcleo interno terrestre puede causar ligeras modificaciones en la duración del día (Gentileza Edward Sotelo/USC)

La investigación del núcleo interno no solo esclarece su propio comportamiento, sino que también proporciona información sobre la formación del interior profundo de la Tierra y cómo la actividad se conecta a través de todas las capas subsuperficiales del planeta. Esta área es especialmente interesante por el potencial de actividad en las fronteras donde la materia líquida y sólida se encuentran. “Podríamos tener volcanes en la frontera del núcleo interno donde lo sólido se encuentra con el líquido”, sugirió Vidale.

Para responder definitivamente a las preguntas sobre la estructura y rotación del núcleo interno, Waszek cree que serán vitales nuevas metodologías y tecnologías emergentes. “Las metodologías novedosas y próximas serán centrales para responder las preguntas en curso sobre el núcleo interno de la Tierra, incluida la de la rotación”, concluyó.

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