Observar a las aves volar en forma de “V”, en simultáneo y en conjunto puede resultar en uno de los placeres visuales más fantásticos. Todo ser humano que ha mirado al cielo en alguna oportunidad ha podido ver cómo se transportan las aves. Y lo relevante está en que no se trata simplemente de una cuestión azarosa, o que tenga que aplicar a toda especie que vuela: este fenómeno recoge una serie de motivos y características que explican el por qué de esta metodología de vuelo por parte de las aves. De hecho, no es la única forma de vuelo existente, dado que las especies pueden optar por otras modalidades para volar como pueden ser en línea recta, en “L” o en “U”.
Las estrategias comprenden desde posicionamiento para planear, incluyendo la comunicación y cooperación entre las aves.
La coordinación en equipo, un estilo de vuelo y de vida
En primer lugar, este método proporciona a estos animales con capacidad de vuelo ciertas ventajas aerodinámicas. Forman parte de una comunidad: existe una “ave líder”, a la cual el resto de la especie sigue el ritmo, y toman provecho del viento generado por ésta.
El ave que encabeza el recorrido emplea sus alas para producir la corriente de aire, significando un menor esfuerzo para las que vienen por detrás y de esta forma, que estas puedan utilizar su energía en mantener su resistencia durante una mayor cantidad de tiempo.
En este caso, la ventaja para la “líder” que lleva adelante el recorrido es que las que le siguen por detrás procuran sostener una frecuencia de aire que facilita el continuar planeando, siguiendo un ritmo coordinado.
Se destaca también la existencia de la cooperación y comunicación. Esta mencionada forma de “V” proporciona ventajas a las aves mediante vocalizaciones, importantes para sostener la armonía del grupo y para poder coordinar entre sí los cambios de dirección.
Otra de las estrategias más útiles son las rotaciones entre equipo: así, pueden repartir el esfuerzo físico y obtener una mejor optimización de su rendimiento. Las mejoras son la prevención efectiva de la fatiga muscular, debido a los trayectos y distancias largas que llegan a recorrer.
Por otro lado, un dato interesante recae en que ésta modalidad trasciende inclusive a la especie humana: representa un ahorro de gasolina en la aviación, tanto para vuelos comerciales como para espectáculos aéreos.
Influencia en la posición de vuelo
Es otro de los motivos por los cuales las aves eligen esta metodología de vuelo. El estilo en “V” proporciona una posición ideal a nivel visual, siendo algo significativo para detectar amenazas de posibles depredadores que puedan tornar vulnerable el transcurrir del viaje. Un estudio realizado por la Universidad de Londres destaca que las aves “sincronizan sus alas” haciendo a un movimiento más común entre partes, aportando esto un ritmo cardíaco más ameno.
Las especies que optan por elegir este estilo en “V” para volar son más que diversas.
- Gaviotas: llegan a planear los 60 kilómetros por hora, de acuerdo a La Vanguardia.
- Flamencos y gansos: se pueden mover hasta unos 60 kilómetros por hora.
- Patos: pueden alcanzar hasta los 95 kilómetros por hora, según información de Oceanwide.
- Pelícanos: según Animalia, oscilan en los 75 kilómetros por hora.
En la lista de aves que adoptan la modalidad también se incluyen otras aves como las ibis o cormoranes.