El coronavirus que causa la enfermedad COVID-19 aún sigue circulando en el mundo, a pesar de que ya no hay confinamientos ni distanciamiento social. Todavía su propagación no dejó de ser una pandemia, aunque ya haya cesado la emergencia de salud pública de importancia internacional. Desde 2019 hasta ahora se han reportado más de 772 millones de casos de personas con la infección y 6.988.679 muertes.
Mientras circula por el planeta, el virus continúa evolucionando. Ahora se sabe que una descendiente de la variante del coronavirus Ómicron, que se llama JN.1, ha logrado una rápida propagación. Por eso, la Organización Mundial de la Salud la clasificó como “variante de interés”.
El comité de expertos en evolución del virus de esa agencia sanitaria tuvo en cuenta que hubo un repentino aumento de casos de pacientes con COVID en países como India, Francia, Estados Unidos, China y Singapur. Ese incremento está asociado a la circulación de JN.1.
A nivel global, el sublinaje representaba solo el 3% de los casos de coronavirus a principios de noviembre, y pasó al 27,1% un mes después, según la OMS. Sin embargo, tras hacer una evaluación, los expertos consideraron que el riesgo de que produzca más casos de enfermedad grave es “bajo”.
En diálogo con Infobae, el doctor Humberto Debat, investigador en virología del Conicet y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria e integrante del consorcio País, dedicado a la vigilancia genómica del coronavirus, comentó: “JN.1 es descendiente de Ómicron. Durante las últimas semanas hubo cambios en la situación epidemiológica y la OMS decidió clasificarla como variante de interés. Significa que se hará un seguimiento más preciso”.
El sublinaje JN.1 es desciende de Ómicron BA.2.86. Es como si fuera una “nieta”, si se la “compara” con una relación familiar. Está a dos generaciones de distancia de BA.2.86, que había sido llamada coloquialmente Pirola.
A diferencia de Pirola, JN.1 posee una mutación L455S adicional en la proteína Espiga del coronavirus que habría sido suficiente para que sea un patógeno más rápido en su transmisión. El viernes pasado, un equipo de investigadores de la Universidad de Pekín, en China, habían publicado un estudio en la revista The Lancet Infectious Diseases sobre el sublinaje.
“Con sólo una mutación adicional del dominio de unión al receptor (L455S) en comparación con su predecesora BA.2.86, la variante JN.1 se convirtió rápidamente en predominante en Francia. Es imperativo investigar a fondo su capacidad de evasión inmunitaria, sobre todo teniendo en cuenta sus pocas mutaciones adicionales”, escribieron los científicos de China.
Por un lado, el estudio publicado -comentó el doctor Debat- demostró que la subvariante tiene una mutación que favorece un escape inmune mayor. “En un contexto de alta inmunidad de la población, la subvariante logró aumentar su frecuencia en tres regiones del mundo: América del Norte, Europa y Asia”, mencionó.
Singapur registró 56.043 casos de COVID en una semana (desde el 3 al 9 de diciembre), lo que llevó al Ministerio de Sanidad a emitir una advertencia para ciudadanos y viajeros.
En América Latina, la subvariante se ha detectado en México y Brasil. En la Ciudad de México, la Secretaría de Salud (SSa) confirmó su presencia. El primer caso fue detectado el 24 de noviembre pasado.
En tanto, investigadoras del Laboratorio Central de Salud Pública de Ceará analizó primero a la subvariante en el Noreste de Brasil y ya representa el 3,2% de los casos registrados en todo el mundo, según el Ministerio de Salud de ese país.
“En la base de datos genómicos GISAID, solo se han subido secuencias a partir de muestras de pacientes desde Brasil, como país de Sudamérica. Son solo 96 secuencias de Brasil. Esto no implica que la subvariante no esté también presente en otros países de la región”, explicó Debat.
En la Argentina, “hoy muy pocas personas se testean y por eso tenemos poco acceso para hacer la secuenciación genómica. Estamos haciendo un estudio esta semana y tendremos los resultados la próxima. Ahí veremos si la subvariante JN.1 se encuentra presente en nuestro país”, dijo a Infobae la doctora Mariana Viegas, coordinadora del Proyecto País e investigadora del Conicet en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de la Ciudad de Buenos Aires.
Según la agencia sanitaria de Naciones Unidas, si bien el riesgo para la salud pública se considera bajo, alertó que con la llegada del invierno en el hemisferio norte, podría aumentar la carga de infecciones respiratorias en muchos países. Aclaró que las vacunas actuales son capaces de proteger contra enfermedades graves y la muerte cuando las personas quedan expuestas a la infección por JN.1 u otras variantes circulantes del coronavirus SARS-CoV-2.
La OMS también aconsejó se tomen esta medidas para prevenir infecciones:
-Usar mascarilla o barbijo cuando se encuentre en áreas concurridas, cerradas o mal ventiladas, y mantener una distancia segura de los demás, en la medida de lo posible.
-Mejorar la ventilación y cubrirse al toser y estornudar.
-Realizar un lavado de las manos regularmente
-Mantenerse al día con las vacunas contra el COVID-19 y la gripe, especialmente si la persona tiene un alto riesgo de padecer una enfermedad grave. Esta recomendación es para personas mayores, gestantes, o con enfermedades crónicas o inmunocomprometidas.
- Hay que aislarse si se tiene COVID.
Para los trabajadores sanitarios y los centros de salud, la OMS aconsejó el uso universal de mascarillas en estos establecimientos, un uso que también recomendó para los profesionales que atienden a pacientes sospechosos y confirmados de COVID. Incluso, recordó que se debe mejorar la ventilación en estos ámbitos.