Un reciente estudio publicado en Nature ha investigado sobre cómo ciertas variaciones genéticas relacionadas con el gen llamado TUBB4B podrían influir significativamente en la predisposición de una persona a ser zurda o diestra. La investigación, que analizó datos de más de 350.000 personas, encontró una relación entre estas variantes raras, aportando evidencia de que la genética juega un papel importante en este aspecto de la diversidad humana.
La investigación ,liderada por expertos del Max Planck Institute for Psycholinguistics en los Países Bajos, halló que estas variantes son 2,7 veces más frecuentes en personas zurdas en comparación con las diestras.
El trabajo postula que la asimetría cerebral emerge en el útero y se manifiesta a través de diversas funcionalidades, como el lenguaje y la atención visual.
La diferencia en el desarrollo de los hemisferios cerebrales es lo que influye en la lateralidad de una persona. La presencia de variaciones en el TUBB4B sugiere un vínculo con unas proteínas, las cuales son esenciales para el mantenimiento de las estructuras celulares y podrían impactar en el flujo de fluido dentro del cerebro. Aunque las variantes genéticas raras mencionadas no afectan a un gran porcentaje de la población, ofrecen pistas significativas sobre los procesos biológicos que explican esta preferencia.
Este trabajo se distingue por centrarse en variantes genéticas raras que codifican proteínas, mientras que investigaciones previas se habían enfocado más en variantes comunes.
El Biobanco del Reino Unido, una extensa base de datos biomédica, fue la fuente de los datos genéticos analizados. Descubrieron que, aunque las variantes de TUBB4B se encuentran en menos del 1% de la población, su presencia sugiere una conexión entre los microtúbulos celulares y la preferencia manual. Estos hallazgos ofrecen nuevos insights sobre cómo la estructura y el movimiento de los cilios celulares, apoyados por los microtúbulos, podrían influir en el desarrollo de la asimetría cerebral.
La última investigación que se había realizado para determinar la causa de que una persona sea diestra o zurda, se hbaía llevó}ado a cabo en la Universidad alemana Ruhr de Bochum. Allí, los científicos explicaron en la revista científica ELife que la predisposición a ser zurdo o diestro se define en el vientre materno, siendo la médula espinal y no el cerebro, el órgano responsable de esta característica. Publicado en la reconocida revista científica, este descubrimiento aportó una perspectiva innovadora sobre las bases biológicas que determinan esto que ocurre en los seres humanos.
Los investigadores centraron su análisis en la expresión genética de la médula espinal durante las semanas octava a duodécima del embarazo, intentando identificar discrepancias en las conexiones neuronales que pudieran influir en la orientación lateral de los futuros bebés. Lo destacable del estudio es el hallazgo de que ciertos genes vinculados al control del movimiento de los brazos y las piernas presentan diferencias significativas entre individuos, lo que sugiere que esto se establece antes incluso de que el cerebro comience a controlar los movimientos del cuerpo de manera consciente.