En 1856 se encontraron los primeros restos de un Neandertal en el actual territorio de Alemania. Desde entonces se construyeron mitos que los mostraron como seres brutos, distantes de los Homo sapiens, que fracasaron como “subespecie”, y poco solidarios. Incluso, a veces “Neandertal” es usado como insulto.
Sin embargo, las investigaciones científicas que se han realizado durante las últimas cuatro décadas, desde el campo de la genómica hasta la bioantropología y la arqueología, dan cuenta de otra historia. No fueron “cavernícolas primitivos” sino seres muy inteligentes que usaban sofisticadas técnicas de caza a corta distancia para capturar a sus presas, y podían percibir y producir habla.
Ahora hay más pruebas de que los Neandertales se ocupaban de su cuidado de la salud individual y de los demás hace más de 40.000 años. Dos investigadoras de la Universidad Autónoma de Madrid, España, Andrea García- Basanta y Francesca Romagnoli, se han ocupado de hacer la primera revisión de las evidencias directas e indirectas de esos cuidados, con apoyo financiero del Ministerio de Ciencia e Innovación de España.
“Se pensaba que los individuos enfermos y lesionados se abandonaban ya que no contribuían a la supervivencia de su grupo”, escribieron en el trabajo que publicaron en la revista especializada Complutum. Pero ahora tienen pruebas de que esa creencia es falsa.
Las investigadoras analizaron los datos disponibles a partir de estudios sobre restos de Neandertales que se descubrieron en 16 yacimientos en Europa y Asia. Han determinado que los individuos de la especie Homo neanderthalensis, sí llevaban a cabo distintos tipos de cuidados y de manera exitosa, “lo que les permitía cooperar con el resultado de no abandonar a los individuos lesionados o enfermos”.
Desde la mitad del siglo XX se estudian las patologías en los restos óseos neandertales. “En el contexto de la pandemia por el coronavirus, se empezó a reflexionar más sobre la importancia del autocuidado y del cuidado hacia otras personas para prevenir la enfermedad. Desde el campo de la arqueología de género, nos preguntamos cuándo habían aparecido esos comportamientos complejos”, contó a Infobae García-Basanta, que es graduada en historia y tiene una maestría en arqueología.
Los neandertales eran individuos sociales. “Era mucho más parecidos a nosotros de lo que se creía hace unos pocos años”, afirmó.
Con respecto a los cuidados individuales, la higiene dental es el comportamiento más antiguo y común entre los homininos como los Neandertales. Se identificó por la presencia de marcas en los dientes que fueron el resultado de acciones mecánicas con fibras vegetales.
Varios estudios han observado la superficie de los dientes y las marcas se han corroborado usando el microscopio electrónico de barrido ambiental. “Es probable que usaran palillos de alguna manera parecidos a los escarbadientes o mondadientes de hoy para limpiarse los dientes de manera sistemática. No era un comportamiento aislado”, acotó. Se ha identificado en los restos encontrados en Sidrón, España, yacimientos de Francia y Croacia.
Otra actividad de cuidado individual fue la automedicación o el uso de plantas medicinales con la idea de prevenir o curar enfermedades. Las plantas medicinales que fueron investigadas por trabajos de la arqueo-botánica al analizar sedimentos y cálculos dentales ofrecieron datos para inferir sobre las actividades de cuidado. Usaron el ácido salicílico, que hoy está en las aspirinas.
Por ejemplo, en el yacimiento de Kebara, en Israel, se halló evidencia indirecta a partir de plantas carbonizadas. Habrían empleado el astrágalo, que puede ayudar a bajar la presión arterial y actuar como diurético; la bellevalia, con propiedades antimicrobianas; y la grama común, que se utiliza para tratar las heridas, la disentería y la diarrea crónica.
Además, la investigación recuperó los cuidados sociales de los Neandertales, que incluyen a todas las actividades que uno o más individuos o todo el grupo hacía para asistir a alguien lesionado o enfermo todo el tiempo que dure su recuperación. Daban apoyo directo como el abastecimiento de alimento, la higiene y tareas que hoy serían consideradas como parte de la enfermería.
También practicaban cuidados de acomodación. Es decir, modificaban las estrategias de supervivencia del grupo para adaptarse a las limitaciones impuestas porque había un individuo lesionado o con discapacidad.
En la cueva de Shanidar, en Irak, se encontró un esqueleto parcial de hace más de 50.000 años y se detectaron diferentes patologías. Se interpretó que el individuo había recibido apoyos para acceder a alimentos, higiene personal, enfermería, se modificaron estrategias de movilidad y posible que se le haya hecho una intervención con una amputación del brazo derecho.
¿Y qué pasa hoy con las prácticas de cuidado de los Neandertales? “Todas las prácticas de cuidado que realizaban los Neandertales aún persisten, aunque con cuestiones técnicas diferentes”, contestó García Basanta.
Tanto el uso de la medicación como limpiarse los dientes, además de las cuestiones de apoyo directo (que en la actualidad están representadas por la enfermería y actividades relacionadas directamente con la supervivencia de los enfermos) persisten y son evidentes, expresó la especialista.
“Quizá nos cuesta ver más la acomodación en el día a día, pero que existan presupuestos públicos nacionales y regionales dedicados a la salud. Eso implica que hay una organización social muy compleja en torno a los cuidados, aunque estamos acostumbrados y por eso nos cuesta verlo desde el punto de vista individual y a diario, ya que el tamaño de nuestra sociedad actual no es comparable a las Paleolíticas”, subrayó García-Basanta.
Consultada por Infobae, Vivian Scheinsohn, investigadora del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano y del Conicet, destacó el estudio publicado en Complutum: “Se demuestra que los cuidados no son comportamientos solo de nuestra especie, los Homo sapiens. En los años noventa se debatía sobre la importancia de las abuelas en el cuidado de sus nietos en términos evolutivos humanos”.
Los cuidados han existido no solo para los heridos sino también para ancianos y niños. “Se sabe de numerosos casos en los que ciertas personas, dado su estado general, solo pudieron haber sobrevivido con la ayuda de otros -resaltó Scheinsohn-. En épocas con un terrible individualismo como la actual es importante que quede claro que los cuidados han sido una de las ventajas que siempre tuvimos como humanos. Es claro que también lo fueron para los Neandertales, y este trabajo viene a probar que lo del yacimiento de Shanidar, en Irak, no fue excepcional”.