Un equipo de astrofísicos ha revelado detalles sobre cómo creen que será el fin del Sistema Solar. Este estudio, publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society (MNRAS), analiza el destino del sistema planetario cuando el Sol se convierta en una enana blanca. En ese momento, varios cuerpos celestes, incluyendo asteroides y lunas, serán absorbidos y desmenuzados por la intensa gravedad del antiguo Sol.
Este proceso ocurre porque las enanas blancas son las etapas finales de la evolución de las estrellas, después de que agotan su combustible y se vuelven extremadamente densas, aunque no tanto como para convertirse en agujeros negros.
El estudio, liderado por astrofísicos de la Universidad de Warwick, se basa en la observación de cuerpos celestes que pasan cerca de tres enanas blancas. Se analizaron datos recolectados durante 17 años acerca de los tránsitos de estos cuerpos. Boris Gaensicke, uno de los autores del estudio, explicó a BBC Science Focus: “El hecho de que podamos detectar los restos de cuerpos celestes girando alrededor de una enana blanca cada pocas horas es asombroso”. Sin embargo, advirtió que el comportamiento de estos sistemas puede evolucionar rápidamente en cuestión de años.
La investigación indica que, una vez que el Sol se convierta en una enana blanca, partes del Sistema Solar serán absorbidas por su enorme fuerza gravitacional y convertidas en polvo. Se espera que los asteroides y lunas situados cerca de Marte y Júpiter sean desmenuzados y pulverizados. En contraste, la Tierra probablemente será consumida por el Sol antes de que este se transforme en una enana blanca y comience a fragmentar otros objetos celestes.
Cuándo morirá el Sistema Solar
Gaensicke también tranquilizó al público al aclarar que este evento no ocurrirá hasta dentro de unos seis mil millones de años. “No hay necesidad de hacer compras de pánico”, aseguró. Los científicos utilizaron los datos obtenidos de diversos tránsitos para determinar cómo se comportan los cuerpos celestes en órbita cerca de una enana blanca. Los tránsitos son predecibles cuando los cuerpos están en órbita estable; no obstante, los científicos descubrieron que los tránsitos de escombros eran erráticos y caóticos, lo que sugiere que los fragmentos estaban siendo devorados.
La transformación del Sol a una enana blanca y la consecuente destrucción de cuerpos celestes es un proceso inevitable en la vida de estrellas similares al Sol. “Nuestro estudio muestra que el comportamiento de estos sistemas puede evolucionar rápidamente en pocos años”, dijo Gaensicke, subrayando la volatilidad y rapidez con la que estos restos pueden ser consumidos después de perder su integridad estructural debido a la inmensa gravedad.
Este descubrimiento amplía el entendimiento de los científicos sobre los procesos finales en la vida de las estrellas y los sistemas planetarios que las rodean. La observación de enanas blancas y el comportamiento de los cuerpos celestes en su cercanía ofrece una ventana significativa para predecir el destino final de nuestro propio Sistema Solar. “No sólo el comportamiento impredecible de los restos es interesante,” añadió Gaensicke, “sino también cómo este proceso revela la evolución rápida de estos fragmentos.”
Hasta ahora, el equipo ha respaldado sus hallazgos con datos observacionales robustos, ayudando a construir un modelo más claro de lo que puede suceder cuando el Sol alcance su etapa final. Estos estudios no solo iluminan el futuro de nuestro Solar, sino que también brindan información clave sobre la evolución de otras estrellas y los sistemas planetarios en la galaxia.