El cáncer colorrectal aumenta en adultos jóvenes a tasas alarmantes, advierte un nuevo estudio en EE.UU.

El cáncer colorrectal es el que se origina en el colon o el recto, que conforman el intestino grueso del organismo humano.

La Sociedad Estadounidense contra el Cáncer detectó por primera vez que los cánceres de colon y recto se han convertido en ese país en las principales causas de muerte por cáncer en adultos jóvenes. El hallazgo se publicó este miércoles en la revista CA: A Cancer Journal for Clinicians.

Entre los adultos menores de 50 años, el cáncer colorrectal se ha convertido en la principal causa de muerte por cáncer entre los hombres y la segunda causa entre las mujeres, detrás del cáncer de mama, según el nuevo informe.

A finales de la década de 1990, ese tipo de cáncer ocupaba el cuarto lugar entre hombres y mujeres menores de 50 años.

“El continuo y pronunciado aumento del cáncer colorrectal en los estadounidenses más jóvenes es alarmante”, afirmó el doctor Ahmedin Jemal, vicepresidente senior de vigilancia y ciencia de la equidad sanitaria de la entidad médica y autor principal del estudio.

La mayoría de los tumores colorrectales comienzan como un crecimiento en el revestimiento interno del colon o del recto. Se conocen como “pólipos”. Algunos tipos de pólipos pueden convertirse en cáncer con el paso del tiempo (por lo general muchos años), pero no todos los pólipos se convierten en cáncer.

El cáncer es tradicionalmente una enfermedad más frecuente entre las personas mayores, aunque el porcentaje de nuevos casos detectados en personas de 65 años o más ha descendido del 61% en 1995 al 58%.

El descenso en edades mayores se ha producido a pesar de que la proporción de personas de ese grupo de edad ha crecido del 13% al 17% en la población general. En cambio, los nuevos diagnósticos entre adultos de 50 a 64 años han aumentado desde 1995, del 25% al 30%.

El doctor William Dahut, director científico de la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer, señaló que las personas más jóvenes tienden a ser diagnosticadas en fases más avanzadas, cuando el cáncer es más agresivo.

“Así que, no es sólo tener un cáncer colorrectal, es el cáncer colorrectal que es más difícil de tratar, por lo que estamos viendo estos cambios en la mortalidad”, enfatizó Dahut.

Consultado por Infobae, el doctor Leandro Steinberg, médico gastroenterólogo endoscopista del Hospital Durand y la Fundación Favaloro en Buenos Aires, Argentina, los nuevos datos hablan del cáncer colorrectal de inicio temprano, que se desarrolla antes de los 50 años.

Según el experto argentino, “hay tres grupos de personas que pueden tener más riesgo de desarrollar cáncer colorrectal antes de los 50 años. Un grupo está formado por personas que tienen trastornos heredados como el síndrome de Lynch o la poliposis adenomatosa familiar, un trastorno por el que se forman muchos pólipos en las paredes internas del colon y el recto). Otro grupo son las personas con antecedentes de familiares que hayan tenido cáncer antes de los 50 años. El tercer grupo son personas con cánceres esporádicos”.

Durante los últimos años, la incidencia del cáncer colorrectal aumentó en el grupo de los casos esporádicos. “Se observa un efecto “cohorte de nacimiento”: las personas que nacieron después de 1960 tienen más riesgo de ese tipo de tumores. Aún no hay una explicación categórica para comprender por qué aumenta el cáncer a esas edades, pero diversos factores podrían haber influido en el cambio, como la ingesta excesiva de carne roja, el consumo de carnes procesadas, el sedentarismo, la ingesta de alcohol, la baja ingesta de fibras, frutas y verduras, y el aumento de la obesidad”, detalló el doctor Steinberg.

Según un estudio científico publicado en BMJ Oncology realizado por un consorcio internacional de investigadores de Estados Unidos, Reino Unido, China y Suecia, los diagnósticos de cáncer en menores de 50 años aumentaron 79% desde 1990 a nivel global.

En el año 2019, se reportaron 1,82 millones de nuevos casos en esta franja etaria a nivel global y se proyecta un aumento del 31% en la incidencia y 21% en las muertes asociadas al cáncer para el 2030. La investigación, que utilizó datos del Estudio de la Carga Mundial de Morbilidad 2019, contempló 29 tipos de cáncer en 204 países y regiones.

Según las conclusiones de ese estudio, las personas que hoy tienen 40 años representan uno de los grupos más vulnerables ante este cambio en la expansión de las enfermedades oncológicas. El cáncer de mama lideró el número de nuevos casos y muertes en el grupo de menores de 50 años, mientras que los cánceres de tráquea y próstata mostraron un incremento más rápido, con crecimientos anuales estimados de 2,28 % y 2,23 % respectivamente. En contraste, el cáncer de hígado ha experimentado una disminución del 2,88 % anual.

Los pólipos colorrectales y el cáncer colorrectal no siempre causan síntomas, especialmente al principio. Una persona puede tener pólipos o cáncer colorrectal y no saberlo. Por esta razón, son tan importantes las pruebas periódicas de detección del cáncer colorrectal, según recomiendan los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos.

Si la persona tiene síntomas, pueden incluir: un cambio en hábitos fecales, sangre en la materia fecal, diarrea, estreñimiento o la sensación de que el intestino no se vacía por completo, dolores, molestias o cólicos abdominales que no desaparecen y pérdida de peso inexplicable. Si se presenta cualquiera de esos síntomas, se debe hacer la consulta médica.

El cáncer de colon es una enfermedad muy tratable y a menudo curable cuando se localiza en el intestino, según el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos.

El tratamiento primario es la cirugía y consigue la curación en cerca del 50 % de los pacientes. La reaparición de la enfermedad después de la cirugía puede ser un problema grave.

También existen tratamientos llamados sistémicos porque pueden alcanzar las células cancerosas que pueden haberse propagado a través de todo cuerpo. Dependiendo del tipo de cáncer colorrectal, se pueden indicar quimioterapia, medicamentos de terapia dirigida e inmunoterapia.